Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura

2013, 23 (2) 226-255

 

Las alternancias causativas con Se en la Gramática del Papel y la Referencia

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Se causative alternations in Role and Reference Grammar

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Carlos González Vergara1

cgonzalv@uc.cl

1Departamento de Ciencias del Lenguaje Pontificia Universidad Católica de Chile

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RESUMEN

De acuerdo con González Vergara (2006a, 2009, 2012), la presencia del morfema se en español puede explicarse por un fenómeno léxico que modifica la estructura lógica de las oraciones en que aparece, el que disminuye la importancia del argumento Actor y privilegia el argumento Undergoer. Según esta propuesta, en la mayor parte de las oraciones con se –con excepción de las llamadas oraciones con se de interés– este fenómeno se expresa en una regla léxica que inespecifica el argumento de mayor jerarquía. Tomando lo anterior como fundamento, el presente artículo explora y propone explicaciones para la alternancia de se en relación con verbos del tipo de matar(se), morir(se), dormir(se), despertar(se), terminar(se), adelgazar(se), engordar(se), envejecer(se), mejorar(se), controlar(se), crecer(se) y aparecer(se) en el marco teórico propuesto por la Gramática del Papel y la Referencia.

 

Palabras clave: se, verbos pronominales alternantes, alternanciacausativa, Gramática del Papel y la Referencia.

ABSTRACT

 

Following González Vergara (2006a, 2009, 2012),  the  presence  of   the   morpheme se in Spanish is explained by a lexical phenomenon that modifies the logical structure of sentences in which it appears. This phenomenon decreases the importance of the Actor and favors the Undergoer. According to this proposal, this phenomenon expresses itself, in most of the Spanish sesentences, as a lexical rule that makes unspecific the highest ranking argument. Taking the above as a basis, this paper explores and proposes explanations for se alternating verbs of the type of matar(se), morir(se), dormir(se), despertar(se), terminar(se), adelgazar(se), engordar(se), envejecer(se), mejorar(se), controlar(se), crecer(se) y aparecer(se) in the framework of the Role and Reference Grammar

 

Keywords: se, pronominal verbs, causative alternation, Role and Reference Grammar


 

1 Antecedentes

 

El  se  es  un  tema  de  investigación  recurrente  en  los  estudios gramaticales españoles, pues en apariencia se presenta en tipos oracionales muy diferentes, cumpliendo funciones asimismo muy disímiles. No  es  raro,  por  ejemplo,  encontrar  textos  descriptivos  que  nos  hablen de la existencia de diez o más tipos de se diferentes (véase, por ejemplo, Contreras, 1964 y Montes Giraldo, 2003). En González Vergara (2006a, 2012)  propongo  una  explicación  unitaria  para  la  manifestación  de  se en todas las construcciones no reflexivas con se, es decir, aquellas que tradicionalmente han sido conocidas como “impersonales reflejas”, “pasivas reflejas”, “oraciones de se inherente”, “oraciones de interés” y “construcciones medias”. Según esta perspectiva, fundamentada en los principios teóricos de la Gramática del Papel y la Referencia (RRG)1, el se que todos estos tipos oracionales manifiestan puede explicarse a partir de un único fenómeno

léxico.

 

En síntesis, mi propuesta con respecto al papel que desempeña el morfema se en las oraciones no reflexivas es la siguiente: se es la manifestación morfológica de un fenómeno léxico que modifica la estructura lógica de la oración mediante la disminución de la importancia del argumento de macropapel Actor y el privilegio del argumento de macropapel Undergoer, cuando este está presente. En otras palabras, se trata de un fenómeno que interviene en la estructura lógica con el fin de que la jerarquía natural de los argumentos que se encuentran en ella no se materialice sintácticamente.

 

Este fenómeno léxico puede adoptar dos manifestaciones, las que dependen del tipo de aktionsart del predicado. La primera de estas afecta a predicados de todo tipo y consiste en la inespecificación del argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica, aquel argumento que naturalmente asumiría el macropapel de Actor; esto tiene generalmente como consecuencia que el argumento con macropapel de menor jerarquía –el Undergoer sea el más destacado de la estructura lógica si se halla presente. Cuando el fenómeno

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1 La Gramática del Papel y la Referencia (Role and Reference Grammar) es el marco teórico en que se fundamentan todas las propuestas de este artículo. Una introducción a sus principios puede encontrarse en González Vergara (2006b) y, de manera más extensa, en Mairal, Guerrero y González Vergara (2012).

 

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léxico adopta esta manifestación, puede generar diferentes consecuencias sintácticas en la oración real. Todas ellas, sin embargo, tienen en común que el argumento semántico que originalmente se presentaría como el argumento sintáctico privilegiado de la oración (privileged syntactic argument o PSA) no pueda seleccionarse para este papel luego de que la estructura lógica ha sufrido el proceso descrito.

 

Esta primera manifestación del fenómeno puede articularse en forma de una regla léxica como la que se plantea en (1). En ella se presenta en primer lugar la descripción general de la regla y, a continuación, su formulación específica para los predicados de acuerdo con los distintos tipos de aktionsart: (a) estados, (b) actividades, (c) realizaciones activas, (d) realizaciones y logros,

(e)  semelfactivos y (f) predicados causativos.

 

(1)      Regla  léxica  de  inespecificación  del  argumento  de  mayor jerarquía:

 

Dada una estructura lógica cualquiera, vuélvase inespecífico el argumento x del predicado.

 

a.    pred (x, y) pred’ (Ø, y)

b.    do’ (x, [pred’ (x, (y))]) ↔ do’ (Ø, [pred’ (Ø, (y))])

c.        do’ (x, [pred (x, y)]) & INGR pred (y) ↔ do’ (Ø, [pred (Ø, y)]) & INGR

1                                                               2                                                          1

Cuadro de texto: 2

pred (y) / do’ (x, [pred’ (x)]) & INGR be-LOC’ (y, x) do’ (Ø, [pred’ (Ø)])

& INGR be-LOC’ (y, Ø)

d.        BECOME/INGR pred’ (x, y) ↔ BECOME/INGR pred’ (Ø, y)

e.        SEML pred’ (x, y) SEML pred’ (Ø, y) / SEML do’ (x, [pred’ (x, (y))])

SEML do’ (Ø, [pred’ (Ø, (y))])

f.         [do’ (x, Ø)] CAUSE [(BECOME/INGR) pred’ (y)] [do’ (Ø, Ø)] CAUSE [(BECOME/INGR) pred’ (y)] / [do’ (x, Ø)] CAUSE [do’ (y, [pred’ (y)])] [do’ (Ø, Ø)] CAUSE [do’ (y, [pred’ (y)])]

 

La segunda manifestación posible de este fenómeno léxico general afecta sólo a algunos de los predicados listados originalmente como actividades que son susceptibles de variar sus aktionsarten a realizaciones activas; se trata específicamente de los verbos de creación, consumo y desplazamiento. Estos predicados, como todas las actividades, poseen un primer argumento


que asume el macropapel de Actor. En las estructuras lógicas de estos verbos, el fenómeno léxico puede manifestarse en la aparición necesaria de un argumento completamente referencial de menor jerarquía. Esto tiene como consecuencia el cambio obligatorio del aktionsart del predicado de actividad a realización activa, es decir, una actividad delimitada en el tiempo cuyo límite se encuentra definido por la presencia del argumento de menor jerarquía.

 

Esta manifestación puede articularse en la forma de la regla léxica presentada en (2). En (a) se describe la regla que se aplica a los predicados de consumo y creación, mientras que la de (b) rige los verbos de desplazamiento.

 

(2)    Regla léxica de asignación obligatoria de un argumento de menor jerarquía en predicados de actividad

 

Dada una estructura lógica de actividad do’ (x, [pred’ (x(, y))]), añádase un argumento completamente referencial y.

 

a.          do’ (x, [pred’ (x(, y))]) ↔ do’ (x, [pred1’ (x, y)]) & INGR pred2’ (y)

b.         do’ (x, [pred’ (x)]) ↔ do’ (x, [pred’ (x)]) & INGR be-LOC’ (y, x)

 

Propongo que las construcciones españolas conocidas tradicionalmente como “pasivas reflejas”, “impersonales reflejas” y “medias”, así como algunas de las que forman parte de la categoría de “oraciones de se inherente” tienen como base el fenómeno léxico descrito en su primera manifestación; es decir, el que se produce mediante la aplicación de la regla de inespecificación del argumento de mayor jerarquía y macropapel Actor de la estructura lógica. La combinación de las consecuencias sintácticas de este fenómeno léxico con factores como la estructura informativa, los operadores de diferentes niveles o los rasgos del argumento Undergoer dan como resultado los tipos de oración que han sido clasificados en las categorías mencionadas. Por su parte, los predicados que sufren la segunda manifestación de este fenómeno; es decir, el que se produce por la aplicación de la regla de asignación obligatoria de un argumento de menor jerarquía, son el fundamento de las construcciones denominadas como “oraciones de interés”. Cada una de estas construcciones puede describirse en términos de esquemas construccionales, tal como se


plantea en González Vergara (2006a y 2009).

 

2.  Presentación del fenómeno

 

Como hemos visto, una oración de estructura lógica causativa como la que se presenta en (3a) puede sufrir la aplicación de la regla de inespecificación del argumento de mayor jerarquía y macropapel Actor formulada en (1). Esto origina canónicamente una oración como la de (3b).

 

(3)               a. Juan mató a Pedro

[do’ (Juan, Ø)] CAUSE [BECOME dead’ (Pedro)]

b. Se mató a Pedro

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME dead’ (Pedro)]

 

Sin embargo, la aplicación de esta regla a (3a) también puede dar origen a una oración de significado muy diferente, como se ve en (4).

 

(4)               Pedro se mató

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME dead’ (Pedro)]

 

Tanto la oración de (3b) como la de (4) parecen tener en  principio  la misma estructura lógica, que presenta inespecificado su argumento de mayor jerarquía. Sus interpretaciones, no obstante, son muy diferentes: “impersonal” en el primer caso y “reflexiva” o “incoativa” en el segundo ¿En qué se fundamentan estas diferencias?

 

Mi propuesta es que ellas se originan en el proceso de selección del PSA. En el caso del argumento Undergoer “Pedro” de (3b), este no asume la función de PSA, razón por la que toma caso acusativo con preposición “a” y se materializa como argumento central directo; mientras que, por su parte, el argumento Undergoer “Pedro” de (4) se selecciona como PSA y se materializa como argumento central directo en caso nominativo y en el morfema personal del verbo. Estas diferencias en el proceso de selección originan las dos distintas representaciones sintácticas observables en (3b) y (4), respectivamente. Dado que estas propiedades no forman parte de los principios generales del algoritmo de enlace, sino que se trata más bien de rasgos idiosincrásicos de


este tipo de oraciones, propongo que deben especificarse en dos diferentes esquemas construccionales.

 

Como la oración de (3b) no  presenta  PSA,  las  unidades  informativas que la conforman tienden a organizarse en un patrón de foco oracional. Esto favorece la interpretación de ‘algo o alguien no especificado mató a Pedro’; pero ¿cómo se genera la interpretación reflexiva de (4)? Sigo aquí la propuesta presentada en Van Valin (1990) y reproducida en Van Valin y LaPolla (1997), según la cual esta lectura surge de una inferencia, la que presento a continuación adaptada a los términos de este trabajo.

 

En la oración de (4), la presencia del morfema se señala que el argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica se ha inespecificado y, en consecuencia, es el argumento Undergoer el que se selecciona como PSA de la oración; sin embargo, dado que el verbo se halla en voz activa y que el SN que funciona como PSA tiene el rasgo [+animado], que es una propiedad prototípica de los actores, se origina una paradoja: por una parte, la oración hace surgir una interpretación pasiva —ya que tiene un PSA Undergoer y, por otra parte, genera al mismo tiempo una lectura activa porque el verbo está en voz activa y el PSA muestra rasgos de animacidad. Esta paradoja se resuelve al interpretar el PSA como Actor y Undergoer a la vez, lo que origina una interpretación reflexiva. En otras palabras, el argumento “Pedro” de

(4)   es visto como el efectuador o instigador del estado de cosas y también como el que es afectado por este.2 Esta lectura se ve aun más favorecida si la oración presenta una estructura informativa de foco predicativo, en la que el argumento Undergoer animado aparezca como tópico. Siguiendo el análisis que plantea Bentley para casos similares en italiano (2004), propongo que el fenómeno de identificación de los macropapeles Actor y Undergoer en un solo argumento se señale en la estructura lógica mediante la coindización del argumento Undergoer con el argumento de mayor jerarquía inespecificado. En consecuencia, la estructura lógica revisada de la oración “Pedro se mató”

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2  Una visión similar de este fenómeno se encuentra ya en Tesnière (1976), para quien resulta natural que el elemento que marca la diátesis recesiva (disminución de uno del número de los actantes verbales) sea el mismo que el de la diátesis reflexiva en muchas lenguas. Según este autor, esto se debe a que cuando una lengua carece de una forma especializada para representar este fenómeno recurre a aquella por la cual los verbos con dos actantes se acercan más a los de un actante; esta forma es la reflexiva, ya que —aunque posee dos actantes y no sólo uno— ambos representan a la misma persona.

 

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de (4) corresponde a la que se presenta en (5).

 

(5)               a.Pedro se mató

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR dead’ (Pedroi)]

 

La coindización del argumento inespecificado con el argumento Undergoer en la estructura lógica permite también explicar por qué en estos casos, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de las oraciones no reflexivas con se, este morfema varía en concordancia con los rasgos de persona del argumento Undergoer, como se observa en los ejemplos de (6).

 

(6)               a. Me mataré

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR dead’ ([1, sg]i)

b. Te matarás

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR dead’ ([2, sg]i)

 

Una cuestión interesante sobre este tipo de oraciones es que la interpretación reflexiva no es la única que puede generarse a partir de su estructura lógica. Como se observa en (7), una lectura incoativa es igualmente válida.

 

(7)               Pedro se mató (en un accidente de coche)

 

La interpretación incoativa, entendida como la expresión de un “cambio de estado (físico o psicológico) que el sujeto padece o experimenta [...]” (de Miguel, 1999: 3024), es compatible con la elección del argumento Undergoer como PSA oracional. Esta lectura se ve favorecida por una estructura informativa de foco oracional, en la que el PSA animado no aparezca como tópico, como se puede apreciar en (8).

 

(8)               Se mató Pedro

 

Es posible, sin embargo, obtener una lectura reflexiva en una oración con foco oracional como (8), así como también una oración con foco predicativo como la de (7) puede generar una interpretación incoativa. Propongo, entonces, que este tipo de oraciones en las que se ha inespecificado el argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica y que presentan un argumento Undergoer que asume el papel de PSA oracional son ambiguas entre las


lecturas reflexiva e incoativa o, dicho en otros términos, que constituyen una construcción “reflexivo-incoativa”. Las estructuras informativas de foco oracional y predicativo favorecen las interpretaciones incoativa y reflexiva, respectivamente, aunque no son privativas de ellas.

 

El verbo “matar”, en consecuencia, puede definirse como un predicado causativo que alterna este significado con una interpretación reflexivo- incoativa cuando sufre la inespecificación del argumento de mayor jerarquía y su argumento Undergoer animado se selecciona como PSA de la oración. Nos encontramos, entonces, ante un fenómeno de alternancia causativa. El análisis de algunos de los predicados que participan en estas alternancias y su relación con la regla léxica planteada en (1) es el tema de este artículo.

 

3.  Se  y las alternancias causativas

 

Una pregunta interesante que puede surgir al observar la alternancia causativo/reflexivo-incoativa del verbo “matar” descrita en la sección anterior es por qué, cuando la oración se interpreta como incoativa, esta no manifiesta una estructura lógica de realización o logro simple, a pesar de que el estado de cosas causante presenta sus dos argumentos inespecificados.

 

Centineo (1995) —en su estudio sobre los pares que participan en la alternancia causativo/incoativa en italiano— muestra que los verbos del tipo de aprire (“abrir”), que toman el morfema si en sus formas incoativas, poseen estructuras lógicas esencialmente causativas; mientras que los verbos del tipo de affondare (“hundir”), que mantienen la misma forma en sus usos transitivo e incoativo, son básicamente realizaciones o logros incoativos. Según Centineo (1995), existe un defecto inherente al planteamiento de un proceso de incoativización que borre el componente causal de la estructura lógica, ya que esta perspectiva no considera las diferencias entre un cambio de estado simple y un cambio de estado causado, haciendo que ambos tipos de verbo se muestren iguales en el nivel semántico, cuando —en su opinión— resulta claro que para los hablantes el uso intransitivo de aprire se conceptualiza como causado externamente, mientras que el de affondare se observa como un estado de cosas no inducido. Para esta parte de mi propuesta sigo el modelo planteado por Centineo (1995) y considero, en


consecuencia, que «matar» es un verbo esencialmente causativo y que, por lo tanto, su uso incoativo mantiene esta estructura, si bien con el primer argumento inespecificado según indica el morfema se.

 

Es interesante notar que en español, además del verbo incoativizado “matarse”, existe otro relacionado con él cuya estructura lógica es de logro simple: “morir”, tal como se aprecia en (9a). Se puede postular, entonces, que las diferencias de significado entre “Pedro murió” y “Pedro se mató” (9b), que parecen implicar un mayor grado de participación o responsabilidad en el estado de cosas en el caso del segundo ejemplo, se fundamentan en las diferencias entre sus estructuras lógicas.

 

(9)               a. Pedro murió INGR dead’ (Pedro)

b. Pedro se mató

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR dead’ (Pedroi)]

 

Este tipo de alternancia causativo/reflexivo-incoativa que hemos comentado sólo ocurre con verbos cuyo argumento Undergoer es animado y humano. Si este argumento fuera de tipo inanimado o animado no humano, la alternancia que se produce se vería reducida a una de tipo causativo/ incoativa únicamente, como se observa en las oraciones de (10). En las estructuras lógicas de estos ejemplos puede apreciarse que no se manifiesta la coindización entre al argumento inespecificado y el padecedor.

 

(10)           a. Juan quemó el bosque

[do’ (Juan, Ø)] CAUSE [BECOME burnt’ (bosque)]

b. El bosque se quemó

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME burnt’ (bosque)]

c.  Se quemó el bosque

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME burnt’ (bosque)]

 

La oración de (10b) genera de manera preferente una interpretación del tipo ‘el bosque se quemó por mismo, espontáneamente’, mientras que la de (10c) parece implicar la acción de un efectuador no especificado, especialmente si, como expresa Mendikoetxea (1999) se añade a la oración un complemento que indique propósito, como en el ejemplo “se quemó el


bosque para obtener más tierras cultivables”. Dado que ambas oraciones presentan la misma estructura lógica, propongo que estas diferencias de significado se fundamentan principalmente en las distintas estructuras informativas de las oraciones. Así, dado que (10b) tiene una estructura de foco predicativo, cuyo tópico es el SN inanimado “el bosque”, el enunciado aparece como un comentario sobre lo que le ha ocurrido a este argumento, lo que propicia una lectura de tipo incoativa. La oración de (10c), en cambio, presenta una estructura de foco oracional, con ausencia de tópico, lo que hace surgir a modo de inferencia la acción de un efectuador indefinido que desencadena el estado de cosas descrito por el enunciado. Sin embargo, tal como comentábamos para el caso de las diferencias entre las oraciones de

(7)  y (8), estas lecturas reflejan sólo una tendencia, ya que una oración como “el bosque se quemó” puede interpretarse como causada por un ente externo no mencionado, mientras que “se quemó el bosque” puede ser vista también como un estado de cosas producido de manera espontánea.

 

Como podemos apreciar, la situación que se presenta tras la aplicación de la regla léxica de inespecificación del argumento de mayor jerarquía en las estructuras causativas es bastante compleja. Por una parte, si el argumento de menor jerarquía —el Undergoer es animado, como se observa en (11a), la representación sintáctica resultante puede tomar varias formas: (i) ser una oración carente de PSA, lo que genera la interpretación de que un ente inespecificado es el causante del estado de cosas (11b); (ii) ser una oración de PSA animado y foco predicativo, lo que hace surgir una lectura variable reflexivo-incoativa, aunque preferentemente reflexiva (11c); y (iii) ser una oración de PSA animado y foco oracional, lo que genera una interpretación reflexivo-incoativa, aunque preferentemente incoativa (11d). Por otra parte, si el argumento Undergoer es inanimado (o animado no humano en ciertos casos), como se observa en (12a), las construcciones resultantes pueden ser

(i)  de PSA inanimado y foco predicativo, lo que favorece una interpretación incoativa (12b); y (ii) de PSA inanimado y foco oracional, que propicia una lectura del tipo ‘alguien o algo inespecificado es el causante del estado de cosas’ (12c).

 

(11)           a. Pedro golpeó a Juan

[do’ (Pedro, Ø)] CAUSE [BECOME hit’ (Juan)]


b. Se golpeó a Juan

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME hit’ (Juan)]

c.  Juan se golpeó

[do’ i, Ø)] CAUSE [BECOME hit’ (Juani)]

d. Se golpeó Juan

[do’ i, Ø)] CAUSE [BECOME hit’ (Juani)]

(12)           a. El viento secó la ropa

[do’ (viento, Ø)] CAUSE [BECOME dry’ (ropa)]

b. La ropa se secó

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME dry’ (ropa)]

c.  Se secó la ropa

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME dry’ (ropa)]

 

A continuación, revisaré algunas oraciones que entran en la alternancia causativo/incoativa o causativo/reflexivo-incoativa y que presentan algunos aspectos de especial interés.

 

4.  Análisis de casos

 

En español, los verbos que participan en las alternancias causativo/incoativa o causativo/reflexivo-incoativa generalmente presentan en la sección de la estructura lógica que denota el estado de cosas resultante un predicado de realización o de logro, como puede apreciarse en los ejemplos de (13).

 

(13)           a. El viento secó la ropa

[do’ (viento, Ø)] CAUSE [BECOME dry’ (ropa)] a’. La ropa se secó

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [BECOME dry’ (ropa)]

b. María reventó el globo

[do’ (María, Ø)] CAUSE [INGR popped’ (globo)] b’. El globo se reventó

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [INGR popped’ (globo)]

 

Una excepción a esta tendencia se aprecia en un ejemplo como el de (14), en el que el estado de cosas resultante puede interpretarse simplemente como un estado. Esto sucede principalmente en las oraciones de alternancia causativo/reflexivo-incoativa con verbos psicológicos.


(14)           a. La primavera alegra a Pedro

[do’ (primavera, Ø)] CAUSE [be’ (Pedro, [happy’])]

b. Pedro se alegra

[do’ i, Ø)] CAUSE [be’ (Pedroi, [happy’])]

 

Las oraciones incoativas o reflexivo-incoativas de estos tipos, a pesar de tener inespecificado su estado de cosas causante principal, pueden presentar un efectuador secundario, el que se manifiesta como SP periférico, como se observa en (15)3.

 

(15)           Pedro se alegra {con/por} la primavera

[do’ i, Ø)] CAUSE [[do’ (primavera, Ø)]] CAUSE [be’ (Pedroi, [happy’])]]

 

Como puede apreciarse por la dudosa gramaticalidad del ejemplo (16), basado en la oración de (13b’), una oración de este estilo no parece posible si el efectuador secundario que se quiere presentar es un ente animado. Esto puede explicarse si se considera que las propiedades que poseen los argumentos animados los motivan a aparecer como causas principales y no en forma de efectuadores secundarios.

 

(16)           ?*El globo se reventó {con/por} María

 

La presencia de un ente animado en el SP, sin embargo, es posible en una alternancia como la presentada en (17). En ella se puede observar que el argumento que aparece como PSA en (17a) se muestra como efectuador secundario introducido por “con” en (17b).

 

(17)           a. Ese barbero afeita a Pedro

[do’ (barbero, Ø)] CAUSE [BECOME shaved’ (Pedro)]

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3   La aparición del efectuador secundario en un SP periférico se encuentra predicha por un principio de asignación de preposicional presentado en Van Valin y LaPolla (1997: 381), que presento aquí adaptado para el caso del español:

Dados dos argumentos “x” e “y” en una estructura lógica —siendo “x” de menor o igual jerarquía que “y”— y un papel gramatical específico (macropapel, núcleo de SN), asígnese “con” o “por” al argumento “y” si y sólo si este no se selecciona para tal papel.

Este es justamente el caso de la estructura lógica presentada en (15). El argumento inespecificado “Ø” es de igual jerarquía que el argumento “primavera” (ambos son el primer argumento de un predicado de actividad), pero este último no se selecciona para el macropapel de Actor por encontrarse en segunda posición en una cadena causal. Esto lo habilita para presentarse en un SP periférico.

 

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b.   Pedro se afeita con ese barbero

[[do’ i, Ø)] CAUSE [[do’ (barbero, Ø)] CAUSE [BECOME shaved’ (Pedroi)]]

 

Esta variación se explica por los siguientes principios: el argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica de (17b) ha sido inespecificado, lo que desencadena la aparición del morfema se; el argumento de menor jerarquía (“Pedro”, coindizado con el de mayor jerarquía inespecificado) recibe el macropapel de Undergoer y se selecciona como PSA de la claúsula, por lo que se manifiesta en un argumento central directo en nominativo y en el morfema de persona verbal; finalmente, el argumento “barbero” —dado que posee la misma jerarquía que el inespecificado, pero no es seleccionado para el macroapel de Actor se materializa con el significado de ‘efectuador secundario’ en un SP periférico introducido por “con”. Aquí no se da la restricción comentada en (16), ya que, a pesar de que “el barbero” tiene el rasgo [+humano], también el argumento inespecificado i) lo manifiesta por su coindización con “Pedro”.

 

Pueden también incluirse en el grupo de predicados que participa de las alternancias causativo/incoativa o causativo/reflexivo-incoativa  algunos de los verbos cuya construcción con se ha generado controversia en los estudios gramaticales. Uno de estos corresponde a “dormir”. Este verbo puede aparecer en (i) una oración que describe una actividad (18a); (ii) una oración que denota un estado de cosas causativo (18b); o, cuando el verbo aparece construido con se, una oración que presenta el estado de cosas como espontáneo —o bien como causado por el mismo ente que se ve afectado por el estado de cosas, es decir, reflexivo— (18c). En concordancia con los planteamientos ya explicados, propongo que el verbo “dormirse” de (18c) corresponde a la alternativa reflexivo-incoativa del verbo en construcción causativa de (18b). Por otra parte, desde esta perspectiva, el verbo “dormir” de (18a) manifiesta una estructura lógica de actividad que no se relaciona directamente con el significado de las otras dos.

 

(18)           a. El niño durmió

do’ (niño, [sleep’ (niño)])

b. La madre durmió al niño

[do’ (madre, Ø)] CAUSE [BECOME slept’ (niño)]


c.  El niño se durmió

[do’ i, Ø)] CAUSE [BECOME slept’ (niñoi)]

 

Un verbo que muestra un comportamiento similar al que acabamos de ver es “despertar”. Como se puede apreciar a continuación, se produce también una alternancia causativo/reflexivo-incoativa entre el ejemplo de (19a) y el de (19b):

 

(19)     a. La madre despertó al niño

[do’ (madre, Ø)] CAUSE [INGR waken’ (niño)]

b. El niño se despertó

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR waken’ (niñoi)]

 

Sin embargo, el verbo “despertar” —a diferencia de lo ocurrido con “dormir”— también puede utilizarse para describir un estado de cosas correspondiente a un logro como en “el niño despertó” ¿Cómo se diferencian estas oraciones? Una distinción fundamental parece provenir del hecho de que este “despertar” intransitivo sin se describe estados de cosas para los que no resulta posible postular una causa, como se observa en los ejemplos de (20), mientras que el mismo verbo con se sólo puede expresar estados de cosas que entren en una alternancia con la estructura causativa sin se, como se puede inferir de la dudosa gramaticalidad de la oraciones de (21).

 

(20)           a. La máquina despertó de pronto a’. ?Alguien despertó la máquina

b. La especie humana despertó en África b’. ?Alguien despertó a la especie humana

 

(21)           a. ?La máquina se despertó de pronto

b. ?La especie humana se despertó en África

 

Propongo, en consecuencia, que una oración como la de (19b) describe un estado de cosas reflexivo-incoativo que participa de la alternancia con la estructura causativa de (19a), mientras que el verbo “despertar” de (22) describe un estado de cosas correspondiente a un aktionsart incoativo de logro no relacionado con esta alternancia.


(22)           a. El niño despertó INGR waken’ (niño)

 

Un ejemplo también similar puede hallarse en el caso del verbo “terminar”. Este puede aparecer en una construcción causativa (23a), una construcción incoativa (23b) o en una oración en la que se describe un logro no relacionado con la alternancia (23c).

 

(23)           a. El sacerdote terminó la misa

[do’ (sacerdote, Ø)] CAUSE [INGR finished’ (misa)]

b. La misa se terminó

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [INGR finished’ (misa)]

c.  La misa terminó INGR finished’ (misa)

 

A diferencia de lo planteado para las oraciones con el verbo “despertar”, sin embargo, en este caso tanto el verbo construido con se como el verbo de logro sin se pueden describir estados de cosas para los que no se puede postular una causa externa, como se aprecia en “el verano (se) terminó”.

 

No obstante, existen ciertos contextos en los que no pueden usarse indistintamente ambas alternativas y de cuyo análisis se desprende que la oración con se se encuentra relacionada más estrechamente con una estructura causativa que la oración con verbo de logro sin se. Por ejemplo, si en un diálogo se planteara una pregunta del estilo de: “¿cómo terminó la fiesta anoche?”, una respuesta plausible sería: “bien; todos nos fuimos muy contentos”, de lo que se infiere que la fiesta tuvo un fin natural, no provocado externamente; sin embargo, ante una pregunta del tipo de: “¿cómo se terminó la fiesta anoche?”, la respuesta anterior no parece adecuada, sino que sería más probable una del estilo de: “llegó la policía y todos escapamos”. En otras palabras, “la fiesta se terminó” parece propiciar más una lectura en la que una fuerza externa es la causa del estado de cosas, mientras que en “la fiesta terminó” la interpretación puede ser que el estado de cosas llegó a su fin por mismo. Estos datos resultan concordantes con la propuesta de que la oración con se es la alternativa incoativizada correspondiente al verbo causativo “terminar”, mientras que una oración con el verbo de logro “terminar” sin se, si bien puede relacionarse con una estructura causativa,


genera más naturalmente la lectura de un estado de cosas que alcanza un fin de manera espontánea.

 

Una pregunta válida en relación con los casos recién revisados de “despertar” y “terminar”, en los que hemos visto que la forma sin se puede describir tanto un estado de cosas causativo (o causativo incoativizado) como uno incoativo simple, es cómo deben clasificarse primariamente estos verbos; es decir ¿se trata básicamente de predicados de logro o sus estructuras lógicas son de tipo causativo? o bien ¿se trata, en cada caso, de dos verbos con estructuras lógicas diferentes?

 

Centineo (1995)  propone  una  serie  de  pruebas  que  pueden  ayudarnos a dilucidar esta cuestión. Estas son: (i) interpretación del verbo en una construcción causativa con “hacer”: si el verbo es causativo, la interpretación será la de que el estado de cosas fue causado externamente; si es incoativo, la lectura preferida será la de un estado de cosas espontáneo. (ii) Interpretación del verbo en una construcción con verbo de percepción: el comportamiento esperado es idéntico al de la prueba anterior. (iii) Prueba de elicitación por parte de hablantes nativos: se espera que un verbo intrínsecamente causativo sea utilizado de manera espontánea en oraciones sintácticamente transitivas, mientras que un verbo inherentemente incoativo se utilice principalmente en oraciones intransitivas4.

 

En español el verbo «matar» corresponde a un predicado esencialmente causativo, mientras que “crecer” puede postularse desde una perspectiva interlingüística como inherentemente incoativo (Centineo, 1995: 64). Veamos el comportamiento de estos verbos con las pruebas mencionadas con el fin de cerciorarnos de que los criterios postulados para el italiano se pueden aplicar también en el caso del español5.

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4  Centineo (1995) propone una última prueba: la compatibilidad del verbo con adverbios de modo como “violentamente”. Según la autora, dado que este tipo de adverbios modifica el componente de actividad de la estructura lógica sólo podrá aparecer con verbos de estructura causativa. Sin embargo, una oración causativa como “Pedro derritió el hielo”, cuya estructura lógica presenta un predicado de actividad ([do’ (Pedro, Ø)] CAUSE [BECOME melted’ (hielo)] (cf. Van Valin, 2005)) no es compatible con tales adverbios: “*Pedro derritió violentamente el hielo”. En consecuencia, no parece que esta prueba sea totalmente fiable.

5 Según Jacobsen(1985), los verbos que señalan “destrucción y violencia” se perciben prototípicamente como eventos que ocurren bajo la influencia de una fuerza externa, mientras que verbos que señalan cambios autoinducidos se aprecian como ocurridos sin una fuente causativa aparente. De acuerdo con Centineo (1995), los verbos de destrucción y eventos como “crecer” representan los polos opuestos de un continuo cuyos puntos intermedios pueden conceptualizarse de forma variable en las diferentes cultura. Es por esto que propongo los verbos “matar” y “crecer” como representantes prototípicos de las categorías causativa e incoativa, respectivamente.

 

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(24)           Prueba (i): interpretación con “hacer”

a.  Pedro hizo matar a Juan

b. Pedro hizo crecer a Juan

 

Como se puede observar, la oracn de(24a) tiene una lectura que corresponde a ‘Pedro hizo que alguien matara a Juan’ y no ‘Pedro hizo que Juan muriera por mismo’, es decir, el estado de cosas es causado externamente. Esto concuerda con nuestra visión de “matar” como causativo. La oración de (24b), por su parte, genera la interpretación ‘Pedro hizo que Juan creciera por mismo’ y no ‘Pedro hizo que alguien hiciera crecer a Juan’, es decir, el estado de cosas descrito es espontáneo. Esto concuerda con nuestra visión de “crecer” como incoativo.

 

(25)           Prueba (ii): interpretación con verbo de percepción

a.  Pedro vio matar a Juan

b. Pedro vio crecer a Juan

 

Los resultados de esta prueba son congruentes con los anteriores. La oración de (25a) tiene la interpretación de ‘Pedro vio que alguien mataba a Juan’, mientras que la de (25b) genera la lectura de ‘Pedro vio que Juan creció por mismo’. Esto es coherente con la propuesta de que “matar” es un verbo causativo, mientras que “crecer” es incoativo.

 

Finalmente, en una prueba de elicitación planteada a veinte sujetos hablantes nativos de español, la mayor parte de los encuestados produjo espontáneamente oraciones en las que “matar” se muestra en una construcción transitiva, mientras “crecer” aparece en construcciones intransitivas. Esto puede apreciarse en los ejemplos de (26), que reproducen algunas de las respuestas originales. En consecuencia, dado que el resultado de las tres pruebas confirma la propuesta de que “matar” es un verbo causativo y “crecer” un verbo incoativo, podemos considerar que estas son también válidas para el español.

 

 


(26)           “matar”

a. Los fanáticos están matando a mucha gente

b. Anoche no pudimos matar a una cucaracha en la cocina “crecer”

c.  Mi planta ha crecido mucho

d. Los valores de Repsol están creciendo como la espuma

 

Comprobemos ahora el comportamiento de los verbos “despertar” y “terminar” con las pruebas reseñadas, con el fin de averiguar si corresponden a predicados esencialmente causativos o incoativos, o bien si se trata de verbos de diferente aktionsart en cada caso.

 

(27)           Prueba (i): interpretación con “hacer”

a. Pedro hizo despertar al niño

b. Pedro hizo terminar la clase

 

La oración de (27a) es ambigua entre las interpretaciones de ‘Pedro hizo que el niño dejara de dormir’ y ‘Pedro hizo que alguien hiciera que el niño dejara de dormir’, por lo que parece que el verbo “despertar” puede generar tanto una lectura causativa como una incoativa. La oración de (27b), por su parte, manifiesta el mismo comportamiento. También varía su interpretación entre ‘Pedro hizo que la clase llegara a su finy ‘Pedro hizo que alguien hiciera que la clase llegara a su fin’, por lo que también hay bases para considerar que el verbo “terminar” genera tanto una lectura causativa como una incoativa.

 

(28)           Prueba (ii): interpretación con verbos de percepción

a. Pedro vio despertar al niño

b. Pedro vio terminar la clase

 

El comportamiento de los verbos en esta prueba es idéntico al visto en la anterior. Con ambos se obtiene una interpretación ambigua entre ‘Pedro vio {que el niño dejó de dormir / que la clase llegó a su fin}’ y ‘Pedro vio

{que alguien hizo que el niño dejara de dormir / que alguien hizo que la clase llegara a su fin}’. Esto apoya la propuesta de que estos verbos pueden desencadenar tanto una lectura causativa como una incoativa.


Finalmente, en la prueba de elicitación observamos que los encuestados produjeron tanto oraciones en las que los verbos aparecen en estructuras transitivas como en intransitivas, como se observa en (29).

 

(29)           “despertar”

a. Tuve que despertar a mi perro para sacarlo a pasear

b. Despertamos con el canto de los pájaros

 

“terminar”

a. Por fin Cristina ha terminado la tesina

b. La película terminó a las diez

 

Los resultados parecen confirmar nuestro planteamiento inicial de que los verbos“despertar”y“terminar”puedencorresponderadosestructuraslógicas distintas cada una: de logro causativo y de logro simple. En consecuencia, postulo que cuando el predicado causativo presenta inespecificado el argumento de mayor jerarquía la construcción muestra el morfema se y corresponde a la variante incoativizada de los verbos causativos. Los verbos “despertar” y “terminar” intransitivos sin se, por su parte, corresponden a predicados de logro incoativos simples, no causativos.

 

Existen otros verbos, como “adelgazar”, “engordar”, “envejecer” y “mejorar”, que participan también de la alternancia causativo/incoativa, pero en los que esta segunda variante no suele presentarse con el morfema se ¿Se trata esencialmente de predicados causativos o incoativos? Observemos su comportamiento con respecto a las pruebas.

 

(30)           Prueba (i): interpretación con «hacer»

a. Pedro hizo adelgazar a María

b. Pedro hizo engordar a Juan

c.  Pedro hizo envejecer a Luis

d. Pedro hizo mejorar a Pablo

 

En estas oraciones la interpretación preferida es la que privilegia la visión del verbo como incoativo; es decir, “Pedro hizo adelgazar a María”, por ejemplo, se interpreta más como ‘Pedro hizo que María se volviera más delgada’ y menos como ‘Pedro hizo que alguien volviera más delgada a María’, aunque


esta última es también una lectura posible.

 

(31)           Prueba (ii): interpretación con verbos de percepción

a. Pedro vio adelgazar a María

b. Pedro vio engordar a Juan

c.  Pedro vio envejecer a Luis

d. Pedro vio mejorar a Pablo

 

Nuevamente, estos ejemplos se muestran en concordancia con los resultados de la prueba (i). Así, por ejemplo, “Pedro vio envejecer a Luis” tiende a interpretarse más como ‘Pedro vio que Luis envejeció por mismo’ y menos como ‘Pedro vio que alguien hizo envejecer a Luis’. Esto apoya el planteamiento de estos verbos como incoativos.

 

Por último, los resultados de la prueba de elicitación, de los que algunos ejemplos se presentan en (32), muestran que la mayoría de los encuestados produce espontáneamente oraciones intransitivas con estos  verbos,  lo que confirma la propuesta de que se trata de predicados inherentemente incoativos.

 

(32)           “adelgazar”

a. A veces las personas adelgazan debido a una enfermedad

b. Adelgace con nuestro producto natural

 

“engordar”

a. Voy a engordar comiendo tan tarde

b. Ha engordado ene desde la ultima vez que la vi

 

“envejecer”

a. Tras aquella desgracia, Julián envejeció muy rápidamente

b. No puedo creer que hayamos envejecido tan lento, Clark

 

“mejorar”

a. Mejoramos mucho después del último partido

b. Pese a la rehabilitación, no ha mejorado nada de la espalda

 

En consecuencia, proponemos que los verbos de la clase de “adelgazar” son, en español, inherentemente incoativos (a la manera de affondare del


italiano). Un ejemplo con su estructura lógica correspondiente se presenta en (33a). Los usos transitivos de estos verbos corresponden, por lo tanto, a predicados que han sufrido un proceso de causativización en el nivel léxico, como se observa en (33b).

 

(33)           a. Pedro envejeció6

PROC old’ (Pedro)

b. Las preocupaciones envejecieron a Pedro

[do’ (preocupaciones, Ø)] CAUSE [PROC old’ (Pedro)]

 

Sin embargo, si la alternancia causativo/incoativa en estos verbos se da naturalmente sin la presencia  del  se,  ¿qué  papel  cumple  este  morfema en oraciones en las que estos verbos se presentan como “adelgazarse”, “engordarse”, “envejecerse” o “mejorarse”? Mi propuesta es que la función de se en estos casos es la misma que en el resto de construcciones revisadas: señalar que el argumento de mayor jerarquía de la estructura lógica se ha inespecificado.

 

Este fenómeno léxico puede originar oraciones que tienen el sentido de ‘alguien o algo inespecífico es la causa del estado de cosas’. El hecho de que se pueda señalar los estados de cosas descritos en estas oraciones como provocados por una causa externa, aunque inespecificada, demuestra que las estructuras lógicas de estos verbos son causativas, como se puede observar en (34)7.

 

(34)           a. Se adelgazaron los muros del edificio

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [PROC thin’ (muros del edificio)]

b. Se engordaron las vacas

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [PROC fat’ (vacas)]

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6   El estado de cosas descrito por “envejecer” no desemboca en un estado de cosas resultante; es decir, “envejecer” no significa ‘volverse viejo’ sino más bien ‘volverse más viejo de lo que se era’. Se trata, según Dowty (1979) de “predicados de realización gradual”. La carencia de telicidad hace que el aktionsart de estos verbos no pueda definirse como de realización o de logro, en lo que muestran semejanza con los semelfactivos; se diferencian de ellos, sin embargo, en que no son instantáneos. Para representar sus estructuras lógicas, Van Valin (2005: 44) introduce el operador PROC (de “proceso”).

7  Pueden, por supuesto, generar también una interpretación incoativa sin alusión a un ente causante como se aprecia en el ejemplo “el camino se adelgaza más adelante”.

 

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c.  Se envejeció el metal

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [PROC old’ (metal)]

d. Se mejoró el informe

[do’ (Ø, Ø)] CAUSE [PROC good’ (informe)]

 

Se debe notar que en las oraciones recién presentadas el argumento de menor jerarquía, que es seleccionado como PSA oracional, corresponde o bien a un ente inanimado (34a), (34c) y (34d) o bien a un ente animado no humano (34b). Si el argumento Undergoer es un ente animado humano que se selecciona como PSA, la lectura que surge es una de tipo reflexivo-incoativa, en la que este argumento se interpreta como Undergoer y Actor a la vez, por lo que aparece coindizado con el argumento inespecificado de la primera parte de la estructura lógica, como puede apreciarse en (35). La exigencia de que el argumento Undergoer presente no sólo el rasgo [+animado] sino también el de [+humano] en la variante reflexivo-incoativa tiene que ver con el hecho de que, en estos verbos, una interpretación reflexiva solamente es posible cuando al referente del PSA se le puede atribuir intencionalidad, propiedad que se asocia a su vez sólo con entes que poseen ‘estado mental’.

 

(35)           a. Pedro se adelgazó

[do’ i, Ø)] CAUSE [PROC thin’ (Pedroi)]

b. Juan se engordó

[do’ i, Ø)] CAUSE [PROC fat’ (Juani)]

c.  Luis se envejeció

[do’ i, Ø)] CAUSE [PROC old’ (Luisi)]

d. María se mejoró

[do’ i, Ø)] CAUSE [PROC good’ (Maríai)]

 

En consecuencia, considero que los verbos “adelgazarse”, “engordarse”, “envejecerse” y  “mejorarse”  corresponden  a  las  variantes  incoativizadas o reflexivo-incoativizadas de los predicados causativos correspondientes sin se, los que —como hemos visto— se derivan a su vez de predicados incoativos.

 

La presencia del rasgo [+humano] desempeña también un papel importante en otras alternancias, como la que se presenta con el verbo “controlar”. Observemos los ejemplos de (36):


(36)           a. El viento se controló

b. La bestia se controló

c.  Pedro se controló

 

Como puede apreciarse, tanto la oración con PSA inanimado de (36a) como la de PSA animado no humano de (36b) sólo pueden interpretarse como incoativas, ya sea con la lectura de que “el viento” y “la bestia” se controlan espontáneamente o bien por causa de la acción de un ente externo. Por su parte, la oración de (36c), con PSA animado humano, genera tanto una lectura incoativa como una reflexiva, como lo muestra su compatibilidad con estos contextos: “Pedro se controló {con los años / para no asustar a los niños}”.

 

Otros predicados que presentan un comportamiento similar incluyen verbos de dicción como por ejemplo “manifestar”, “explicar” y “callar”. Cuando estos verbos aparecen en oraciones con se, su significado es incoativo si el argumento Undergoer es inanimado, y reflexivo-incoativo si el Undergoer es animado humano, como se observa en (37). Algo similar sucede con otros verbos que señalan cambios de estado físicos del tipo de “llenar”, “quemar” y “cortar”, como puede apreciarse en (38).

 

(37)           a. El secreto {se manifestó / se explicó / se calló}

b. Pedro {se manifestó / se explicó / se calló}

 

(38)           a. El edificio {se llenó / se quemó} / la película se cortó

b. Juan se llenó / se quemó / se cortó

 

En verbos que indican desplazamiento —como “mover(se)” o “correr(se)”— o movimiento sin desplazamiento —como “contonear(se)” o “parar(se)” (tanto en el sentido de ‘detener(se)’ como en el de ‘poner(se) de pie’)—, la noción de estado mental o la condición de humano desempeñan un papel menos importante que la animacidad simple. Es por esto que en su uso con se tanto humanos como animales pueden aparecer en una construcción reflexivo-incoativa (en la que el argumento Undergoer se interpreta tanto como la causa como el afectado por el estado de cosas), como se observa en (39a) y (39b) mientras que los entes inanimados solo generan lecturas incoativas (39c).


(39)           a. Pedro {se movió / se corrió / se contoneó / se paró}

b. El caballo {se movió / se corrió / se contoneó / se paró}

c.  La pelota se movió / el  mueble se corrió / el edificio se contoneó / la antena se paró

 

Finalmente, revisamos los casos de “morir”, “aparecer” y “crecer” en las oraciones en que aparecen junto al morfema se. Estos tres verbos tienen en común el hecho de que sus aktionsarten corresponden a logros, realizaciones o procesos simples, fundados en predicados de estado. Es decir, sus estructuras lógicas son las que se pueden observar a continuación:

 

(40)           a. Pedro murió

INGR dead’ (Pedro)

b. La tinta invisible apareció BECOME visible’ (tinta invisible)

c.  El manzano creció PROC grown’ (manzano)

 

Como las estructuras lógicas de estos tres ejemplos se basan en predicados de estado monoargumentales, no deberían poder combinarse con el morfema se; sin embargo, esto ocurre en oraciones como las que se presentan en (41).

 

(41)           a. Pedro se murió

b. La Virgen se apareció

c.  El atleta se creció

 

El se de estas oraciones, sin embargo, no puede corresponder a la manifestación morfológica de la inespecificación del argumento de mayor jerarquía del predicado de estado, ya que sus predicados de base son estados M-intransitivos, que no presentan argumento de mayor jerarquía al que se le pueda asignar el macropapel de actor. ¿Qué función cumple se entonces? Analicemos estos casos de manera individual.

 

La distinción entre  “morir”  y  “morirse”  parece  fundamentarse  en  que el primero de estos verbos tiene un significado neutral, que describe únicamente el hecho de ‘llegar a no estar vivo’, sin hacer alusión a la causa


que desencadena este cambio de estado; en cambio, el segundo, aunque también describe este estado de cosas, sólo puede utilizarse en contextos en los cuales la muerte es entendida como parte de un proceso natural y no causado externamente. Estas diferencias se observan en los ejemplos de (42).

 

(42)            a. Mi abuelo murió durante la guerra {porque ya era muy anciano / porque lo mató un enemigo}

b. Mi abuelo se murió durante la guerra {porque ya era muy anciano /

*porque lo mató un enemigo}

 

Pareciera ser, entonces, que la diferencia entre estos verbos es que “morir” es la simple descripción de un cambio de estado: un verbo incoativo de logro, mientras que “morirse” no sólo describe este cambio, sino que también señala que este debe entenderse como resultado de un proceso no causado externamente, sino que tiene su origen y fin en el mismo ente al que se refiere el argumento Undergoer (“mi abuelo”, en (42b)). En otras palabras, el significado de “morirse” se asemeja al de las oraciones de sentido reflexivo en que el estado de cosas presenta al argumento Undergoer tanto como la causa del estado de cosas —o, al menos, la negación de que el estado de cosas sea causado por un ente externo al denotado por este argumento— como el afectado por este. En consecuencia, proponemos que la diferencia entre estos dos predicados se basa en que “morir” posee una estructura lógica de logro simple, mientras que “morirse” presenta una de logro causativo, en el que se ha inespecificado la causa (lo que desencadena la aparición de se) y en el que aparecen coindizados el argumento de mayor jerarquía con el de menor jerarquía, como se aprecia en los ejemplos de (43). Esto genera la interpretación de un estado de cosas que tiene causa y fin en el mismo argumento.

 

(43)           a. Pedro murió

INGR dead’ (Pedro)

b. Pedro se murió

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR dead’ (Pedroi)]

 

Es interesante observar que mientras “morir” admite la postulación de una causa no humana expresada de forma periférica, como se observa en (44a),


“morirse” no se combina tan libremente con una especificación de este tipo, como se puede ver en (44b). Si bien esta última oración no es agramatical, se muestra menos aceptable que la primera. Asimismo, sus significados parecen ser distintos. Mientras la oración del primer ejemplo acepta la paráfrasis “la explosión mató a Pedro”8, la segunda no presenta el mismo tipo de equivalencia con ella, sino que la lectura que genera es más bien: ‘la explosión inició un proceso que provocó la muerte natural de Pedro’.

 

(44)           a. Pedro murió con la explosión

[do’ (explosión, Ø)] CAUSE [INGR dead’ (Pedro)]

b. ?Pedro se murió con la explosión

[do’ i, Ø)] CAUSE [[do’ (explosión, Ø)] CAUSE [INGR dead’ (Pedroi)]]

 

El caso de “aparecer” frente a “aparecerse” presenta puntos de contacto con el que acabamos de reseñar. Un primer aspecto que se debe destacar es que “aparecer” puede utilizarse con argumentos que hacen referencia a tanto participantes inanimados como animados (45a) —ya que este verbo sólo indica la realización de ‘volverse visible’—, mientras que “aparecerse” únicamente parece posible con entes animados, siendo su uso más frecuente con argumentos del tipo de “la Virgen”, “un santo” o “un fantasma”, es decir, entidades que se conciben como capaces de aparecer y desaparecer por su propia voluntad (45b).

 

(45)           a. La tinta invisible apareció / el gato apareció / Pedro apareció

b. *La tinta invisible se apareció / ?el gato se apareció / Pedro se apareció / la Virgen se apareció

 

Por este motivo, considero que “aparecer” corresponde a un predicado de realización simple, mientras que “aparecerse” hace referencia a un cambio de estado provocado y padecido por un mismo ente, al que hace referencia el argumento Undergoer, como se aprecia en los ejemplos de (46).

 

(46)           a. La tinta invisible apareció BECOME visible’ (tinta invisible)

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8  De hecho, las estructuras lógicas de “la explosión mató a Pedro” y “Pedro murió con la explosión” son idénticas. Solamente se diferencian en que, en el proceso de asignación de macropapeles, el argumento “explosión” del primer caso se selecciona como actor, mientras que en el segundo caso esto no ocurre, por lo que el argumento se expresa como efectuador secundario.

 

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b. La Virgen se apareció

[do’ i, Ø)] CAUSE [BECOME visible’ (Virgeni)]

Finalmente, el caso de la alternancia entre “crecer” y “crecerse” parece corresponder también al mismo patrón. “Crecer” es un predicado de realización gradual para el que no se requiere ni se especifica causa y que puede atribuirse tanto a entes animados como inanimados, como se observa en (47a). “Crecerse”, por otra parte, describe un cambio de estado mental o actitudinal, provocado y sufrido por el mismo ente (generalmente frente a una circunstancia adversa) y que sólo puede aparecer con argumentos que denotan entidades humanas, como se aprecia en (47b). Consideramos, en consecuencia, que el primer verbo corresponde a un predicado incoativo simple, mientras que el segundo describe un cambio de estado que tiene causa y fin en la misma entidad, a la que hace referencia el argumento Undergoer.

 

(47)           a. El manzano creció PROC grown’ (manzano)

b. El atleta se creció

9

[do’ i, Ø)] CAUSE [BECOME grown’ (atletai)]

 

En los tres casos de alternancia presentados (“morir” / “morirse”; “aparecer”

/ “aparecerse”; “crecer” / “crecerse”), se indica la existencia de un estado de cosas causante en la estructura lógica del que se ha inespecificado el argumento de mayor jerarquía.

 

Otro hecho sobre el que es importante llamar la atención es que algunos de los verbos que actualmente se ocupan en oraciones con el morfema se y cuyo significado es incoativo, como por ejemplo “desmayarse”, derivan históricamente deestructuras causativas. Así, la alternancia correspondiente para este predicado sería la que se indica en (48). Este fenómeno es señalado por Bello (1847: § 762).

 

(48)           a. El jugador desmayó al árbitro

[do’ (jugador, Ø)] CAUSE [INGR fainted’ (árbitro)]

_________________________

 

9  Propongo que “crecerse”, a diferencia de “crecer”, posee como base un aktionsart de realización y no de proceso, ya que describe un estado de cosas que desemboca en un estado resultante. Este puede reflejarse en una oración como “el atleta está crecido”.

 

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b. El árbitro se desmayo

[do’ i, Ø)] CAUSE [INGR fainted’ (árbitroi)]

 

Un caso similar se presenta con el verbo “rendir(se)”. Su uso actual parece ser mayoritariamente pronominal, salvo contadas excepciones como la que se observa en la locución “rendir cuentas”. Sin embargo, el significado de este verbo es originalmente causativo y su definición, según se registra en RAE (2001), corresponde a “vencer, sujetar, obligar a las tropas, plazas, embarcaciones enemigas, etc. a que se entreguen”. En otras palabras, “rendirse” corresponde a la variante incoativa de “rendir”. Según Arce- Arenales (1989: 282), verbos como estos han terminado por incorporar totalmente el morfema se en la base verbal y, por lo tanto, se trata de realizaciones o de logros en el estado actual de la lengua.

 

Por supuesto, existen muchos otros verbos que presentan variación entre formas con se y sin se que no he tratado aquí y cuyo análisis en profundidad requeriría una extensión considerable para el tratamiento casuístico, pero confío en haber mostrado que buena parte de estos fenómenos de alternancia causativa pueden explicarse haciendo referencia al fenómeno léxico que disminuye la importancia del argumento de mayor jerarquía y macropapel Actor de la estructura lógica, que a mi juicio se encuentra en la base de todas las apariciones de se en español.

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