Qué es la creatividad lingüística: una explicación neurocognitiva a partir de nombres de comercios de Mar del Plata

What is linguistic creativity: A neurocognitive explanation on the basis of the names of Mar del Plata shops

Citación: Gil, J. M. (2018). Qué es la creatividad lingüística: una explicación neurocognitiva a partir de nombres de comercios de Mar del Plata. Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura, 28(1), 116-134.

Dirección Postal: Universidad Nacional de Mar del Plata y CONICET, Departamento de Filosofía, Funes 3350, 7600 Mar del Plata, Argentina

DOI: dx.doi.org/10.15443/RL2810

José María Gil

Universidad Nacional de Mar del Plata

CONICET

Argentina

josemaria@gilmdq.com

Resumen: De acuerdo con la tradición dominante de la teoría generativa, la creatividad lingüística es la capacidad de producir infinitas oraciones a partir de un conjunto finito de instrucciones sintácticas. Aunque esta idea de creatividad ha sido aceptada y festejada, sólo se trata de manejar una secuencia de categorías y escoger en cada paso un miembro de cada categoría. En efecto, la así llamada creatividad generativa no es más que una operación secuencial que ofrece opciones para cada punto de la secuencia, y esto es comparable a la operación secuencial en la que completamos la bandeja con la comida disponible en el comedor. De hecho, la creatividad generativa no puede dar cuenta de los procesos verdaderamente creativos, por ejemplo de la invención de palabras nuevas o nombres originales. Por el contrario, el enfoque neurocognitivo asumido por la teoría de redes relacionales sí puede dar cuenta estos procesos genuinamente creativos. En este trabajo se mostrará cómo es el proceso neurocognitivo gracias al cual se crean y se entienden nombres cuya originalidad se basa en la ambigüedad deliberada.

Palabras clave: Creatividad Lingüística - Teoría Generativa - Redes Relacionales - Ingenio - Conceptos

Abstract: According to the dominant mainstream of generative theory, linguistic creativity is the capacity of producing infinite sentences by means of a finite set of syntactic instructions. Although this idea has been accepted and celebrated, it is only about controlling a sequence of categories and choosing one member of each category at each stage. Effectively, the so called creativity in generative linguistic is just a sequential operation which provides options at every stage of the sequence, and such process could be compared with the sequential operation that allows us to fill the tray with the meals that are available in the refectory. In fact, generative creativity cannot account for really creative processes, for example the invention of new words or original names. On the contrary, the neurocognitive approach adopted by relational network theory does account for such genuinely creative processes. This article will explain the neurocognitive process thanks to which a person creates or understand names whose originality is based on intentional ambiguity.

Keywords: Linguistic Creativity - Relational Networks Generative Theory - Ingenuity - Concepts

Este pensador observó que todos los libros, por diversos que sean, constan de elementos iguales: el espacio, el punto, la coma, las veintidós letras del alfabeto. También alegó un hecho que todos los viajeros han confirmado: No hay, en la vasta Biblioteca, dos libros idénticos.

Jorge Luis Borges, “La biblioteca de Babel” (1941)

1. Introducción

El objetivo de este artículo es proponer una concepción realista y satisfactoria de la creatividad lingüística, la cual comúnmente se asocia (de manera dogmática e ilusoria) a la definición provista en el marco de la teoría generativa. Cada uno de los incisos de este trabajo constituye un paso en la prosecución del objetivo planteado.

De esta forma, en el segundo inciso, que sigue a esta introducción, se pasa revista a la famosa idea de “creatividad lingüística” en términos de Chomsky (1965, p. 6) y se expone cómo, según Steven Pinker, dicha idea tendría un carácter glamoroso.

En la tercera parte, un análisis crítico de los conceptos de la sección 2 permite entender que la conocida analogía entre la creatividad de Chomsky y la erzeugen de Humboldt es inadecuada. Esto es así porque la creatividad en general según Humboldt (dentro de la que se incluye la creatividad lingüística) no tiene nada que ver con la producción mecánica de objetos por parte de un dispositivo de alta capacidad, sino que se trata del esfuerzo productivo que permite dar lugar a algo verdaderamente nuevo.

Ya en la sección 4 se empieza a proponer una concepción realista y amplia de la creatividad lingüística, gracias a la cual podemos dar cuenta de los procesos cognitivos involucrados en la producción y la comprensión de juegos de palabras, metáforas nuevas, conceptos nuevos, neologismos, etc., una empresa que resulta imposible (e innecesaria) para la teoría generativa. En el quinto inciso se defiende la plausibilidad neurológica de las redes relacionales que permiten representar la producción y la comprensión verbal.

La sección 6 ofrece una explicación neurocognitiva de la creatividad lingüística a partir de juegos palabras que dan nombres a comercios marplatenses y en los que se explota deliberadamente la ambigüedad. Esta sección es de algún modo el núcleo del trabajo porque se evalúa la hipótesis de que la creatividad lingüística involucra el establecimiento de conexiones nuevas en el nivel del significado y en el nivel léxico-gramatical. La hipótesis se pone a prueba por medio del diseño de redes relacionales que dan cuenta de la creatividad que se pone de manifiesto en los nombres ingeniosos.

Por último, en las conclusiones, se sugiere que la creatividad lingüística no tiene mucho que ver con la gramática generativa, sino más bien con ese sorprendente poder mental del ser humano que tanto le interesaba a Humboldt.

2. La proclama de “creatividad” y “glamour” de la lingüística generativa

Para la teoría generativa, la creatividad lingüística es la capacidad que tiene una persona de producir y entender oraciones que nunca ha dicho o escuchado antes a partir de un conjunto finito de instrucciones sintácticas (Chomsky, 1965). Se trata sin dudas de un rasgo esencial de la gramática generativa, que es “un sistema parcialmente innato, combinatorio y productivo” (Pinker & Jackendoff, 2005, p. 222) con la función de, justamente, crear estructuras sintácticas.

La hipótesis de que la creatividad consiste en la capacidad de generar oraciones ha sido ampliamente aceptada porque la teoría generativa (creada por Noam Chomsky a mediados del siglo XX) se terminó convirtiendo en una de principales corrientes de las ciencias del lenguaje, tal vez en la teoría hegemónica (Chomsky 1957, 1959, 1965, 1981, 1985, 1995, 2001, 2005). Además, la repercusión de la figura Chomsky ha contribuido para ello. Por ejemplo, Steven Pinker festeja que el aclamado lingüista haya estado cerca de convertirse en una celebrity:

La palabra glamour se origina en la palabra grammar, y desde la revolución chomskyana viene muy al caso. ¿Quién es capaz de no deslumbrarse ante el poder creativo de la gramática mental, ante la capacidad de expresar un número infinito pensamientos por medio de un conjunto finito de reglas? Se publicó un libro titulado El hombre gramatical [Grammatical Man] y hubo una conferencia de entrega del Premio Nobel en la que se comparaba la maquinaria biológica con la gramática generativa. A Chomsky lo ha entrevistado la revista Rolling Stone y se ha hablado de él en el programa Saturday Night Live. En el cuento de Woody Allen “La puta de Mensa” [“The Whore of Mensa”] el cliente pregunta: “Supongamos que quisiera que dos chicas me explicaran a Chomsky”, y ella responde: “Tendrías que pagar por eso” (Pinker, 1994, p. 126).

El encantamiento de Pinker es corolario de un trayecto iniciado en la década de 1950. Por ejemplo, en Syntactic Structures (1957, p. 13) Chomsky ya se muestra muy interesado en la naturaleza creativa del lenguaje, al cual concibe como “un conjunto (finito o infinito) de oraciones, cada una de ellas de longitud finita, construida a partir de un conjunto finito de elementos”. No mucho después, en Aspects of the theory of syntax (1965), Chomsky pone énfasis en la naturaleza “creativa” del lenguaje al decir que éste tiene la capacidad de proveer los medios para expresar indefinidamente muchos pensamientos y para reaccionar adecuadamente ante un variado rango de situaciones nuevas. Así, la gramática de una lengua particular necesita respaldarse en una gramática universal, la cual da lugar a la faceta creativa del uso lenguaje y explicita las regularidades profundas que son comunes a todas las lenguas pero que (justamente a causa de su naturaleza universal) no aparecen en las gramáticas de las lenguas particulares.

Desde los orígenes de la teoría generativa, la idea misma de creatividad es un rasgo esencial del conocimiento del lenguaje por parte de un individuo. En Aspects... (1965) resulta crucial la famosa antinomia entre la competencia [competence] y la actuación [performance], es decir, entre el conocimiento que el hablante-oyente ideal tiene de su lengua y el uso del lenguaje (Chomsky, 1965). La antinomia competencia-actuación se vincula a la conocida oposición de langue vs. parole acuñada por Saussure, aunque la lengua saussuriana se diferencia de la competence porque aquella es, según Chomsky, “nada más que un inventario de elementos”, mientras que ésta es un sistema de procesos generativos. De esta forma, la lingüística generativa se interesa por lo que el hablante realmente conoce, y no se interesa porque lo que el hablante sabe que conoce o por lo que cree que conoce. Por ejemplo, los hablantes de castellano realmente conocen que la oración (i) es gramatical y que las oraciones (ii) y (iii) no lo son. (El asterisco * indica agramaticalidad).

(i) el café está rico

(ii) * el café estamos rica

(iii) * rico está café el

La gramática generativa de la década de 1960 incluye entre sus varios componentes un nutrido sistema de reglas de estructuras de frase. Una de esas reglas hará explícito que la agramaticalidad de (ii) se debe a que no hay concordancia, mientras que otra regla hará explícito que (iii) es agramatical porque los constituyentes no ocupan las posiciones que les corresponden. Por su parte, otra de las reglas, que se representa en (iv), hará explícito el conocimiento que de hecho tiene el hablante oyente ideal para poder generar (i).

(iv) Oración Frase Sustantiva [Determinante + Sustantivo] + Frase Verbal [V + Adjetivo]

Oración Frase Sustantiva [el + café] + Frase Verbal [está + rico]

Por otro lado, un hablante competente nunca producirá construcciones como (ii) y (iii) sencillamente porque no hay reglas en su sistema interno que le permitan generarlas. Dado que el conocimiento del lenguaje tiene una naturaleza generativa, es decir, creativa, Chomsky entiende que su teoría retoma la perspectiva de Wilhelm von Humboldt, para quien el estudio comparativo de las lenguas habrá de dar con el inmenso “poder mental del ser humano” (Humboldt, 1836, p. 21). Por medio de dicha comparación se podrá entender cómo se concretan las variadas formas en las que los innumerables pueblos del orbe resuelven la tarea de formar un lenguaje. El poder mental del ser humano en términos de Humboldt es “verdaderamente creativo” e incluye al lenguaje como uno de sus componentes. Por su parte, Chomsky dice que generate [“generar”] es la traducción más apropiada para erzeugen [“fabricar”, “producir”, “generar”] tal como la usa Humboldt, porque ambas aluden directamente al potencial creativo del lenguaje.

3. Un análisis crítico de la creatividad” y el “glamour” de la lingüística generativa

Tratemos ahora de analizar idea misma de creatividad generativa para entender bien de qué se trata y, en especial, para evaluar luego si puede dar cuenta de los procesos creativos que involucran el uso del lenguaje. La creatividad lingüística en términos de la teoría generativa tiene una serie de características que en este inciso se destacan en negrita.

i. La creatividad generativa es independiente del contexto de la cultura. Chomsky deja bien claro que la creatividad lingüística es individual. La gramática generativa, en sus diferentes modelos a lo largo del tiempo, es un sistema interno e individual, que tiene su asiento en la mente/cerebro. La lingüística tendrá que dar cuenta de dicho sistema interno para entender qué es lenguaje, cómo se lo aprende y cómo se lo usa (Chomsky, 1965; 1985, 1995, 2005; Hauser, Fitch & Chomsky, 2002; Fitch, Hauser & Chomsky, 2005). Por su parte, la idea de erzeugen de Humboldt también alude a la creatividad individual, puesto que es una persona concreta la que ejecuta los procesos mentales en general y los procesos lingüísticos en particular. Sin embargo, hay una diferencia importantísima que Chomsky pasó por alto en Aspects... (1965). Para Humboldt, la productividad lingüística a la que se hace referencia por medio de erzeugen involucra la participación de la sociedad: Para usar sus palabras, el lenguaje se erige sobre “el poder colectivo de la humanidad” (Humboldt, 1836, p. 44). Esta idea difiere de forma drástica de la hipótesis generativista según la cual la comunidad de habla no incide en la configuración del sistema lingüístico interno. Más aun, cuando en lingüística generativa se habla de “uso” se está haciendo referencia a un conjunto de fenómenos relativamente subsidiarios, puesto que el genuino objeto de estudio es el conocimiento del sistema interno que permite generar estructuras sintácticas. Y, en palabras de Chomsky (1985, p. 24) “la habilidad para utilizar el lenguaje puede mejorar o empeorar sin que se produzca ningún cambio en el conocimiento”.

ii. La creatividad generativa es predictible. La concepción generativista de la creatividad lleva a sostener que los productos del sistema lingüístico individual e interno de una persona (que es exactamente igual al de todos los demás hablantes de la lengua) son predictibles. Así, una gramática generativa no sólo predice las oraciones que un hablante puede generar sino también cómo se las interpreta. Dado que el conocimiento del lenguaje es único e inmutable, la interpretación de la oración (lo cual incluye la interpretación de su significado) coincide con la generación. No es exagerado decir que para la lingüística generativa no hay diferencia entre la producción y la interpretación de las oraciones. En realidad, entender una oración es reconocer cómo fue generada.

iii. La creatividad generativa está bien acotada. Chomsky equipara la creatividad con la capacidad de producir un número infinito de oraciones. Para él, la teoría generativa habrá de ofrecer una cabal comprensión de “cómo se hace un uso infinito de medios finitos”, y aquí Chomsky usa las palabras de Humboldt (1965, p. 8). La teoría generativa supone que está en condiciones de superar las limitaciones técnicas que aquejan a los demás modelos gramaticales porque la recursividad será suficiente para explicar el proceso creativo del lenguaje. De este modo: (i) la creatividad equivale a la infinitud y (ii) la infinitud es caracterizada por la recursividad. Por ello, la infinitud caracterizada por la recursividad está bien definida. Así, el sistema de reglas recursivas describe un número infinito de oraciones, pero siempre dentro de un conjunto de estructuras claramente definidas y limitadas. En otras palabras, las infinitas oraciones que se pueden generar se encuentran claramente acotadas por la gramática generativa que las hace posibles.

iv. La creatividad generativa es fija. La teoría generativa descarta la posibilidad de que el sistema lingüístico se reconstruya o se modifique de algún modo. Chomsky ha ido presentando diversos modelos a lo largo de las décadas, y es bien sabido que se pasó de los modelos de reglas (Chomsky, 1957, 1965) al modelo de principios y parámetros (Chomsky, 1981, 1985), y de éste al Programa Minimalista (Chomsky, 1995). Pero más allá de las sustanciales variaciones teóricas lo cierto es que cada uno de los modelos de gramática generativa es un sistema fijo, inmutable, que jamás se modifica en virtud de ningún otro factor. He aquí otra diferencia crucial con la erzeugen de Humboldt, que se trata de un proceso en constante cambio, cuyos productos también cambian a partir de lo que se ha producido antes. Por añadidura, la erzeugen de Humboldt es un proceso que se modifica a sí mismo y da lugar a diversos procesos nuevos.

v. La creatividad generativa es un módulo encapsulado de la mente humana. La facultad del lenguaje es un módulo bien diferenciado de la mente humana. Sus estructuras y mecanismos exclusivos permiten explicar por ejemplo las diferencias entre los humanos y los otros animales (Fitch, Hauser & Chomsky, 2005). En efecto, la teoría generativa (en cualquiera de los modelos que se elija a lo largo de la historia) intenta dar cuenta del sistema lingüístico que produce estructuras sintácticas sobre la base de la hipótesis de que el sistema lingüístico es un módulo encapsulado (del todo independiente) de los otros sistemas cognitivos, como la audición, la vista, el sistema somato-sensorial.

En síntesis, la creatividad generativa está dada por la existencia misma de la gramática, que tiene la capacidad “glamorosa” (según Pinker) de producir un conjunto infinito de oraciones a partir de un conjunto finito de instrucciones, como reglas o principios y parámetros. En Aspects... (1965) Chomsky asocia su idea de creatividad a la de Humboldt.

Sin embargo, las cinco características de la creatividad generativista aquí enunciadas no parecen del todo compatibles con la concepción de erzeugen, que es más bien un aspecto de la capacidad general de invención que tiene el ser humano. En verdad, la creatividad de Chomsky se reduce a la producción de objetos sintácticos gracias a un sistema pertinente para tal fin, mientras que la creatividad de Humboldt se aplica a un rango mucho más amplio, más bien a la totalidad del pensamiento humano y sus manifestaciones visibles.

Como dice Ernest Koerner (1995), la analogía de Chomsky entre creatividad y erzeugen está mal planteada porque la creatividad lingüística según Humboldt no tiene nada que ver con la producción mecánica de oraciones por parte de un dispositivo de alta capacidad, sino más bien con el esfuerzo creativo que da lugar a algo verdaderamente original.

En la próximas secciones se tratará de mostrar una concepción mucho más amplia de la creatividad lingüística en relación con el sistema general de los procesos neurocognitivos y se la evaluará a partir de ejemplos concretos.

4. Una concepción amplia y realista de la creatividad lingüística

En verdad, la idea chomskyana de creatividad lingüística viene siendo cuestionada hace tiempo porque no es otra cosa que la capacidad de combinar una serie finita de elementos conocidos por medio de una serie de patrones computacionales finitos y también conocidos. El interés por muy diversos aspectos de la producción y la comprensión verbal ha llevado a numerosos lingüistas a sugerir (a veces de forma sutil y otras veces de forma explícita) que la creatividad generativista no da cuenta de esa capacidad siempre abierta y cambiante que tenemos los humanos para producir algo nuevo, desde un juego de palabras breve hasta una novela de mil páginas. En este sentido resultan interesantes varios trabajos que analizan la creatividad lingüística en relación con otros sistemas cognitivos y con el contexto de la cultura (Carter, 2004, 2007; Zawada, 2006; Maybin & Swann, 2007; Bushnell, 2009).

Hemos visto que debido a la poderosa influencia de la teoría generativa, a la idea de creatividad lingüística se le ha adjudicado una cierta magia. Por ejemplo, Steven Pinker considera que es casi un deber intelectual quedar fascinado ante la creatividad de la gramática y también opina que la gramática generativa viene a darle sentido a la etimología de glamour. (Parece que glamour proviene de una variante de la voz escocesa gramarye, “hechizo, encantamiento, palabras mágicas”, y que gramarye es una alteración de la palabra inglesa grammar, en su acepción referida a las ciencias ocultas o las artes mágicas).

Sobre la base de argumentos como los de Chomsky y Pinker se asume, con deslumbramiento y fascinación, que el lenguaje es creativo y que la gramática generativa capta esa creatividad. Ahora bien, si analizamos el argumento con sentido crítico, nos damos cuenta de que el único tipo de creatividad descrito por la gramática generativa es la habilidad de las personas para formar nuevas oraciones sobre la base de instrucciones sintácticas establecidas. Desde luego, los hablantes de cualquier lengua tienen esa habilidad, ¿pero es esa toda nuestra creatividad, o nuestra principal creatividad?

Como señala Lamb (1999, p. 205) “se trata simplemente de tomar una secuencia de categorías y escoger uno de los miembros de cada categoría. Este tipo de operación en poco difiere de cualquier otra actividad secuencial en la que hay una opción disponible en cada punto de la secuencia (como cuando pedimos y comemos cierto plato en un restaurante, o llenamos la bandeja en un comedor)”.

Así las cosas, la creatividad generativa que tanto maravilla a Pinker termina siendo una creatividad bastante trivial, o más aún, una creatividad inevitable. Los que se deslumbran ante la habilidad para producir una nueva oración que jamás habíamos escuchado o emitido, deberían deslumbrarse también cuando una persona es capaz de llenar una la bandeja en el comedor para elegir un plato que jamás había probado.

Parece entonces que la inevitable creatividad generativa es no es creatividad del todo o, a lo sumo, es un tipo de creatividad muy básico. He aquí, en cambio, ejemplos de la creatividad más interesante, de la creatividad real, de la creatividad en la que piensa Humboldt (1836): la invención de una palabra nueva; la construcción de un concepto nuevo (en especial un concepto que integra significados antes no conectados); la concepción de una metáfora nueva para representar una combinación de experiencias complejas; la planificación (o la concreción) de un poema o un razonamiento; la visualización y la descripción de una casa; la idea para decir o escribir algo que no encaja en la sintaxis estandarizada. En definitiva, las instrucciones de una gramática generativa no están pensadas para explicar procesos verdaderamente creativos como los de los ejemplos recién enumerados.

Unos párrafos atrás se hizo referencia a varios enfoques que conciben a la creatividad lingüística en un sentido no sólo más amplio sino también realista, es decir, en un sentido que abarque las producción de metáforas nuevas, conceptos nuevos, neologismos, versos, etc. La teoría de redes relacionales, creada por el lingüista norteamericano Sydney Lamb, permite entender que eso que llamamos lenguaje es una red de relaciones. Este enfoque relacional no es novedoso en lingüística: Encuentra sus orígenes en la obra de Saussure y tiene como representantes destacadísimos a Hjelsmlev, Halliday y el mismo Lamb (Gil, 2016).

Según la teoría de redes relacionales, el sistema lingüístico interno no es otra cosa que el sistema gracias al cual las personas se involucran en actividades concretas y directamente observables como hablar, comprender, leer, escribir, pensar, aprender. De esta definición no se sigue que los diferentes individuos con la capacidad de hablar y entenderse tengan que tener el mismo sistema lingüístico. Por el contrario, cada persona tiene su propio sistema lingüístico, que jamás es idéntico al de otro. A diferencia de la teoría generativa, la teoría de redes relacionales supone que el sistema lingüístico interno de cada persona es único e irrepetible (Lamb, 2006).

Ahora bien, una persona les habla a las otras y se entiende con ellas por medio de su sistema lingüístico; ¿pero dónde está ese sistema? Disponemos de al menos una respuesta general gracias al trabajo de generaciones de neurólogos y neurocientíficos (entre ellos, los neurolingüistas): El sistema lingüístico del individuo está en la corteza cerebral. Por ello uno de los objetivos principales de la teoría de redes relacionales es dar cuenta de la base neurocognitiva del lenguaje (Lamb, 1999, 2004, 2005, 2006, 2013). Dentro de este contexto, el sistema lingüístico del individuo es un objeto físico real (también lo es, desde luego, la corteza cerebral). Y en tanto objeto del mundo biológico, el sistema lingüístico es observable, al menos de forma indirecta, gracias a las neuroimágenes o aun al análisis cuidadoso de las emisiones de los individuos (Lamb, 2005).

En términos neurocognitivos eso que llamamos “lenguaje” es apenas un rótulo para hablar de una configuración particular de subsistemas cerebrales interconectados a los que nos gusta pensar como si fueran una unidad (Lamb, 1999). Ocurre que el sistema lingüístico real, que tiene su asiento en el cerebro, se conecta de un modo muy complejo con otros subsistemas cognitivos: Lo que tiene de especial la configuración de subsistemas corticales interconectados que de modo laxo llamamos “lenguaje” es precisamente la conectividad. Entre esos subsistemas se encuentran el reconocimiento fonológico, el léxico, la producción gramatical, la producción fonológica, las representaciones semánticas, etc. La Tabla 1 ilustra la ubicación aproximada de diferentes subsistemas del sistema lingüístico (Lamb, 1999).

Como su nombre lo indica, la teoría de redes relacionales supone que la información lingüística reside en la conectividad. Esta idea se remonta a la década de 1960, antes de que se pensara en la plausibilidad neurológica de la teoría. En principio, cuando Lamb elaboró la “gramática estratificacional” (Lamb 1966a, 1966b, 1966c), se basó en los trabajos de Hjelmslev (1943) y Halliday (1967a, 1967b, 1968). Del primero tomó la idea de que el sistema lingüístico es un complejo donde no hay unidades estáticas sino relaciones; del segundo, la notación usada para la gramática sistémico-funcional, gracias la que se distinguen claramente las relaciones sintagmáticas (“ambos-y”) y las relaciones paradigmáticas (“uno u otro-o”).

De esta manera, si se identifican las relaciones inmediatas de una unidad lingüística, por ejemplo las del sustantivo gato, la unidad lingüística como tal desaparece: Sólo quedan las relaciones, esto es, la conectividad. Dicho toscamente, una unidad lingüística no es más que un nodo en una red de relaciones, y esto vale para cualquier rasgo fonológico, fonema, morfema, lexema, etc. Véase, a modo de ejemplo, la Figura 1.

Subsistema

Área cortical probable

* Percepción auditiva primaria

Corteza auditiva primaria (en la circunvolución temporal superior)

* Reconocimiento fonológico

Área de Wernicke (en la circunvolución temporal superior)

Léxico

Circunvolución angular (lóbulo parietal) y otras áreas adyacentes al Área de Wernicke

Producción gramatical

Lóbulo frontal cerca de (y parcialmente dentro de) el Área de Broca

* Producción fonológica

Área de Broca (en el lóbulo frontal)

* Producción articulatoria

Regiones de la boca y de la lengua en la franja motora (circunvolución precentral, en el lóbulo frontal)

Categorías de objetos concretos

Ubicaciones varias en los lóbulos temporal y parietal

* Visión

Lóbulo occipital

* Percepción táctil

Corteza somático-sensorial (lóbulo parietal)

Planificación

Lóbulo prefrontal

Nota: Se marcan con un asterisco las áreas corticales cuyas ubicaciones se conocen bien. Las áreas primarias unimodales se representan además en bastardilla. Cerca de las áreas primarias se ubican las áreas que son funcionalmente más cercanas a ellas; y así se sigue “hacia arriba” con los niveles de la jerarquía. Si se consideran la plasticidad del cerebro y un proceso de aprendizaje abajo-arriba, tiene sentido pensar que el desarrollo cognitivo sigue esta estrategia.

Tabla 1. Localizaciones corticales hipotéticas de algunos subsistemas importantes

Figura 1. Red relacional en torno al nodo léxico para gato

La Figura 1 representa una pequeña parte del sistema lingüístico de un hablante real del castellano de Argentina. El nodo para gato corresponde al nivel léxico y se conecta, de forma ascendente, con los nodos semánticos para FELINO DOMÉSTICO, PELUCA, PROSTITUTA, lo cual da cuenta de la polisemia, es decir, varios significados para un solo nodo léxico. Por su parte, en sentido descendente, el nodo léxico para gato se conecta con los nodos fonológicos para las sílabas /ga/ y /to/. Obsérvese que en la Figura 1 se representa más información con el fin de ejemplificar cómo son las redes relacionales: el nodo para el significado PELUCA se conecta de forma descendente con varios nodos léxicos: peluca, quincho, gato [con estas dos últimas palabras también se alude a una peluca en Argentina]. El nodo para la sílaba /ga/ se conecta con el nodo léxico para yoga (y muchos más).

Para entender la Figura 1 es necesario tener en cuenta aspectos básicos de la notación “gruesa” o “abstracta” de las redes relacionales:

• Los triangulitos representan nodos “Y”, es decir, relaciones en presencia (sintagmáticas). Por ejemplo, para la activación de gato, se activan /ga/ y to/.

• Los corchetes representan nodos “O”, es decir, relaciones en ausencia, uno u otro, relaciones paradigmáticas. Por ejemplo, para la activación PELUCA puede elegirse cualquiera de estos nodos léxicos: peluca, gato, quincho. (Hay ambigüedad cuando se activan dos o más nodos al mismo tiempo).

• Cuando las líneas salen de diferentes puntos hay nodos ordenados: Los elementos de la secuencia aparecen uno después de otro. La activación del nodo léxico para gato primero le manda activación a la sílaba /ga/ y después a la sílaba /to/.

• Cuando las líneas salen de un mismo punto hay nodos no-ordenados. En efecto, la activación del nodo para gato le manda activación de forma simultánea a todos los nodos semánticos con los que está conectado. Luego se activará el que más activación reciba en virtud de lo que se está hablando, salvo que haya ambigüedad, en cuyo se activan dos o más al mismo tiempo.

• La activación de la información lingüística es tanto ascendente como descendente. En la Figura 1 se representa que la producción lingüística va desde los significados hacia la fonología, mientras que la comprensión lingüística va desde la fonología (el reconocimiento de fonemas y sílabas) hacia los significados.

• En el caso de los nodos “O”, los corchetes que apuntan hacia abajo son descendentes (en la Figura 1 el de PELUCA) mientras que los corchetes que apuntan hacia arriba son ascendentes (en la Figura 1 los de gato, /ga/ y /to/).

• Por su parte, en el caso de los nodos “Y”, los triangulitos con base en la parte inferior son descendentes (en la Figura 1 el nodo para gato), mientras que los triangulitos con base en la parte superior son ascendentes (no hay ejemplos de esta clase en la Figura 1, pero sí los hay en la Figura 8, más adelante).

Uno de los grandes beneficios de esta forma de notación es que pueden evitarse los problemas que surgen cuando se usa una lengua natural como el español para representar precisamente una lengua natural como el español. Se ha propuesto que el lenguaje ordinario es lo más apropiado para representar el lenguaje ordinario porque, después de todo, estamos hablando del lenguaje. Pero esta línea argumentación nos llevaría a plantear, por ejemplo, que los mapas de rutas tendrían que estar hechos de asfalto o que las piletas deberían hacerse con agua. Más bien, señala Lamb, “necesitamos un sistema de notación tan distinto del lenguaje ordinario como sea posible” (Lamb, 1999, p. 274) para no confundir el objeto que se describe con los medios de la descripción.

Según el enfoque relacional, un nodo lingüístico es lo que es no sólo porque ocupa una posición particular en la red de relaciones, sino porque depende de los otros nodos con los cuales está conectado. Así, el “valor” saussuriano toma una dimensión adicional: un elemento del sistema lingüístico es “lo que los otros no son”. En la Figura 2 se agrega información fonológica y semántica, en especial la información correspondiente a otros sistemas cognitivos, por ejemplo la visión y la audición.

Las Figuras 1 y 2 muestran que los nodos lingüísticos como los correspondientes al lexema gato, al significado PELUCA, a la sílaba /ga/, o a la sílaba /ga/, etc. sólo son ubicaciones en un sistema de relaciones. Los rótulos para GATO, gato, /ga/, etc. no son parte de la estructura lingüística, sino que simplemente están ahí como una ayuda para entender el diagrama. Insistamos en este punto: Los rótulos escritos al lado de los nodos y las conexiones no son parte de la estructura lingüística, así como los carteles de una ruta no son parte de una ruta.

Figura 2. Más información semántica, léxica y fonológica en torno al nodo para gato

Así, la información lingüística no consta de símbolos, sino que consta de nodos y conexiones. En este sentido, las redes relacionales no son sólo un sistema de notación sino que además constituyen una teoría del sistema lingüístico y aun del sistema cognitivo general del individuo. En efecto, la información lingüística y la información de otros sistemas semióticos tienen la forma de una red. De manera especial la Figura 2 sirve para entender cuestiones fundamentales de la estructura y el uso del sistema lingüístico. De este modo, las “palabras” o, más técnicamente, los lexemas, como gato o peluca, no tienen significado en sí mismos. El significado de una palabra está en la conexión con el nodo semántico. Por ejemplo, el nodo para gato se conecta con el significado FELINO DOMÉSTICO y varios más. Es así que las palabras (o más precisamente, los nodos léxicos) hacen referencia a significados y no a objetos del mundo real. Los seres humanos tenemos desde luego contacto con el mundo real y hacemos referencia a él gracias al sistema lingüístico. Pero los nodos léxicos del sistema lingüístico se refieren, primero, a significados, los cuales, a su vez, se conectan con otros significados o con sistemas cognitivos como la visión, la audición y la percepción somático-sensorial. Por su parte, los sistemas cognitivos se conectan con interfaces como los ojos, los oídos y las extremidades, que sí tienen un contacto más firme con eso que podemos llamar el mundo real. Algunas de estas cuestiones aparecen en la Figura 2: Obsérvese que el concepto para GATO/FELINO DOMÉSTICO se conecta con significados no lingüísticos, como GATO (VISUAL), GATO (TÁCTIL), MIAU (AUDITIVO).

Debe reconocerse aquí que cualquier representación de una red relacional es inevitablemente parcial. El significado es inagotable y las conexiones posibles son ilimitadas. Por razones como éstas, nadie podría elaborar una red relacional completa, ni siquiera en una vida entera de trabajo.

A continuación, en el apartado 6 se intentará mostrar, a partir de ejemplos concretos, cómo la teoría de redes relacionales puede dar cuenta de la creatividad lingüística en términos mucho más amplios y realistas (y por ello más interesantes) que la creatividad generativa. Pero antes, en el apartado 5, se caracterizará brevemente la plausibilidad neurológica de las redes relacionales.

5. Breve nota sobre la plausibilidad neurológica de las redes relacionales

Lamb sostiene que las redes relacionales tienen plausibilidad neurológica (1999; 2005). Los nodos y las conexiones (por ejemplo los representados en las Figura 1 y 2) se implementan a nivel neurológico como columnas corticales y conexiones neuronales respectivamente. En efecto, las propiedades de los nodos de la red coinciden con las propiedades de las columnas corticales reales, mientras que las propiedades de las conexiones coinciden con las de las conexiones neuronales. Por ejemplo, los nodos de las redes relacionales y las columnas corticales tienen umbrales de activación; tanto los umbrales de un nodo como los de una columna cortical pueden variar a lo largo del tiempo. De un modo análogo, las conexiones de las redes relacionales y las conexiones neuronales tienen fuerzas variables y se fortalecen por medio del uso exitoso, lo que da cuenta del proceso de aprendizaje (Lamb, 2005). La base neurobiológica viene muy al caso.

En este sentido, el eminente neurólogo Vernon Mountcastle descubrió y caracterizó cómo la corteza cerebral se organiza por medio de columnas corticales. En su libro de 1998 Perceptual Neuroscience, Mountcastle explica que la unidad básica de la corteza madura es la minicolumna cortical, una fina cadena de neuronas que se extiende de forma vertical entre las capas II y VI. Cada minicolumna tiene entre 80 y 110 neuronas de diferentes funciones y consta de la mayoría de los fenotipos de las células neuronales. La hipótesis general de Mountcastle es que la columna cortical funciona como la menor unidad de procesamiento en la corteza cerebral y señala al respecto que “todos los estudios hechos en la corteza auditiva de gatos y monos ofrecen evidencia directa sobre la organización en columnas” (Mountcastle, 1998, p. 181).

La teoría de redes relacionales adopta un enfoque que Lamb llama neurocognitivo porque por medio de este término se busca destacar el siguiente conjunto de factores: (1) la teoría busca la plausibilidad neurológica; (2) el sistema lingüístico de una persona, gracias al cual habla y entiende el habla de los otros, está en la corteza cerebral de esa persona; (3) el objeto de estudio es el (sistema interno de cualquier) individuo concreto; (4) es necesario no confundir esta teoría con los enfoques que se llaman “cognitivos” y se basan en hipótesis de almacenamiento y movimiento de objetos, como la teoría generativa.

La teoría de redes relacionales parece plausible en términos neurológicos porque sus hipótesis manifiestan compatibilidad con la evidencia provista por las neurociencias, las cuales muestran que la corteza cerebral es una red de relaciones y que el aprendizaje consiste en el fortalecimiento de las conexiones. Los procesos básicos involucrados en la producción y comprensión de textos funcionan directamente en la red como “patrones de activación que recorren los senderos formados por las líneas y los nodos” (Lamb, 2005, p. 157). La información lingüística no se representa en ninguna clase de símbolos, sino que está en las conexiones.

Sobre la base de estas consideraciones previas puede ahora proponerse el argumento de la plausibilidad neurológica de las redes relacionales:

Argumento a favor de la plausibilidad neurológica de las redes relacionales

i. Los nodos de las redes relacionales representan columnas corticales.

ii. Las conexiones de las redes relacionales representan fibras y conexiones neuronales.

iii. Las columnas corticales y las fibras neuronales integran conexiones corticales reales.

iv. Por lo tanto, las redes relacionales representan conexiones corticales reales.

6. Una explicación neurocognitiva de la creatividad lingüística a partir de ejemplos de nombres de comercios de Mar del Plata

Раскрась свою деревню, и ты нарисуешь мир

[Pinta tu aldea y pintarás el mundo]

León Tolstoi

La creatividad de la que se ocupa la teoría generativa termina siendo entonces una creatividad inevitable o trivial. La capacidad de crear oraciones nuevas a partir de un conjunto finito de instrucciones resulta equiparable a la de organizar una comida con platos que jamás hemos probado según una estructura secuencial como “entrada, plato principal y “postre”. Algo verdaderamente creativo en culinaria o gastronomía es por ejemplo inventar un plato nuevo, pero no elegir una comida a partir de un menú. En la comunicación, algo verdaderamente creativo es por ejemplo inventar un nombre ocurrente, pero no formar una oración sobre la base de instrucciones sintácticas conocidas.

En el día a día, en la calle, abundan los usos ocurrentes del lenguaje. Un caso interesante es de los nombres de comercios y anuncios callejeros, porque ponen de manifiesto el ingenio popular o porque directamente mueven a la risa. Un nombre creativo sirve además a los fines publicitarios, porque primero llama la atención y luego queda fuertemente representado en el sistema mental de los receptores.

Nombre del comercio o anuncio publicado

Rubro comercial

Conceptos en contraste

(1)

PAUL MAC CARNE

Carnicería (Córdoba)

El ex-Beatle (y activista vegetariano) Paul Mc Cartney, cuyo nombre en Argentina se pronuncia macárni, y la carne.

(2)

STAR WASH

Lavandería (Milán)

El título de la película Star Wars y el nombre “lavado estelar”.

(3)

LA TORRE DE PIZZA

Pizzería (MDQ)

La pizza y la Torre de Pisa. [En Argentina pizza y Pisa se pronuncian /písa/].

(4)

LA MUSA

Pizzería (MDQ)

Muzza (apócope de queso mozzarella y por extensión de un tipo de pizza muy tradicional en Argentina) y musa (deidad de las artes). En Argentina, muzza y musa se pronuncian /músa/.

(5)

LA FLAUTA DE BARTOLO

Panadería (MDQ)

Flauta como tipo de pan estilo baguette y como instrumento (y tal vez, como órgano sexual).

(6)

“VACÍO EXISTENCIAL”

Parrilla al paso (MDQ)

Vacío como corte de carne muy popular en Argentina y como concepto filosófico.

(7)

“POLLO AL VATICANO (CON PAPA)”

Casa de comidas (MDQ)

Papa como máxima autoridad de la Iglesia Católica y como plato.

(8)

ACÁ TOY

Juguetería (MDQ)

La frase infantil acá toy se usa también para comunicar que ahí hay juguetes.

(9)

MADEMIL MOLDURAS

Maderería y molduras (MDQ)

La secuencia mademil (pronunciación simplificada de más de mil) se usa para comunicar que hay una amplia variedad de molduras.

(10)

EL SALAME DE HUGUITO

Fiambrería (MDQ)

Salame como fiambre y como persona tonta o distraída. (Tal vez, también como órgano sexual).

Tabla 2. Ejemplos de nombres de comercios y avisos creativos

La Tabla 2 presenta una lista de 10 ejemplos de nombres de comercios o anuncios exhibidos en la vía pública. El primero corresponde a la localidad Alta Gracia, provincia de Córdoba (Argentina), el segundo es de la ciudad de Milán (Italia), mientras que los otro ocho ejemplos están tomados de comercios o avisos de la ciudad de Mar del Plata, en Argentina.

En la segunda columna de la Tabla 2 se reproduce el nombre o aviso creativo. En la tercera columna se menciona el rubro comercial correspondiente porque es necesario para entender la creatividad del nombre o del aviso de la columna 2. (Entre paréntesis se consigna la ciudad del comercio o del aviso; a Mar del Plata se la designa por medio de la sigla “MDQ”, que ya está muy difundida y proviene del código aeroportuario de la ciudad). En la cuarta columna se ofrece un breve comentario sobre los conceptos en contraste y que hacen a la creatividad del ejemplo.

La creatividad de los ejemplos (1)-(10) no se explica en función de la estructura sintáctica ni de las palabras aisladas. Por ejemplo, el caso (4) [La musa] es creativo no porque haya una frase sustantiva integrada por un determinante y un sustantivo, sino porque manifiesta una ambigüedad deliberada, lo cual ciertamente corresponde al nivel del significado y no al de la sintaxis. En efecto, la activación de la secuencia fonológica integrada por las sílabas /mú/ y /sa/ envía activación ascendente a los nodos léxicos para muzza y musa, los cuales a su vez envían activación de ascendente a los conceptos PIZZA MOZZARELLA y MUSA INSPIRADORA. Este proceso neurocognitivo por medio del cual se produce una secuencia ambigua se representa con relativa sencillez en la Figura 3. Las redes relacionales permiten dar cuenta de la creatividad lingüística que se pone de manifiesto en el nombre de una pizzería gracias a la explotación intencional de la ambigüedad: Para que el nombre resulte efectivo se tienen que activar los dos conceptos al mismo tiempo, cosa que ocurre porque se trata justamente de una pizzería. En cambio, la activación del nodo léxico para musa en la traducción del primer verso de la Ilíada [Canta, oh musa, la cólera del Pélida Aquiles] promueve seguramente que se active principalmente el concepto MUSA INSPIRADORA (y no tanto el nodo para el concepto PIZZA MOZZARELLA).

Figura 3. Ambigüedad deliberada en el nombre de la pizzería La Musa

La Figura 3, además, da cuenta tanto de la producción lingüística como del reconocimiento lingüístico: La producción va (grosso modo) del significado a la fonología, mientras que el reconocimiento va de la identificación de la fonología al significado.

Con el ejemplo (8) de la tabla, el nombre de la juguetería Acá Toy ocurre un fenómeno parecido. La Figura 4 muestra que el nodo léxico para toy está integrado en forma secuencial por los nodos para /t/, /o/ e /i/. Por su parte, la Figura 5 representa que dicho nodo léxico se conecta de forma ascendente con los conceptos para ESTOY y JUGUETE, por lo menos en el sistema lingüístico de muchos hablantes con cierto grado de bilingüismo. Recordemos que la teoría de redes relacionales toma como objeto al sistema lingüístico de cada individuo real, con lo cual se admite que haya hablantes reales en cuyos sistemas sí se conectan los nodos para toy y para JUGUETE y al mismo tiempo que también haya hablantes en cuyos sistemas no se registra esa conexión, en otras palabras, que no saben que toy en inglés significa JUGUETE.

Figura 4. Nodos léxicos y fonológicos de toy

Figura 5. Conexiones del nodo léxico para toy

La Figura 6 intenta dar cuenta de la ambigüedad deliberada del nombre de la juguetería Acá Toy, por medio del cual se quiere hacer referencia a varias ideas, entre ellas, la evocación del lenguaje infantil por medio de la expresión acá toy (que se usa mucho para jugar con los niños pequeños), el nombre mismo de juguetería y la disponibilidad de juguetes en ese mismo lugar. Este conjunto de significados también puede promover en los receptores la formación de una imagen muy positiva del comercio, porque el nombre y esos significados se pueden asociar a la buena disposición, al espíritu amigable y a la creatividad, todo lo cual es sumamente propicio para el trato con niños pequeños, beneficiarios de los juguetes.

Figura 6. Ambigüedad deliberada en el nombre de la juguetería Acá Toy

Debe decirse también que la Figura 6 representa la parte del sistema lingüístico de un hablante para quien acá toy tiene estatus léxico, tanto en su conexión con la frase infantil como con la juguetería, y aun con el significado adicional según el cual ese comercio tiene los juguetes que le pueden interesar a un niño.

También ocurre que la secuencia acá toy está integrada por acá y toy, los cuales a su vez tienen sus propias conexiones e integran otras secuencias. Por ejemplo, toy se conecta de forma ascendente con el nodo para Toy’s story.

En síntesis, las redes relacionales de las Figuras 3 y 6 dan cuenta de uno de los tantos aspectos de la creatividad lingüística, en este caso, el juego deliberado con la ambigüedad. La Figura 3 muestra el siguiente proceso: La activación de los nodos fonológicos /mú/ y /sa/ manda activación a los nodos léxicos para muzza y musa, los cuales, a su vez, mandan activación a los conceptos para PIZZA MOZZARELLA y MUSA INSPIRADORA. Estas activaciones también deben promover en los sistemas mentales de algunos receptores numerosas activaciones que tienen que ver con la alta calidad de la pizza de ese comercio, tal vez comparable a la de una obra artística.

Por su parte, la Figura 6 muestra que acá toy cuenta como un nodo léxico que envía activación a varios conceptos al mismo tiempo, todos ellos asociados a la juguetería y al mundo infantil.

Así, las redes relacionales también permiten entender que la estructura y el uso del sistema lingüístico son en realidad un único fenómeno que a veces se disecciona con fines científicos. En efecto, las Figuras 3 y 6 representan estructuras lingüísticas, pero también representan cómo se usan esa estructura. Si se las lee en sentido ascendente se visualiza la comprensión lingüística (el sistema del intérprete, de la fonología a los significados). Por otro lado, si se las lee en sentido descendente, se visualiza la producción lingüística (el sistema del creador, la planificación que va de los significados a la fonología).

Figura 7. Ambigüedad deliberada en el nombre de la maderería Mademil

Figura 8. Ambigüedad deliberada en el nombre de la fiambrería El salame de Huguito

Por su parte, las Figuras 7 y 8 dan cuenta de la creatividad de otros dos nombres de negocios de la ciudad de Mar del Plata, concretamente, los nombres de los ejemplos (9) y (10): la maderera Mademil y la fiambrería El salame de Huguito. En el centro de la Figura 7 aparece el nodo léxico para mademil, que se conecta de forma descendente por medio de un nodo “Y” ordenado con los nodos para las sílabas /ma/, /de/ y /mil/. Los dos primeros nodos fonológicos, /ma/ y /de/, también se activan con el nodo léxico para madera, mientras que el nodo para la sílaba /mil/ se conecta con el nodo léxico para mil. A su vez, los nodos léxicos de madera y mil activan los conceptos MADERA y 1.000. A causa de esta variedad de activaciones en los niveles fonológico, léxico y semántico, el nodo léxico para mademil activa no sólo el concepto NEGOCIO, sino también MADERA y MUCHÍSIMO, los cuales se conectan con los nodos léxicos madera y mil respectivamente. En otras palabras, la ambigüedad a nivel conceptual que buscó el creador del nombre Mademil y que reconoce el público es otro ejemplo de la creatividad lingüística que puede explicarse con las redes relacionales.

La Figura 8 permite explicar la ambigüedad deliberada del nombre de la fiambrería El salame de Huguito. En el centro del diagrama aparece el nodo léxico, que se conecta por medio de un nodo “O” ascendente no ordenado con dos nodos “Y” ascendentes no ordenados. Esto indica que la activación del nodo léxico para el salame de Huguito (que tiene valor léxico porque se lo aprende y se lo maneja como una totalidad) envía activación a esos dos nodos “Y” ascendentes no ordenados (los triangulitos invertidos, con la base en la parte superior). Obsérvese que de estos últimos nodos salen tres conexiones de cada uno. Uno de los dos nodos “Y” no ordenados ascendentes conecta al nodo léxico el salame de Huguito con los conceptos FIAMBRE, TENER y HUGUITO, mientras que el otro nodo “Y” se conecta con los conceptos TONTO, SER y HUGUITO. Las dos interpretaciones son pertinentes y posibles porque el nodo léxico para salame se conecta mediante un nodo “O” ascendente con los conceptos FIAMBRE y TONTO, mientras que el nodo léxico para de se conecta de la misma forma con varios conceptos, entre ellos SER y TENER. Así se representan dos interpretaciones posibles, que pueden parafrasearse del siguiente modo: (1) Huguito es un tonto (un salame), (2) Huguito tiene salame. En definitiva, las redes relacionales permiten dar cuenta, otra vez, de las estructuras en virtud de las cuales hablamos de creatividad lingüística. 


7. Conclusiones

La interpretación neurocognitiva y relacional de creatividad lingüística permite sugerir las siguientes conclusiones.

i. La creatividad lingüística depende del sistema lingüístico y del contexto de la cultura. La teoría generativa casi no manifiesta interés alguno por la comunicación porque entiende que el lenguaje no está configurado por ni para el uso. En efecto, Chomsky llega a afirmar que el lenguaje no está diseñado para la comunicación “mejor de lo que lo están los peinados o la ropa” (2000, p. 76). Muy por el contrario, la explicación relacional de la creatividad en los nombres de comercios muestra que el origen de la creatividad lingüística está en los significados que un hablante o escritor quiere comunicar. Por contrapartida, la elección de las estructuras sintácticas que hace un usuario creativo está determinada precisamente por los significados que quiere transmitir. Dicho de otro modo, los significados que se comunican determinan la elección de las estructuras sintácticas. El análisis de la creatividad de los nombres de los comercios es otro ejemplo que permite refutar lo Lakoff ha llamado (de forma crítica) el “Compromiso Chomskyano” en lingüística (1991). Dicho compromiso no es un compromiso científico, sino uno de militancia académica según el cual los fenómenos lingüísticos habrán de caracterizarse en los términos de un sistema formal para demostrar que (1) la sintaxis es autónoma y (2) que el lenguaje humano es un sistema innato. Pero una caracterización realista de la creatividad lingüística muestra que la sintaxis no es autónoma, sino que depende de los significados que un escritor o hablante quiere comunicar. Poco hay de innato en estas cuestiones, dado que la comprensión de la ambigüedad deliberada depende también del contexto de la cultura. Por cierto, los significados del contexto de la cultura también están representados en el sistema neurocognitivo de una persona. Por todo ello, el lenguaje es un sistema biológico (porque está representado en la corteza cerebral) y también es un producto de la cultura (porque los significados que se representan en el sistema neurocognitivo están determinados por las interacciones del hablante dentro de comunidad de habla).

ii. La creatividad lingüística es impredecible. Las redes relacionales en las que se exhibe la ambigüedad deliberada de un nombre creativo permiten visualizar cómo opera la conocida función poética de Jakobson en las estructuras lingüísticas. Por un lado, la selección se representa por medio de los nodos “O” y se despliega sobre la base de la equivalencia, la semejanza y la desemejanza, la sinonimia, la polisemia. Por su parte, la combinación se representa por medio de los nodos “Y” y la construcción de secuencias se basa en la contigüidad. Según la conocida propuesta de Roman Jakobson (1960, p. 360): “La función poética proyecta el principio de equivalencia del eje de selección al eje de combinación. La equivalencia pasa a ser un recurso constitutivo de la secuencia”. En un nombre creativo, cada sílaba está en relación con cualquier otra sílaba de la misma secuencia. En efecto, no sólo son importantes los significados que se evocan sino también lo que está presente y cómo está presente (todo ello representado por medio del nodo “Y” ordenado). Las redes relacionales son excelentes para visualizar cómo el eje de la selección (representada por medio de nodos “O”) se proyecta sobre la combinación (representada por medio de nodos “Y”). Ahora bien, de todo esto se desprende que las redes relacionales permiten entender por qué por ejemplo un nombre es creativo, pero también se desprende que la creatividad lingüística es impredecible: A pesar de que se pueden describir las redes del sistema lingüístico nunca puede decirse con anticipación qué conexiones va a establecer (o fortalecer) un hablante o un escritor para producir un enunciado ingenioso.

iii. La creatividad lingüística carece de límites definidos. La interpretación neurocognitiva y relacional de los nombres ingeniosos de los comercios de Mar del Plata permite ofrecer una caracterización precisa de la creatividad lingüística. En términos de las redes relacionales, la creatividad es no sólo el flujo de activación que permite producir una secuencia como acá toy o el salame de Huguito, sino también la construcción de nuevas estructuras neurocognitivas. De esta forma, los diferentes grados de creatividad se pueden interpretar según los volúmenes de estructura nueva. Por ejemplo, el añadido de de una nueva conexión entre nodos existentes es una instancia de nivel más bien inferior, pero la construcción de un conjunto amplio de nodos interconectados entraña un alto nivel de creatividad. Y esto último es lo que ocurre en las Figuras 3, 6, 7 y 8, en las cuales se muestra una interconexión compleja entre los nodos fonológicos, léxicos y semánticos, lo cual da origen a un nombre creativo. Ahora bien, la creatividad lingüística no radica en la construcción de cualquier clase de estructura nueva, puesto que no tiene guía alguna ni observa límites claros. Por ello Lamb (1999, p. 206) sugiere que la creatividad lingüística de alto nivel es una “construcción estructural de generación interna”.

iv. La creatividad lingüística es consecuencia de un sistema en constante cambio. Una falla grave de la idea misma de gramática generativa no es que sea incapaz dar cuenta de la creatividad lingüística, sino que permita producir un conjunto de oraciones (tal vez infinito) que es mucho más amplio que el conjunto generable por un sistema lingüístico real. En efecto, la teoría generativa no toma en cuenta las restricciones para combinar oraciones que sí existen un sistema lingüístico real. Por ejemplo, una gramática que genera oraciones pero ignora las combinaciones de oraciones podría por implicación permitir que cualquier oración fuera seguida de cualquier otra oración. Pero los sistemas lingüísticos humanos no producen palabreríos incoherentes de ese tipo, ni siquiera en el caso de una persona esquizofrénica o, muchísimo menos, de una persona afásica. Por el contrario, el sistema lingüístico real (que tiene su asiento en el cerebro y también está configurado por el contexto de la cultura) es una red de relaciones. Las Figuras 3, 6, 7 y 8 ponen de manifiesto que esa red cambia de forma constante debido a la creación de nodos y al establecimiento de conexiones nuevas. En consonancia con la idea de creatividad [erzeugen] de Humboldt, el sistema lingüístico en tanto red de relaciones se modifica cada vez que se usa y permite una amplia variedad de procesos nuevos.

v. La creatividad lingüística es producto de la interacción entre el sistema lingüístico y los demás sistemas cognitivos. El sistema lingüístico no es un módulo encapsulado de la mente humana. Las redes relacionales permiten entender que los conceptos corresponden al sistema de significado y se forman como tales a partir de otros conceptos y también a partir de “perceptos” representados en sistemas cognitivos como la visión, la audición y el sistema somato-sensorial (cfr. Figura 2). Por ejemplo, en el concepto de SALAME no sólo intervienen otros conceptos como FIAMBRE y COMIDA, sino también la información visual, somato-sensorial, olfativa, gustativa y hasta táctil del salame. En verdad, la información proveniente de diversos sistemas cognitivos y del sistema conceptual permite configurar el significado de SALAME, y dicho significado forma parte de las redes lingüísticas: Se conecta fuertemente con el nodo léxico para salame y con los nodos fonológicos para las sílabas y los fonemas que permiten producir (o entender) la secuencia /saláme/.

La verdadera creatividad lingüística tiene mucho que ver con ese poder mental del ser humano que tanto le interesaba a Humboldt, pero tiene muy poco que ver con las gramáticas de Chomsky. El bibliotecario de Babel imaginado por Borges (y cuyas palabras son epígrafes de este trabajo) señala que todos los libros, por diversos que sean, constan de elementos iguales. De un modo análogo, todas las redes de los sistemas lingüísticos individuales constan de nodos y conexiones. Sin embargo, así como no hay, en la vasta Biblioteca, dos libros idénticos, tampoco hay, en el vasto Universo, dos sistemas lingüísticos iguales. Esto explica en gran medida el potencial de las redes relacionales y la naturaleza prácticamente ilimitada de la creatividad lingüística.

Bibliografía

Bushnell, C. (2009). ‘Lego my keego!’: An analysis of language play in a beginning Japanese as a foreign language classroom. Applied Linguistics, 30(1), 49-69.

Carter, R. (2004). Language and Creativity. The Art of Common Talk. Londres: Routledge.

Carter, R. (2007). Response to Special Issue of Applied Linguistics devoted to Language Creativity in Everyday Contexts. Applied Linguistics, 28(4), 597-608.

Chomsky, N. (1957). Syntactic Structures. Berlín: De Gruyter.

Chomsky, N. (1959) A Review of B. F. Skinner’s Verbal Behavior. Language, 35(1), 26-58.

Chomsky, N. (1965). Aspects of the Theory of Syntax. Cambridge: MIT Press.

Chomsky, N. (1981). Lectures on Government and Binding. Dordrecht: Clarendon Press.

Chomsky, N. (1985). El conocimiento del lenguaje. Madrid: Alianza.

Chomsky, N. (1995). The Minimalist Program. Cambridge: MIT Press.

Chomsky, N. (2000). On nature and language. Nueva York: University Press.

Chomsky, N. (2005). Three Factors in Language Design. Linguistic Inquiry, 36(1), 1-22.

Fitch, W. T., Hauser M. D. & Chomsky, N. (2005). The evolution of the language faculty: Clarifications and implications. Cognition, 97, 179-210.

Gil, J. M. (2016). A Relational Account of the Spanish Noun Phrase. Australian Journal of Linguistics, 36(1), 22-51.

Halliday, M. A. (1967a). Notes on Transitivity and Theme in English: Part 1. Journal of Linguistics, 3(1), 37-81.

Halliday, M. A. (1967b). Notes on Transitivity and Theme in English: Part 2. Journal of Linguistics, 3(2), 199-244.

Halliday, M. A. (1968). Notes on Transitivity and Theme in English: Part 3. Journal of Linguistics, 4(1), 179-215.

Hauser, M., Chomsky, N. & Fitch, W. T. (2002). The language faculty: What is it, who has it, and how did it evolve. Science, 298, 1569-1579.

Hjelmslev, L. (1943). Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Madrid: Gredos.

Humboldt, W. von (1836). On Language: The Diversity of Human Language-Structure and its Influence on the Mental Development of Mankind. Cambridge: University Press.

Jakobson, R. (1960). Lingüística y poética. En J. Puyol & Jem Cabanes (Trads.), Ensayos de Lingüística General (pp. 347-395). Barcelona: Seix Barral.

Koerner, E. F. (1995). Introduction. En R. E. Asher, E. F. Koerner (Eds.), Concise History of the Language Sciences: From the Sumerians to the Cognitivists (pp. 2-23). Oxford: Pergamon.

Lakoff, G. (1991). Cognitive vs. Generative Linguistics: How commitments influence results. Language and Communication, 11(1-2), 53-62.

Lamb, S. M.(1966a). Outline of Stratificational Grammar. Washington: Georgetown University Press.

Lamb, S. M. (1966b). Prolegomena to a Theory of Phonology. Language, 46, 536-573.

Lamb, S. M. (1966c). Epilegomena to a theory of language”. Romance Philology, 19, 531-573.

Lamb, S. M.(1999). Pathways of the brain. The neurocognitive basis of language. Ámsterdam: John Benjamins.

Lamb, S. M. (2005). Language and Brain: When experiments are unfeasible, you have to think harder. Linguistics and the Human Sciences, 1, 151-178.

Lamb, S. M. (2006). Being realistic, being scientific. LACUS Forum, 32, 201-209.

Lamb, S. M. (2013). Systemic networks, relational networks, and choice. En L. Fontaine, T. Bartlett & G. O’Grady (Eds.), Choice: critical considerations in Systemic Functional Linguistics (pp. 137-160). Cambridge: Cambridge University Press.

Maybin, J. & Swann, J. (2007). Everyday creativity in language: Textuality, contextuality, and critique. Applied Linguistics, 28(4), 497-517.

Montcastle, V. (1998). Perceptual Neuroscience: The Cerebral Cortex. Cambridge: Harvard University Press.

Pinker, S. & Jackendoff, R. (2005). The faculty of language: what’s special about it?. Cognition, 95, 201-236.

Pinker S. (1994). The language instinct. The New Science of Language and Mind. New York: Harper Collins.

Zawada, B. (2006). Linguistic creativity from a cognitive perspective. Southern African Linguistics and Applied Language Studies, 24(2), 235-254.