La historia migratoria familiar y la identidad de los emigrantes argentinos en Internet
Migratory families’ history and Argentine emigrants’ identities in Internet
Citación: Busso, M. (2018). La historia migratoria familiar y la identidad de los emigrantes argentinos en Internet. Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura, 28(1), 178-191.
Dirección Postal: Ferreyra 1020, (2000) Rosario, Argentina.
DOI: dx.doi.org/10.15443/RL2814
Mariana Busso
Centro de Investigaciones en Mediatizaciones
Universidad Nacional de Rosario
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Argentina
mar_busso@hotmail.com
Resumen: En este artículo se analiza la construcción de identidades discursivas de los emigrantes argentinos hacia Italia y España de 2001-2005, en interfaces de Internet. En particular, se reconocen y estudian las regularidades discursivas mediante las que se elabora la historia migratoria familiar en tanto fundante de identidades para los migrantes argentinos que participan en distintos foros de discusión. Los resultados se presentan de modo diferenciado para la instancia de la partida, signada por preocupaciones relativas a la planificación de la propia movilidad, y de la llegada a destino, atravesada por problemáticas ligadas a la integración en la nueva sociedad de acogida.
Palabras clave: identidad - discurso - emigración - historia familiar - Internet
Abstract: The objective of this paper is to study the discoursive identities of Argentine emigrants towards Italy and Spain (2001-2005), elaborated in Internet interfaces. Specifically, there are recognized and studied the discoursive regularities that elaborate the migratory families’ history as one of the basis of the identities of Argentine migrants’ that participate in discussion forums. The results are presented according to two different moments of the migratory process: the departure, characterised by concerns about the planning of the proper mobility, and the arrival, crossed by issues related to integration in the host society.
Keywords: identity - discourse - emigration - family history - Internet
1. Introducción
En este artículo se abordará la construcción de identidades discursivas de los emigrantes argentinos del período 2001-2005, en los foros de Internet emigrantesargentinos, mequieroir y patriamadre. Específicamente, presentaremos aquí el análisis de la dimensión que hemos llamado de la historia migratoria familiar (en particular, de ancestros provenientes de España y de Italia) en tanto fundante de identidades que se presentan de modo diferenciado para las instancias de la partida y del asentamiento en el lugar de destino, y en marco de una investigación de más largo alcance en la que se analizaron las identidades de los emigrantes argentinos construidas en los discursos de la prensa gráfica nacional y en foros de Internet.
La emigración de argentinos se asume aquí como un proceso estructural en el tejido social de la Argentina, que adquiere un impulso inédito con la crisis económica y política que se desatara en ese país a fines de 2001, y que se vincula a su vez con el sistema migratorio que la incluye junto con España y con Italia (Esteban, 2011; Actis & Esteban, 2008; Colectivo Ioé, 2002). Países estos últimos con los que la Argentina comparte rasgos históricos y culturales, y que a partir del nuevo milenio se han constituido respectivamente como el primer y el segundo receptor de argentinos en Europa (Benencia, 2012). Sin embargo, este sistema migratorio observó en el pasado flujos en la dirección contraria, con grandes movimientos migratorios de españoles e italianos hacia la Argentina para fines del siglo XVIII e inicios del siglo XX (Devoto, 2009).
Precisamente, la llegada masiva de inmigración europea a la Argentina se enmarca en el proceso de formación del Estado nacional de ese país y con el desarrollo de un modelo de acumulación agroexportador, donde la inmigración europea fue promovida en pos de la creación de mano de obra que ese proyecto nacional demandaba (Svampa, 2010), siendo considerada –no sin tensiones, oposiciones y conflictos- como agente indispensable para la modernización del país. En efecto, y más allá de las resistencias hacia ese flujo inmigratorio, este se vinculó con la creación de una imagen del argentino ideal que “tenía que ver con determinada cultura (ser ‘civilizado’, ‘europeo’), e implícitamente se asociaba a un determinado origen étnico (blanco) y a una región (la pampeana, particularmente la ciudad de Buenos Aires)” (Adamovsky, 2010), y sobre el cual se edificó con el tiempo y permanece aún hoy un reconocimiento difuso que lo asocia al surgimiento de la clase media argentina –potente adscripción identitaria en el país- y como responsable del progreso y del desarrollo nacional. Es desde allí, sostenemos, donde en gran medida se nutre la narración de la propia historia migratoria familiar de muchos de los argentinos que parten en el período señalado, y que se reactualizan en los discursos que las abordan y que se publican en foros de Internet.
La denominada “crisis de 2001” en Argentina, signada por una serie de manifestaciones masivas fuertemente reprimidas por el Estado y que impulsaron la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa, en el mes de diciembre de ese año, es considerada como el corolario de una profunda crisis social, económica y política causada por la aplicación irrestricta de una serie de reformas políticas, económicas y sociales de carácter neoliberal que sumieron a gran parte de los argentinos en la pobreza y en la precariedad laboral (Novaro, 2010). Estas provocaron como consecuencia un cambio drástico en el funcionamiento político y económico del país, cuyas consecuencias materiales y simbólicas –así como las de la crisis- perduran hasta hoy en la vida del tejido social de la Argentina, signando la importancia que conlleva el estudio de este período.
En efecto, destacamos que para el arco temporal que nos ocupa (2001-2005), la emigración argentina es objeto de una intensa cobertura por parte de la prensa gráfica nacional, mientras que los propios emigrantes expresan su voz en primera persona utilizando un soporte de relevancia por aquellos años: los foros de Internet, a los cuales entendemos como espacios privilegiados donde se pone en discurso la movilidad contemporánea. Así, las indagaciones aquí presentadas abordan un aspecto puntual relativo al estudio de estos últimos a partir del abordaje teórico-metodológico del análisis de los discursos sociales, centrándonos en la dimensión identitaria de la historia migratoria familiar elaborada en los foros mequieroir, emigrantesargentinos y patriamadre.
Justamente, las identidades –entendidas como construcciones discursivas complejas y dinámicas- son convocadas, movilizadas y reconfiguradas en esos espacios mediáticos (Georgiou, 2010; Hepp, 2010), centrales en un mundo móvil (Easthope, 2009); así, la producción discursiva de las identidades se relaciona con el modo en que las interfaces online seleccionadas pueden convertirse en ámbitos de disputa y de elaboración de identificaciones para las migraciones que nos ocupan. En efecto, y a partir de tales bases teóricas, se propone aquí que en los soportes de Internet analizados se elaboran las identidades de los migrantes de acuerdo con las condiciones productivas sociales propias de estos, que a la par organizan particulares matrices de subjetivización y de vínculos colectivos. Por lo tanto, el emigrante argentino que nos ocupa se trata de un migrante construido por las maquinarias discursivas puestas en acto en estos soportes, aunque no desconocemos que esas identidades se enmarcan también en ese modo de ser contemporáneos al que remite Leonor Arfuch: un sujeto atravesado por la migrancia, “por la otredad, por la constante inquietud por nuevos destinos” (Arfuch, 2010, p. 210). También desde posturas cercanas a los estudios culturales encontramos voces que se han expresado en tal sentido, mostrando que en el mundo contemporáneo la identidad se define en relación al viaje: movimiento que entraña una permanente construcción, en el que esa identidad no es ni fija ni inamovible, y donde juega un rol central el lenguaje, en el sentido de un “medio de construcción cultural en el que nuestros yo [selves] y nuestro propio sentido se constituyen” (Chambers, 1994, p. 42).
2. Apuntes teórico-metodológicos
Durante los años seleccionados para este análisis (2001-2005), los foros de Internet conformaron un soporte privilegiado de la escritura personal en línea, en el marco de una sociedad que definimos como mediatizada (Verón, 2013). El corpus delimitado corresponde a los posteos realizados en los foros mequieroir, emigrantesargentinos y patriamadre (de los cuales a la fecha permanece activo el primero de ellos) durante dicho arco temporal, coincidente con los años donde se registra una agudización en el número de argentinos que migraban al exterior (Calvelo, 2012), y signados además por una activa participación en tales interfaces. Estos foros, destinados a que los usuarios del sitio se conectaran con otros emigrados, formaron parte de páginas web que brindaban información y asesoramiento sobre cuestiones legales y administrativas relativas a la migración de argentinos, mientras que también solían proponer secciones sobre elementos que se vinculaban con hábitos y elementos culturales asociados al país de origen, en especial aquellos pertenecientes al ámbito culinario y deportivo.
La selección de estas interfaces obedece a considerar su centralidad en el ámbito de las nuevas tecnologías asociadas al desarrollo de los procesos migratorios en el período seleccionado (Andersson, 2013), como a su representatividad en el marco del universo disponible, dada por la riqueza y la relevancia del material. Precisamente, el corpus aquí analizado consta de un total de 226 conversaciones o threads, que incluyen 1141 posteos; dicha recopilación resulta luego de haber filtrado sólo aquellos threads que proponían temas que concernían a la emigración hacia España e Italia, o que planteaban reflexiones sobre la práctica emigratoria en general.
Destacamos que entendemos a estos foros de Internet como interfaces o espacios privilegiados de la movilidad contemporánea (retomando aquí las propuestas de Lim, Bork-Hüffer & Yeoh, 2016; Oiarzabal & Reips, 2012; Diminescu, 2008), los cuales, restringiendo y habilitando formas específicas de discursividad, promueven formas particulares de identificar a una pluralidad de actores y de trazar diferenciaciones con quienes son excluidos de ellos, mediante la construcción semiótica de distintos colectivos de identificación1. Para el abordaje teórico-metodológico del material relevado hemos estudiado a los foros en calidad de lo que la semiótica de los medios ha denominado interfaces interactivas: soportes donde se desarrolla una “manera singular de organizar la información, presentarla al usuario, relacionar el tiempo con el espacio y estructurar la experiencia humana en el proceso de acceder a la información” (Manovich, 2006, p. 122). Por ende, referirnos a publicaciones aparecidas en foros de Internet remite no sólo al tipo de soporte a analizar, sino a la actividad de consumo y de producción del usuario en relación al mismo, en este caso bajo la forma de la producción discursiva efectuada en esa superficie, entendida de una forma que no será ni aislada ni inmanente. Discursividad que, como abundaremos en el próximo apartado, se vincula también con una modalidad de escritura en la que se da cuenta de la propia vida y de la propia identidad ligadas, al decir de Arfuch (2010), con una expansión de lo biográfico. Esto es, un espacio signado por la consolidación de una multiplicidad de formas -materiales y significantes- donde prima el sujeto, o lo íntimo y lo privado, como interés prioritario.
Hemos referido que en nuestra investigación nos ubicamos en la perspectiva teórico-metodológica del análisis del discurso, entendiendo que este tiene por objeto “dar cuenta del funcionamiento de los fenómenos lingüísticos en su uso y de lo que estos evidencian en cuanto a la forma como los individuos que viven en sociedad construyen el sentido social” (Charaudeau, 2009, p. 8). En particular, adoptamos el abordaje del análisis de los discursos sociales o sociosemiótica desarrollada por el semiólogo argentino Eliseo Verón, perspectiva que nos permite incorporar herramientas analíticas como los estudios enunciativos y la semiótica de los medios.
La sociosemiótica veroniana se focaliza en la semiosis social, esto es, la dimensión significante de los fenómenos sociales a partir de entender que el funcionamiento significante de los discursos es indisociable de sus fundamentos sociales, y, al mismo tiempo, que todo funcionamiento social posee una dimensión significante que le es constitutiva (Verón, 1998). Como consecuencia de ello, para Verón las significaciones no tienen su origen en un individuo particular, sino que se originan en la sociedad y circulan por ella, adoptando distintas formas en sus materializaciones discursivas. Al mismo tiempo, ello implica una contraparte: los fenómenos sociales, esto es, los objetos representados, no se ubican por fuera de esta circulación de sentido; la realidad, entonces, se construye y adquiere sentido discursivamente.
Siguiendo con esta perspectiva, en el análisis de los discursos de los foros de Internet hemos propuesto interpretaciones acerca de las regularidades presentes en ellos, a través del reconocimiento de huellas presentes en su superficie textual y que se reconducen a la existencia de determinadas condiciones de producción, que implican a su vez el funcionamiento de otros discursos. De este modo, hemos reconocido y seleccionado aquellas huellas que permiten proponer una hipótesis sobre las reglas de funcionamiento esos discursos, así como dar cuenta de las gramáticas productivas de las identidades de los emigrantes argentinos.
Como ya hemos mencionado, recuperando desarrollos de los estudios culturales entendemos por identidad a las construcciones discursivas complejas y dinámicas (Hall, 2003; Larraín, 2003; Restrepo, 2007) que aluden a “los sentimientos de pertenencia a un colectivo y a los agrupamientos fundados en intereses compartidos” (Grimson, 2011: 138). Si pensamos además a esa identidad como construida, como puesta en funcionamiento a través del discurso, ese relato de acontecimientos, memorias e interpretaciones sobre la migración nos aproxima también al ámbito de la narración, entendida aquí como una forma de representarse el mundo, de organizar el modo en que el sujeto se vincula con aquél, ya que “todo relato nace de la imperiosa necesidad que tiene el hombre de ordenar la experiencia real o imaginada y de darle sentido” (Klein, 2009, p. 10). Tales discursos, además, son capaces de incorporar y dar cuenta de las alteraciones, las transgresiones imprevistas acaecidas en la propia vida, impulsando la búsqueda de un nuevo sentido en el que enmarcar ese acontecimiento; el relato permite además organizar y comunicar esa experiencia, a modo de intento de explicarla ante sí mismo y ante la mirada de los otros.
La migración, sin dudas, es una de estas desestabilizaciones; no es casual, entonces, que la narración de la propia experiencia migratoria sea un recurso utilizado con frecuencia en los posteos de los usuarios de los foros online, que presentan el relato de su desplazamiento de modo ejemplificador hacia otros participantes de esa interfaz. Desde este punto de vista, tampoco es azaroso –si se nos permite la breve digresión- que el recurso a las historias de vida, las entrevistas en profundidad y el análisis de las trayectorias migratorias sean herramientas metodológicas privilegiadas en los estudios migratorios contemporáneos, en particular por parte de aquellos que adoptan la perspectiva denominada transnacional.
En base al abordaje descrito, hemos llevado a cabo una exhaustiva tarea interpretativa del corpus textual delimitado, recuperando las construcciones discursivas de las identidades de los emigrantes argentinos del período 2001-2005, y enfatizando aquí en lo que respecta a la elaboración de la historia migratoria familiar como dimensión de relevancia en la construcción de identidades propias de los colectivos de migrantes argentinos. Presentaremos a continuación los resultados obtenidos en tal sentido, haciendo foco en la descripción de los distintos rasgos identitarios reconstruidos, y entablando paralelamente diálogos y tensionamientos con el marco teórico de referencia.
3. Análisis y discusión
3. 1. La migración de los antepasados como instancia de origen y de partida
En los foros analizados encontramos que, a nivel de las construcciones identitarias efectuadas, se despliega una dimensión de suma importancia: la historia migratoria familiar en calidad de punto de origen del propio linaje familiar y -a la vez- en punto de partida del nuevo derrotero emigratorio. Historia migratoria de los antepasados que muchas veces asume la forma de relato de esa trayectoria transatlántica del padre, abuelo o bisabuelo, o que -otro gran número de veces- se resume en un soy hijo de españoles o mi abuelo era italiano, dictum que se enuncia a modo de reclamo ante las restricciones administrativas para acceder a la nacionalidad de los antepasados.
Es fundamentalmente en la planificación de la partida donde la operacionalización discursiva de elementos relacionados con la migración de los antepasados es evidente. Así, en el mensaje #5-32 del foro emigrantesargentinos encontramos un enunciado ejemplar de la regularidad discursiva del conjunto: “Hola a todos, me interesa si alguien me puede informar cuales son los pasos y tiempos, cuando uno se va a España y consigue un precontrato o contrato de trabajo. Primero hay que obtener el permiso para luego acceder a la residencia?? Mi caso es que yo no tengo nacionalidad (puedo sacar la italiana pero tarda mucho) y mi idea es irme en los próximos 60 días con buenos contactos” (las cursivas son nuestras).
En la frase que hemos destacado, “no tener nacionalidad” es una especie de hipérbole (obviamente, sí se posee la nacionalidad argentina), que desnuda sin embargo una tópica relevante en los discursos de los emigrantes: la centralidad que se le asigna a la ciudadanía de algún país perteneciente a la Unión Europea. La preocupación documental, justamente, es la que convoca la referencia al linaje familiar -europeo- de los antepasados, que se construye como un objeto discursivo (Narvaja de Arnoux, 2009) para dar cuenta de un pretendido derecho a ser parte “legalmente reconocida” de esa tradición. Dicha construcción es particularmente evidente en mensajes como el que reproducimos, que se suceden a fines de sensibilizar y movilizar a otros foristas para exigir modificaciones en la legislación española sobre las condiciones de acceso a esa nacionalidad para hijos y nietos de españoles emigrados, problematizando al mismo tiempo la propia ascendencia (las cursivas son nuestras):
# 16-1 EA, 20/02/02
(...) Creo que una buena opción de presión es que todos nosotros, desde cualquier lugar del mundo, le pidamos que traten la ley de nacionalizacion lo antes posible y que asi permitan a todos nosotros obtener la ciudadania española, como pueden hacerlo los italianos que son tan comunitarios como los españoles. Creo que es injusto que siendo descendientes directos de españoles emigrados, tengamos que intentar hacernos italianos, rumanos, polacos o de cualquier otra nacionalidad, para solamente poder venir a España que es nuestra intención, o sea que nuestro vinculo no lo queremos perder y queremos formar parte de la comunidad de nuestros antepasados. Y qué mejor manera que poder hacerlo siendo españoles y no suecos pero con apellido González o Pérez, no? (...) Inundémoslos de mails solicitando que se nos de el derecho de volver a la tierra de nuestros padres o abuelos con todas las de la ley.
Recuperar la nacionalidad o la ciudadanía de los antepasados se enuncia como un derecho que se pretende legítimo, pero que aparece obturado por las disposiciones burocráticas del país de destino. En este tipo de discursos, la mención a la migración de los ancestros desde España o desde Italia aparece directamente asociada al reclamo por la obtención de la ciudadanía europea del enunciador. La inclusión del recorrido migratorio de los padres o de los abuelos en el propio discurso, así, se realiza a fines de enfatizar el vínculo con el país de origen de ese familiar; vínculo que refuerza y valida el reclamo (genuino según los emigrantes) de obtener beneficios legales basados en la proveniencia de esos antepasados: “Siendo hijo y nieto de español legalmente no pueden haber denegado la visa ya que fue presentada con todo lo que la ley exigia” (#16-1 PM, 05/08/04). La posibilidad de emigrar a la tierra de los antepasados, entonces, se enuncia como un derecho y a la vez como un retorno3, aunque sea la primera vez que se realizará ese viaje y que se pisará ese suelo. Justamente, es esa connotación de “vuelta al origen” la que permite en los discursos asociar la emigración a una suerte de acto de reparación: “Es muy importante que todos vayan, ya que es una forma de presión hacia las autoridades españolas que hoy en día no sólo no quieren reconocer nuestro derecho de sangre, sino que también pretenden exigir a corto plazo la visa para ingresar al país de nuestros abuelos. (...)” (#55-1 MQI, 26/05/02; los destacados son nuestros).
Sin embargo, es necesario aclarar que este derecho no se limita al viaje en sí sino a la posibilidad de hacerlo “legalmente”, esto es, respetando la normativa vigente en materia de emigración, a fines de no ser un “sin papeles”. Aunque, al mismo tiempo, la posibilidad de recuperar la ciudadanía española o italiana se asume como una suerte de pasaporte de entrada a la Unión Europea y a su posibilidad de libre circulación interior: “Ojala, que sea pronto, para que sean mas los argentinos los qeu tengan posibilidad de buscar un bienestar... (no solo en España, ya qeu con esa doble ciudadania, le abre la puerta a otros paises de la comunidad)” (#16-6 EA, 25/02/02; los destacados son nuestros). Justamente, estos discursos aparecen más bien despojados de valoraciones afectivas sobre la historia migratoria de los antepasados; compartir su ciudadanía de origen se enuncia ante todo como un pasaporte hacia Europa, “una llave de acceso que abre la puerta a un mundo más vasto, el de los Países así llamados desarrollados, y el de la economía mundial globalizada” (Fusaro, 2008, p. 239)4, y como la posibilidad de emigrar sin trabas legales. En palabras de los foristas, contar “en los papeles” con la nacionalidad de los antepasados obligaría a que estos emigrantes fueran considerados y tratados a su llegada “como un español o como un italiano más”: “Mi padre es Ciudadano Español desde el año 1979 y reside desde aquel entonces en España. Mi hermana nació en 1987 aquí en España. (…) ¿Tengo posibilidades de obtener la ciudadania en esta situación o en su defecto la residencia laboral?” (#26-1 PM, 09/09/04).
Sin embargo, sería inexacto -o una simplificación excesiva- sostener que la recuperación de la ciudadanía española o italiana de los antepasados llevaría únicamente a la delimitación de un emigrante interesado en prever detalladamente el propio recorrido. Seguimos aquí a Leonor Arfuch, quien sostiene que, en el marco de la construcción de la propia biografía, la recuperación de la nacionalidad de los ancestros es una “coincidencia quizá tampoco azarosa, la de una ‘inflación’ identitaria, la ‘doble’ nacionalidad (argentino/italiana [y agregamos, argentino/española]), esencial a la decisión entre el permanecer y el partir” (Arfuch, 2010, p. 207); “coincidencia” esta que, más allá de su indudable valor instrumental, adquiere también una particular relevancia como instancia de recuperación de un pasado familiar reciente.
En este sentido, el análisis del corpus nos confirma que la presencia del tópico de los antepasados inmigrantes da sentido al acontecimiento de la emigración vivida por los foristas en tiempo presente, conformando un reservorio mítico5 al que se apela en un momento definido como crítico6, y que funcionará también a la hora de legitimar discursivamente la propia partida. Proponemos como ejemplo el siguiente fragmento (las cursivas son nuestras):
#8-1 EA (23/02/02)
(…) Esta vez la decision es mia. Me voy para no volver mas. ME SIENTO ECHADA.
con una gran carga de culpa por no haber echo nada... Pero tambien me siento responsable de tener que irme. (…)
Me voy con tristeza… soy hija de italianos… que progresaron y apostaron una y otra vez en la argentina… (…)
Hacer las cosas bien… ser buen profesional, o tener talento… en Argentina no alcanza….
Me acordaré… de mis últimos tiempos… en que poco a poco fui reduciendo mis derechos… derecho al trabajo digno... derecho al techo etc…
he cumplido con mis obligaciones de ciudadana… (votar, pagar impuestos, etc…) pero hoy me siento estafada.
Me pregunto si hay que sentirse orgulloso de ser argentino o hay que tener verguenza???
Me voy para no volver... (si no te vas así, nunca echaras raíces en otra tierra)...
Y cuando este lejos y me pregunten... les dire que soy argentina...y que a pesar de sentirme echada... diré “cada pueblo tiene los gobernantes que se merecen”... quizas los cacerolazos... empiecen un cambio... que durara 15 o 20 años...
Tengo 34 años y la vida se vive una vez.
HASTA SIEMPRE ARGENTINA
En las indudables contradicciones que se encarnan en estos enunciados, y que se vinculan con un permanente movimiento de involucramiento / prescindencia del emigrante en su discurso sobre procesos y hechos concretos por los que atravesaba en ese entonces la Argentina, encontramos sin embargo regularidades en lo que respecta a la construcción de la historia migratoria familiar en calidad de legitimador del proyecto emigratorio. Así, la aparición en el discurso de referencias a la inmigración hacia la Argentina de padres y abuelos “que progresaron y apostaron una y otra vez” por el país, puede vincularse con una rememoración de un pasado y origen míticos de la propia estirpe familiar, en los que se elabora el objeto discursivo de un inmigrante venido de tierras lejanas que habría contribuido a forjar exitosamente la nación argentina (las cursivas son nuestras):
#122-20 EA (23/02/02)
(…) Mi padre, mi madre e incluso mi hermano mayor son españoles y puedo decirlo con conocimiento que en este país fueron recibidos con los brazos abierto, tratados con respeto y hoy en día , después de casi 50 años viviendo aquí son muy queridos por sus vecinos y conocidos.
Hace poco tramité la ciudadania española para tener la posibilidad de emigrar, llegado el caso de extrema necesidad pero hay algunas cosas que me llevan a pensarlo dos veces, una fueron las palabras de mi padre, con lágrimas en los ojos “es muy duro, muy dificil dejar tu tierra, tu familia, tus amigos para comenzar todo de nuevo en otro país” el lo sabe por experiencia propia, en Málaga quedó su madre y nunca más la volvio a ver y otra es el miedo a la xenofobia, no quisiera que mis hijos fueran discriminados por ser extranjeros, yo creo que el emigrante por el solo hecho de tener la valentía de “empezar de nuevo” merece el mayor de los respetos.-
Mi Argentina se hizo con el sudor y la sangre de miles de españoles, italianos, turcos, árabes, libaneses, alemanes, franceses, chilenos, peruanos, bolivianos y de muchos otros países que nos dejaron sus enseñanzas, su cultura, sus cosas buenas y también las malas.(...)
En el momento que nos ocupa, sin embargo, encontramos en los discursos de los emigrantes que ese país al que los antepasados habrían ayudado a construir parece haberse desvanecido. En esa elaboración, la propia partida se construye como un acto incluso obligado hacia la propia historia; así, hallamos que en los discursos de los emigrantes el esfuerzo de los antepasados se considera como aún válido, permanece vivo, en la partida de sus descendientes. Desplazamiento que muchas veces se realiza rumbo a ese pueblo que viera partir a los abuelos, y que garantiza la posibilidad de acceder a un futuro donde se realicen los propios proyectos, tal como se menciona en #29-1 EA (27/03/04): “(…) Me indigna el imaginarme el día de mañana ante alguno de mis hijos diciéndome que quiere estudiar medicina y yo no saber qué decirle. ¿Cómo le explico que aquí estudiar no les garantiza un futuro mejor? Mientras tanto, los años pasan y estamos siempre igual, sin expectativas. Por eso llegué a hartarme de esta situación y decidí organizarme para intentar construir un futuro en España (la Tierra de mi Madre y mis Abuelos)”.
3.2 El emigrado en destino: el pasado actualizado en los foros
En el apartado anterior hemos analizado los lazos simbólicos con una migración pasada en la instancia de la partida del país; empleando un punto de vista diacrónico, abordaremos ahora las significaciones que tal dimensión adquiere para el emigrante que ya se ha instalado en el destino planeado y que comparte sus experiencias y sus reflexiones en la interfaz estudiada. En esos discursos, la enunciación de las dificultades que se encuentran ese proceso (conseguir trabajo acorde a los propios estudios, alquilar una vivienda o un local comercial, establecer nuevos vínculos de amistad) aparecen ligadas al tópico de las migraciones familiares que, convertidas en vínculos históricos, se plantean como vulnerados por la sociedad de destino. Justamente, destacamos que las apelaciones a la historia familiar se realizan en relación a procesos de asentamiento que se enuncian como dificultosos, o que se alejan de las expectativas positivas iniciales en el momento en que se planificaba la propia migración. En los discursos sobre la integración exitosa en el nuevo país, por el contrario, no encontramos referencias ni apelaciones a una deuda simbólica ancestral para explicar tal situación positiva; esta se adjudica más bien al esfuerzo individual, a la propia voluntad y tesón en la consecución del objetivo propuesto con la migración.
Precisamente, cabe mencionar aquí que en otros trabajos (Busso, 2016) hemos consignado que en los medios de prensa de referencia dominante de la Argentina la dimensión de la historia migratoria familiar aparece estrechamente vinculada con la elaboración de un débito entre los países que conforman los sistemas migratorios de nuestro interés. En esos discursos se solicitaba un trato equitativo y justo para los emigrantes argentinos, reclamando una actualización de las condiciones beneficiosas que habrían encontrado los europeos en su llegada a la Argentina a fines del siglo XIX y a lo largo de la primera mitad del siglo XX (afirmación que requeriría de ulteriores desarrollos; remitimos aquí a Devoto, 2009), y apelando también al respeto de acuerdos bilaterales firmados entre los distintos países, que en una interpretación jurídica favorable podrían beneficiar las condiciones de los emigrantes argentinos a nivel de residencia y trabajo en el país de destino.
En lo que aquí nos compete, entonces, para los discursos de la instancia de la llegada publicados en los foros la apelación a una deuda histórica entre la Argentina y España o Italia como razón suficiente para brindar un tratamiento benévolo hacia los emigrantes argentinos aparece ante la experiencia de encontrar dificultades en la integración en el país de destino, y ligada a ese movimiento migratorio interoceánico previo, más que a la apelación a elementos legales inobservados. Mientras que las experiencias exitosas de integración se adjudican más bien al esfuerzo individual, a la propia voluntad y tesón en la consecución del objetivo propuesto con la migración y no son expresadas en los discursos de los emigrantes como reconocimientos de una paridad histórica en la acogida dispensada por la sociedad española o italiana, son por el contrario episodios a los que se distingue como de rechazo o de abierta discriminación los que se enuncian como directamente vinculados con la inobservancia de esos vínculos (los destacados son nuestros):
#28-5 MQI (23/04/02)
Mira, a mi me ofrecieron un trabajo en Barcelona, y mi marido que esta alli fue a averiguar, y es verdad de que los hijos y nietos de españoles tienen acceso a trabajar alli, pero no me extrañaria que los argentinos no, puesto que fue 2 veces a inmigración para consultas sobre los papeles a presentar y en la última vez “ NO LE CONTESTARON Y LE DIERON VUELTA LA CARA” , claro no podemos contestar a eso porque estamos en SU PAIS, ahora yo digo , y cuendo nuestros abuelos vinieron corriendo de la guerra civil española???? quien les dio la tierra?, si sufrieron mucho pero y ahora estamos re mal, pero…. quien les envio el trigo cuendo tenian hambre en tiempos de guerra?????, nos podriamos poner a contar los centros : gallrgos, asturianos, navarros, de castilla y leon, etc…. y veríamos cuanta comunidad española convive con nosotros en argentina.
Encontramos en este tipo de discursos dos gramáticas distintas pero no contradictorias: mientras que en el ejemplo apenas citado (#28-5 MQI) el enunciador se incluye en ese colectivo de descendientes de inmigrantes ultrajados que exigen un trato generoso recíproco al que recibieron “nuestros abuelos”, en el fragmento que proponemos más abajo el enunciador no se asume directamente como un descendiente de estos europeos, aunque sí se incluye en el colectivo que en el pasado acogió con beneplácito a “ellos”; es decir, a los inmigrantes de origen español que se dirigieron a la Argentina, país del trato amable y abierto dispensado por un “nosotros” en el que se incluye ese locutor, y que lo habilita a demandar un vínculo recíproco. En este tipo de elaboraciones discursivas encontramos también el empleo de esencializaciones y estereotipaciones, que se emplean para definir a la totalidad de los españoles acusados de “ingratitud histórica”, endilgándoles rasgos de “hermetismo y frialdad hasta el olvido historico de quienes hicieron posibles que sus padres hoy esten sanos y salvo (...)” (#127-5 MQI, 14/07/03). Este tipo de enunciadores acusa a quienes intentan plantear un posicionamiento menos dicotómico de no ser fieles a esa pretendida verdad histórica, acusándolos de bosquejar generalizaciones que, sin embargo, ellos mismos reproducen en sus enunciados (los destacados son nuestros):
#91-63 MQI (24/02/03)
(...) En la actualidad hace tres meses que estoy en la búsqueda y ni siquiera me llaman para entrevistas. Si quieres para subsistir hacer otra cosa, por ejemplo poner un local para vender algo o poner un miserable bar ni siquiera puedes alquilar algo porque te aumentan el precio ya por teléfono cuando escuchan el acento, o bien te piden un aval por el total del contrato (…)
Si quieres mudarte y alquilar un piso tambien te piden el mismo aval y sino debes pagar el contrato por adelantado, pero la mayoria cuando llamas para averiguar tambien te corta despues de preguntarte de donde eres. (…)
Bueno, este es el resumen. Solo lo digo para que no vengan acá como yo pensando que los van a tratar como nosotros a ellos allá.
Son todos xenófobos y si alguno actúa de otra forma es solo porque trabaja para el estado y no tiene miedo que algún inmigrante le quite el puesto o bien te quiere vender algo.
Todos pueden dudar si quieren, pero recuerden que alguien les avisó.
Estamos hablando aquí, entonces, de discursos donde la propia identidad se elabora conjuntamente con la construcción de un sentido del pasado; en este caso, de los significados asignados a la llegada de los ancestros europeos al país de origen, concebida como una inmigración recibida con beneplácito por parte de la sociedad argentina, y en base a la cual se solicita una acogida similar. La incorporación en el discurso de las rememoraciones de ese pasado inmigratorio -a veces ocurrido en la propia familia, pero de todos modos indisolublemente ligado a la construcción de la nación argentina-, desata resignificaciones impensadas de esa historia: fruto de conflictos y negociaciones entre los diversos actores involucrados, los vínculos históricos y familiares con la sociedad de destino adquieren un inesperado carácter dinámico en el momento de la inserción en el nuevo entorno.
Sostenemos que la instancia de la migración provoca rupturas y reacomodamientos en las identidades de los individuos, que se perciben amenazadas ante una situación límite; en relación con un pasado familiar que se revive discursivamente en otra instancia crítica (esto es, la llegada y la integración en el país de destino), proponemos también que tales momentos pueden pensarse como lugares discursivos donde se confronta la memoria de esa migración familiar pasada con la experiencia disonante del propio desplazamiento actual. Así, encontramos que la enunciación de la existencia de un débito histórico inobservado opera en los discursos analizados de modo tal de permitir la reelaboración de la propia identidad en base su cuestionamiento mismo, movido por el reconocimiento de la inestabilidad de elementos simbólicos que hasta ese momento se concebían como invariantes, y sobre los que se organizaba esa propia identidad.
El reconocimiento fáctico de la inexactitud de la propia interpretación de una determinada historia, entonces, aparece en los discursos analizados como una instancia que exige “una vuelta reflexiva sobre el pasado, reinterpretaciones y revisionismos” (Jelin, 2002, p. 26), otorgándole nuevos sentidos y construyendo nuevos elementos simbólicos para el auto y el hetero reconocimiento. Los discursos sobre la llegada a la Argentina de los propios antepasados, de este modo, son aquí un componente central en la identidad que de sí mismos construyen los emigrantes argentinos, y que justificaron en las propias alocuciones la pretensión de un trato equitativo al recibido por ellos.
Así, la comparación permanente entre el trato dispensado en el pasado y el recibido posteriormente en una emigración presente (que en ocasiones, como hemos visto, comportaba un viaje a ese lugar que se enunciaba como el “origen” familiar), funciona entonces no sólo como mecanismo que pone en juego las propias pertenencias simbólicas y territoriales, sino principalmente como redefinición colectiva obligada del propio bagaje identitario. Discursos que, hasta el momento del desplazamiento, los propios emigrantes proponían como constitutivos, como seguros, y que despliegan ahora un potencial de (in)definiciones posibles.
4. Conclusiones
En este artículo hemos abordado las identidades construidas en foros de Internet para los emigrantes argentinos, entendiendo que tales discursos se enmarcan en los procesos de mediatización que atravesaban también al fenómeno de la migración argentina de los últimos años. Mediante el abordaje teórico-metodológico del análisis de los discursos sociales hemos reconocido las persistencias y las mutaciones identitarias puestas en juego, y hemos analizado a la historia migratoria familiar como de una de las regularidades discursivas de las gramáticas identitarias que se desplegaban en los foros mequieroir, emigrantesargentinos y patriamadre. Vínculos familiares con los propios ancestros que, a su vez, se reelaboraron y se resignificaron con la concreción del desplazamiento emigratorio.
El período analizado (2001-2005) es el que abarca el último flujo migratorio de carácter masivo de argentinos hacia el exterior, aunque -a pesar de su relevancia- cuenta con un número relativamente escaso de estudios que se han preocupado por caracterizarlo. En ese sentido, la reconstrucción de aquellos rasgos identitarios con los que pueden definirse a esos emigrantes se preocupa por realizar un aporte en esa dirección, brindando además un abordaje de interés en lo que respecta a la conjugación de los estudios sobre migraciones, la semiótica de los medios y el análisis de las identidades desde un punto de vista constructivista y discursivo.
De este modo, hemos reconocido dos grandes instancias organizadoras de los discursos de los emigrantes de aquellos años en los que se ponía en juego el relato del propio derrotero familiar, eje identitario que privilegiamos en este artículo. Por una parte, en la instancia de la partida, se definió discursivamente un emigrante heredero de esos vínculos, en base a los cuales se pretendía un tratamiento acorde al que se enunciaba como dispensado a los antepasados inmigrantes, desde un punto de vista que podía ser instrumental: es decir, donde se facilitara el acceso a la nacionalidad de los antepasados, lo que implicaba un gran beneficio para programar el viaje. Aunque, al mismo tiempo, reconocimos en las enunciaciones de los migrantes que la actualización del proyecto migratorio de los antepasados se articulaba también a modo de legitimación de la propia partida, rememorando discursivamente el pasado y origen míticos de la propia estirpe familiar.
Por otro lado, en el momento de la llegada a destino esa historia familiar se reactualiza -especialmente para los casos de una integración dificultosa- como la denuncia de una deuda no cumplida por parte de la sociedad de acogida, que se materializaba en un rechazo hacia ese argentino que pretendía instalarse allí. Los vínculos históricos con las migraciones europeas pasadas son asumidos por los emigrantes argentinos en calidad de una suerte de memoria del propio país como receptivo y acogedor hacia esos desplazamientos, que habilita a su vez el reclamo de un tratamiento equitativo al que le habrían dispensado los antepasados argentinos a los españoles e italianos que atravesaban el océano.
Reconocemos que la instancia de la partida del país, justamente, enfrenta a los emigrantes al reacomodamiento y resignificación de sus (auto)definiciones previas, que se ponen en cuestión con nuevos advenimientos asociados al propio recorrido migratorio. El estudio que hemos propuesto de sus identidades, entonces, nos permite seguir temporalmente las pérdidas, los reajustes y las nuevas adquisiciones que ellas asumen en el tránsito. En esa búsqueda, la recuperación de memorias y narraciones vinculadas a la pasada movilidad familiar nos permite vincular la emigración reciente de argentinos con un pasado y origen míticos de esa historia migratoria, en las que opera el recuerdo de la figura del inmigrante de ultramar habría contribuido a forjar exitosamente la nación argentina. Construcción que orienta el sentido otorgado al presente y al futuro de la propia migración, atravesada por el reconocimiento de que aquellas posibilidades de ascenso social y de prosperidad económica asociada a la llegada de los antepasados europeos eran puestas en suspenso en la Argentina de la crisis.
Ese pasado mítico ligado a la inmigración de los propios antepasados europeos del siglo XIX, reiteramos, es el de la Argentina educada, moderna y blanca que se percibe puesta en jaque. En el período que nos ocupa, signado por la crisis económica de 2001, al mismo tiempo que se actualizan las memorias familiares de ese movimiento transoceánico, entran en crisis las aspiraciones y expectativas compartidas relacionadas a un universo simbólico común que aquellas alguna vez vehiculizaron. La emigración de esos argentinos descendientes de los barcos, como reza el saber popular de ese país, se enuncia en una relación de continuidad con las demandas de éxito social que la narración familiar asocia a los antepasados. En los relatos analizados, es dicho legado el que el actual emigrante debía preservar, poniendo en suspenso ese proyecto a través de una nueva partida. La imposibilidad de recrear tal movilidad ascendente exitosa en el nuevo lugar de destino, en ese marco, es vivida con enorme frustración, y se enuncia con tonos de denuncia y desencanto.
Por otra parte, el análisis de tales identidades en una materialidad significante particular como los foros de Internet nos permite reconocer que se enmarcan en una discursividad peculiar: aquélla que privilegia la visibilización, la puesta en primer plano, de la propia vida: se trata de la primacía del sujeto y de su intimidad como interés prioritario (Sibilia, 2009). En ese sentido, los foros estudiados pueden entenderse como espacios en los que se propone una nueva articulación de tales ámbitos, dada por la mostración pública de aspectos privados de una experiencia concebida de forma individual, tal como el desplazamiento migratorio que aquí nos convoca.
Los resultados desarrollados a lo largo de estas páginas, por otra parte, nos permiten discutir aquellas perspectivas teóricas que sospechan de la operatividad actual del concepto de identidad por entender que sería demasiado abarcador y omnipresente: “la identidad seduce, pero también confunde”, alerta en ese sentido Restrepo (2007, p. 24). Los resultados del trabajo aquí presentado, sin embargo, nos permiten aventurar que la problemática de la identidad se encuentra plenamente vigente, debido a su capacidad de continuar articulando las problemáticas de diversos ámbitos de la vida social -como la propia migración-, erigiéndose como un objeto de estudio de relieve. Creemos que tales rasgos complejos, conflictivos incluso, impulsan la actualidad de su estudio, en lugar de invalidar su empleo y abordaje.
Si retomamos aquí la provocación de Hall cuando interroga “¿quién necesita ‘identidad’?” (2003), haciendo nuestras las palabras de Arfuch podemos afirmar que la necesitamos “todos nosotros, en tanto debate aun pendiente en el campo intelectual, académico y político, en torno de nuestra idea contemporánea de nación, de las narrativas que pueden hoy representarnos (...) en lo que vamos llegando a ser, en los innumerables desplazamientos e identificaciones” (Arfuch, 2005, p. 42). Aunque no es el objeto de nuestro trabajo aquí, no desconocemos que las reivindicaciones de distintas minorías (étnicas, culturales, etarias, religiosas, sexuales, de género…) ponen en juego dinámicas de desigualdad y exclusión y, al mismo tiempo, reivindicaciones cuasi ontológicas de las diferencias, que exigen el compromiso del investigador por la puesta en cuestión de esas adscripciones identitarias y de su potencial simbólico.
En esa dirección, sostenemos aquí que la pertinencia de abordar la problemática identitaria se refuerza con el empleo de la perspectiva constructivista-discursiva, ya que nos alerta ante las pretensiones de naturalizarla u objetivarla. Por el contrario, este abordaje implica una atención decisiva hacia la puesta en sentido discursiva de la posición de sujeto, individual o colectivo. La dimensión discursiva de las identidades, entonces, es en cierto modo performativa: contribuye a constituir las relaciones, representaciones y disputas en el ámbito de lo social.
El desafío que nos compete en tanto investigadores es el de permitir el surgimiento de esa compleja conflictividad, desnudando su carácter histórico y situacional. El estudio de las enunciaciones de los emigrantes argentinos sobre su historia migratoria familiar como dimensión relevante en la configuración de sus identidades se ubica en esa dirección, reconociendo los aspectos idealizados de tales construcciones. Visibilizarlas en su potente complejidad quizás pueda permitir no sólo analizarlas e interpretarlas, sino también posibilitar que nuevos aspectos ligados a las memorias migratorias puedan ser desnaturalizados y atisbados tras ellas.
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Notas
1. Entendemos por colectivos de identificación a entidades fundamentalmente semióticas que aglutinan e identifican a una pluralidad de actores. Según Verón (2001), el análisis de los colectivos se ubica en el nivel de la discursividad, nivel en el que podrá surgir un “nosotros”, capaz de representar a una suerte de hablante colectivo -aunque no homogéneo-, que no será equivalente a la suma de las fuerzas individuales que lo componen, y al que se atribuyen comportamientos o cualidades determinadas.
2. Para identificar a los mensajes indicamos, en primer lugar, el número del thread en el total de las cadenas de mensajes correspondientes a cada foro. El número que sigue al guión indica la posición en el encadenamiento de respuestas que ocupa el mensaje transcripto; a él le sigue la identificación del foro, donde MQI corresponde a mequieroir, EA a emigrantesargentinos y PM a patriamadre. Todas las transcripciones se han hecho respetando la sintaxis, la gramática, la ortografía y las características tipográficas (mayúsculas, negritas, cursivas) originales.
3. Las dificultades en la definición del retorno derivan tanto de la escuela teórica que lo aborde, como de la multiplicidad de situaciones englobadas en tal denominación, entre las que se encuentran casos como “cuando se considera como ‘españoles retornados’ a los argentinos que emigran a España, que son descendientes de inmigrantes españoles y que en tal carácter obtuvieron la doble ciudadanía. En una versión discutible pero no carente de fundamentos, algunos estudios enfocan la inmigración de descendientes de europeos –argentinos con doble nacionalidad– como migración de retorno” (Luchilo, 2007, p. 5). De este modo, Arjona Garrido y Checa Olmos (2005) muestran que es posible incluir dentro de la categoría de retornados incluso a descendientes de emigrantes nacidos en el exterior y que nunca antes habían viajado al país de origen de sus antepasados. Versión que requeriría sin dudas de una ulterior reclasificación de esos retornados, que incluya también la propia autorrepresentación de su derrotero migratorio como movimiento de regreso o nueva migración.
4. La traducción del italiano es nuestra.
5. Entendemos a los mitos como construcciones culturales que son capaces, simultáneamente, de ser concebidos como “una explicación de la realidad (una suerte de sabiduría popular), como una incitación a la acción y como una falsificación” (Grimson, 2012, p. 23). Los mitos, de este modo, pueden funcionar a modo de sedimentaciones de experiencias potencialmente resistentes a procesos de cambio que los cuestionen, o promover poderosas fabricaciones culturales. Así, los mitos son un “relato que posibilita una comprensión de la realidad (y no otra)”, y que además puede acompañar “una idea nostálgica que idealiza algún pasaje de la historia argentina” (Caggiano, 2005, p. 195).
6. Según Rousso (2000), el recuerdo se relaciona indudablemente con acontecimientos traumáticos de los que se apropia y a los que reconstruye; la memoria misma tiene que ver entonces con el peso del pasado. Así, las situaciones de crisis como la argentina de 2001 pueden pensarse como lugares de confrontación, de choque, en los que se ponen de manifiesto las disputas y las negociaciones sobre las interpretaciones del pasado, el cual debe ser activado por los sujetos a fines de dotarlo de sentido.