¡Salud por el lenguaje!: la jerga juvenil y sus relaciones con el alcohol

Cheers to language! youth slang and its relationship with alcohol

Manuel Villavicencio

0000-0003-3459-521X

Universidad de Cuenca

manuel.villavicencio@ucuenca.edu.ec

Miguel Novillo

0000-0002-3823-8458

Universidad de Cuenca

miguel.novillo@ucuenca.edu.ec

Ámbar Chica

0000-0002-5751-2715

Universidad de Cuenca

ambarchica2828@gmail.com

Citación: Villavicencio, M., Novillo, M. & Chica, Á. (2022). ¡Salud por el lenguaje!: la jerga juvenil y sus relaciones con el alcohol. Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura, 32(1), 20-34. doi.org/10.15443/RL3202

Resumen: El presente artículo analiza desde la sociolingüística un repertorio de léxico, en el ámbito del alcohol, en la ciudad de Cuenca, Ecuador. Con esto pretendemos reflexionar en qué medida los diferentes términos y expresiones configuran un imaginario sociocultural en el que la bebida es concomitante con las prácticas cotidianas de los jóvenes. La metodología empleada parte del estudio léxico-semántico de un corpus de 5.000 formas, aproximadamente, a través de la elaboración de una taxonomía (tipos de bebidas, cantidad, consumo, estados y efectos), y de una planta de análisis lexicográfico, a partir de figuras retóricas, principalmente la metáfora y la metonimia, que provoca, el gozo y el deleite por parte de sus usuarios.

Palabras clave: sociolingüística - jerga juvenil - alcohol - ciudad

Abstract: This article is circumscribed within a larger project and seeks to analyze the field of alcohol in youth slang in the city of Cuenca, to reflect to what extent the different terms and expressions make up a socio-cultural imaginary in which drinking is concomitant with the daily practices of young people, such as sex, drugs, food, study, sports and other forms of leisure and fun. The methodology used begins from the lexical-semantic study of a corpus of approximately 5,000 forms, through the elaboration of a taxonomy (types of drinks, quantity, consumption, states and effects), and a lexicographic analysis, which suggest the presence of semantic changes, from rhetorical figures, mainly metaphor and metonymy, which causes the joy and delight on the part of its users.

Keywords: sociolinguistics - youth slang - alcohol - city

1. Introducción

Sabemos que lo urbano es un cierto modo de organización espacial de las actividades cotidianas de una comunidad, en relación con el tipo de producción y las relaciones sociales, políticas, lingüísticas e identitarias (Casado Velarde, 1988). En el contexto de la globalización y su influencia en las ciudades latinoamericanas, se ha dado lugar a escenarios privados de libertad en múltiples facetas, con opresiones y procesos de deshumanización, con el objetivo de disolver al sujeto frente a la intermediación que ofrecen los símbolos y figuraciones de la mercancía.

El lenguaje, como constructo cultural, se constituye un dispositivo que nos permite comprender y analizar de qué manera los seres humanos habitan los espacios urbanos en sus diferentes ámbitos: el amor, el sexo, las drogas, el alcohol, la diversión, los alimentos, entre otros. Del mismo modo, actúa como un factor de identidad social, que más allá de ser un mero vehículo de comunicación, evidencia modos de apropiación, transformación y resistencia cultural (Reguillo, 2000).

En este contexto, la jerga juvenil se constituye en un segmento del habla social que subvierte las dinámicas lingüísticas y culturales de la sociedad, pues, además en su “desnudez” significativa (Beinhauer, 1986), provoca el gozo verbal y la configuración de nuevos referentes y sujetos que buscan su inclusión y participación en la vida política y cultural de un país.

A partir de lo anterior, el objetivo de este trabajo es analizar el ámbito del consumo del alcohol en la jerga juvenil de la ciudad de Cuenca (Ecuador), a partir de un corpus de alrededor de 5.000 términos y locuciones recogidos y sistematizados en el marco de un proyecto de investigación en la Universidad de Cuenca (2019-2021). La primera parte expone la importancia de la sociolingüística en la actualidad, a partir de un breve recorrido por Iberoamérica a través de estudios realizados en Argentina, Chile, Colombia, México y España. A continuación, definiremos a la jerga juvenil, sus caracteres lingüísticos, sociales, culturales e identitarios, de la mano de autores considerados pioneros en esta línea de investigación.

En la parte de la metodología, daremos cuenta de la constitución del corpus lingüístico, las técnicas empleadas para su consecución, registro y sistematización. Esta última nos permite analizar y afirmar que la presencia del alcohol (a través de sus usos lingüísticos) tiene protagonismo en la vida cotidiana de la juventud de la ciudad de Cuenca, pues su lenguaje da cuenta de los diversos tipos de bebidas, la cantidad de alcohol, el estado y los efectos que provoca en las personas, y que está en íntima relación con el sexo, las drogas y el ocio. Finalmente, y para cumplir con nuestro objetivo de investigación, realizaremos un análisis lexicográfico de una pequeña muestra de términos (artículos), cuya planta incluye la categoría gramatical, el ámbito, significado, figura retórica o lingüística y el ejemplo en uso.

2. Sociolingüística y jerga: referentes conceptuales

La sociolingüística es una disciplina que busca definir cómo las variantes sociales (edad, sexo, ocupación, etnia…), y lingüísticas (cambios en el código), se vinculan con el acto comunicativo e identifican a un determinado grupo (López Morales, 2004). Estudia los procesos de cambio y establece límites de uso, centrándose en la heterogeneidad lingüística de un grupo social particular. Así, sus propósitos serán conocer y valorar las particularidades de cada grupo social y sus formas de comunicación, para incluirlos como miembros activos y productivos de la sociedad y la cultura.

En este ámbito, el objetivo de esta interdisciplina (Salamanca, 2014) constituye el análisis de las hablas consideradas como anomalías (Calderón, 2011) en su contexto social, dejando de lado la perspectiva de que la lengua es un sistema abstracto y aislado de la sociedad. Esta condición dinámica de las distintas comunidades lingüísticas genera variaciones en los distintos niveles de la lengua (Alvar, 2004), de tal modo, que es frecuente encontrar entrecruzamientos fónicos, morfológicos, semánticos y pragmáticos.

Lo expuesto se sustenta en el hecho de que el ser humano reconfigura su mundo simbólico en un proceso de permanente innovación, de forma que el ser humano puede ser estimulado por ese universo, ya sea como ser individual (influencias idiolécticas) o social (influencias sociolécticas). Las comunidades lingüísticas, por tanto, “van transitando orgánicamente por estados cambiantes adaptándose sin cesar a los nuevos marcos situacionales que le impone cada vez el nuevo antropomorfismo lingüístico” (Loayza, 2013, p. 155).

Como antecedente, tenemos que en América Latina existen importantes experiencias que analiza la lengua en su contexto desde diferentes ópticas: la variedades de la lengua y sus vínculos con la educación (Calderón, 2011); lo urbano (Calderón & Durán, 2009; Salamanca, 2014; Álvarez, Martínez & Urdaneta, 2001); particularidades lingüísticas (Lopera, 2013; Vaqueiro, 2012), entre otros; y, cuentan con centros de investigaciones especializados en el registro (corpus) y análisis de las variaciones lingüísticas de los diferentes grupos sociales, como es el caso de la jerga juvenil.

De igual manera, varios autores (Rodríguez, 2002; Morant, 2001; Zimmermann, 2002; Casado, 1988) coinciden que la jerga es un conjunto de fenómenos lingüísticos que caracterizan la manera de hablar de amplios sectores juveniles. Julia Sanmartín (2001) considera que estas realizaciones, si bien comparten algunos caracteres del argot, son propias de la juventud. Ruiz (2001) afirma que estas expresiones estratifican y segmentan la lengua en la sociedad y la convierten en expresión de la diferencia mediante la cual los usuarios se reconocen, integran, comparten y construyen los valores propios del grupo. Para Rodríguez (2002), estas hablas manifiestan al mismo tiempo una contracultura en el sentido de resistencia frente a la cultura “oficial”.

Hemos dicho antes que el estudio de las variables que influyen en el uso de la lengua constituye el tema principal de investigación de la Sociolingüística. Sin embargo, a pesar de su importancia, el lenguaje de los jóvenes ha sido tratado de manera marginal porque, aparentemente, la juventud no representa un grupo de poder en la sociedad y, por lo general, es económicamente dependiente y con escasa influencia en la toma de decisiones a nivel político. Nosotros pensamos lo contrario.

La juventud tiene su propia dinámica. En ella conviven deseos, utopías, identidades y lenguajes, resultante de una episteme concreta: una sensibilidad, una experiencia histórica y unos recuerdos específicos que expresan una decodificación diferente de la actualidad y resultan en un modo heterogéneo de ser contemporáneo (Fandiño, 2011). El concepto de juventud corresponde a una construcción social, histórica, cultural y relacional, que a través de las diferentes épocas ha adquirido significados y restricciones diferentes (Reguillo, 2010).

Algunos estudiosos definen a la juventud en relación con la subcultura a la que pertenece (Regillo, 2000). Desde la política, los jóvenes son seres que se revelan y/o luchan por el poder de los mayores. El psicoanálisis, por ejemplo, plantea a la adolescencia como una fase de cambio que implica lo que se ha llamado el “segundo nacimiento”. La sociología y la antropología, en cambio, afirman que la juventud es una construcción histórico-social, producto del conjunto de relaciones instituidas en una sociedad y también es visto como una etapa de tránsito (Zimmermann, 2002).

De este modo, en el nivel léxico y en las transformaciones de sentido ejercidas sobre él se puede constatar la construcción progresiva de la contracultura, de las connotaciones axiológicas, humorísticas (Beinhauer, 1986), peyorativas y, en general, del brillo que los hablantes imprimen a la expresión, pues sus modos de creación afectan, principalmente, a aquellos referentes para los que no existe denominación en lengua estándar o bien a las expresiones que, aceptadas por la norma, resultan desgastadas para el hablante, y no comunica lo que verdaderamente se desea comunicar.

En los diferentes usos del lenguaje podemos encontrar “huellas del contexto” que se manifiestan como “contribuciones” que buscan modificar dicho contexto, comprometiendo negociaciones flexibles, pues las normas sociales y sus reglas pueden ser cambiadas de un modo creativo donde se puede dar origen a un orden social nuevo (Chávez & Fidalgo, 2013). Los jóvenes rechazan el mundo de los adultos, su sistema de valores, su forma de vida, su cultura y, por supuesto, el lenguaje abstracto y eufemístico de los adultos en general. La jerga constituye un uso fuera de la norma lingüística y social que en ocasiones rompe o distorsiona el mensaje comunicativo entre algunos sectores, mientras que, en otros promueve gran aceptación (Martínez, 2009).

Del mismo modo, podemos entender que los jóvenes expresen su propia cultura a través de un lenguaje que toma muchos elementos de un sector social que tampoco se identifica con los valores socialmente establecidos (Casado, 1988). Representan una estética del desarraigo y mestizaje de diferentes hablas, donde se construyen simbólicamente particulares formas de concebir y habitar la sociedad y la cultura (Halliday, 1986; Martín, 2002; Bourdieu, 2003).

Dichas “huellas del contexto” –que modifican el lenguaje– en el caso de nuestro análisis se ven también alteradas por ciertas variables locales de la zona urbana del cantón Cuenca como es su condición histórica de ‘epicentro de la migración internacional’ (Ramírez & Ramírez, 2005), así como nuevo lugar de destino de diferentes grupos de inmigrantes, que no solo han cambiado el ‘paisaje de la ciudad’, sino también el léxico de los jóvenes.

3. Planteamiento metodológico

La metodología de investigación sociolingüística responde al principio de que toda lengua tiene variedades internas y que todo hablante, al enfrentarse a ella, descubre posibilidades de variación en todos los niveles lingüísticos: fonético-fonológico, morfosintáctico, lexical, semántico (Moreno, 1990). Desde esta perspectiva, este estudio consideró que las variables diafásicas y, sobre todo, diastráticas cumplen un papel muy importante en la delimitación y clasificación de la jerga de los jóvenes en la ciudad de Cuenca (Ecuador). Esta característica permitió describir y explicar la estructuración de la jerga, y conocer las situaciones, fenómenos y propiedades de sus cambios de significado a nivel lexical, semántico (recursos estilísticos y lingüísticos), cambios de código y cambios de registro (vulgarismo).

Para el levantamiento de información se establecieron dos etapas. En la primera se consideraron zonas de confluencia de jóvenes en la ciudad de Cuenca, entre ellas: Calle Larga, Plaza La Merced, Avenida Remigio Crespo, Parque de La Madre, Parque de El Otorongo, universidades, colegios, entre otras. El rango de edad de nuestros informantes denominados jóvenes abarca de 15 a 24 años, conforme con la Declaración de las Naciones Unidas (criterio de la UNESCO). Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC, 2016) existen 570 745 habitantes en el cantón Cuenca, de los cuales el 47,67% son hombres y el 52,33% son mujeres, lo que es acorde con el porcentaje provincial. El 17,96% corresponde a los jóvenes entre los 15 y 24 años, lo que nos daría un total de 102 506 habitantes repartidos en 48 865 hombres y 53 641 mujeres que sería nuestra población objetivo. Con estos valores procedimos a calcular la muestra, utilizando las fórmulas respectivas (Sierra Bravo, 1989); y que en este caso se enmarcan en el muestreo complejo, a partir de ciertas variables que se definirán en lo posterior, y la determinación de los grupos más representativos.

La técnica para la recogida de materiales fue la entrevista a profundidad. Seguidamente se realizó la transcripción de los materiales de forma manual, pues la naturaleza de los datos (palabras, frases y locuciones) permitió que pudiéramos registrarlos en programas básicos y de libre acceso como Excel. Posteriormente, se determinaron los ámbitos de la jerga: alcohol, amor, amistad, vestido, ocupación, lugares, espacios, entre otros. Se partió del criterio de arbitrariedad existente en lexicografía (Sanmartín, 2001; Del Moral, 2009) para elegir los temas o subtemas que permiten organizar y analizar los materiales. La taxonomía se construyó a partir de la prevalencia de términos con respecto al tipo de bebidas, la cantidad, los estados y efectos frente al consumo del alcohol.

Ahora bien, la elaboración de la planta contempla aspectos correspondientes a la redacción de los artículos lexicográficos en cuanto a su contenido (información) y a su forma (ordenación, tipografía, etc.). En esta parte, es necesario indicar que para su elaboración hemos tomado, adaptado o renunciado a varias propuestas metodológicas para la construcción de las obras lexicográficas (Conde, 2004 y 2011; Corripio, 1996; Cordero, 2007; Del Moral, 2009; Moliner, 2007; Sanmartín, 2001; Gobello & Oliveri, 2009; Miño-Garcés, 2016), atendiendo fundamentalmente a dos criterios: naturaleza de los artículos y público real objetivo.

Finalmente, los ejemplos. Por su valor ilustrativo y carácter coadyuvante en la intelección de una definición, se tomarán de textos reales orales o escritos, cuando no sea posible. Cada acepción tiene su ejemplo, que se escribirá inmediatamente después del enunciado definitorio, luego del respectivo análisis del artículo (procedencia, figura retórica o lingüística) precedida del símbolo con letra inicial mayúscula y punto final.

4. Resultados

La lista de términos y expresiones referidas al alcohol es vasta. De un registro de aproximadamente 5.000 voces, el 70% se vincula con las bebidas, en tópicos como: clases de alcohol, cantidades y efectos del consumo, acciones y estados producidos por las bebidas. Una apreciable cantidad de términos provienen de coloquialismos locales y regionales que la jerga juvenil se ha encargado de rescatar y resignificar. Así, podemos hablar de palabras que se han resignificado generacionalmente, y que en la actualidad tienen vigencia.

El porcentaje de términos jergales que utilizan los jóvenes, concernientes a las bebidas alcohólicas y su diversidad de ámbitos, se reafirma con los datos estadísticos del Ecuador, que denotan un consumo extendido de alcohol por parte de la población (ver gráfico 1). Se evidencia las diferencias sociales a partir del tipo de bebidas, por ejemplo: en el área urbana el consumo de cerveza es mayor que en el área rural; mientras que el consumo de otras bebidas alcohólicas (generalmente aguardiente), es mayor en el sector rural.

Gráfico 1. Consumo de alcohol en la población mayor de 12 años

Fuente: INEC 2016.

4.1 Frecuencia de términos: tópicos de uso

El empleo de términos jergales está determinado por aspectos como el espacio de consumo y los efectos y acciones que este provoca. Así, se establecen tópicos y frecuencias de uso (ver gráfico 2), según los siguientes ámbitos: tipología de bebidas; cantidad de alcohol y consumo; estado generado por el consumo; acción y efectos del consumo.

Gráfico 2. Tópicos y frecuencias relativas de uso jergal

Fuente: Elaboración propia.

El consumo y adquisición de bebidas alcohólicas, generalmente, depende de la economía de los jóvenes. Esto está en relación con los tipos de bebidas, el proceso por el cual fueron elaboradas y por la naturaleza de su comercio (ver tabla 1). En este sentido, hablamos de bebidas fermentadas (principalmente vino y cerveza) donde el grado alcohólico no supera los 20º. Luego, bebidas destiladas, donde el grado alcohólico supera los 30º (aguardiente, ron, whisky). En estratos económicos bajos o limitados, como es el caso de muchos jóvenes estudiantes de instituciones públicas, se da el consumo del llamado “de contrabando”, que no tiene marca comercial y es de bajo costo. Finalmente, tenemos la categoría combinados, que hace alusión a la mezcla de bebidas, por ejemplo: aguardiente con cerveza, vino con cerveza, entre otras.

Otro tópico se refiere a dos situaciones: cantidad de alcohol que puede contener un recipiente; y cantidad y capacidad de consumo de alcohol que tiene una persona (ver tabla 2). En el primer caso, la cantidad de alcohol determina si el contenedor es un vaso, copa, botella pequeña o botella grande; mientras que el segundo, establece el proceso graduado por el que un bebedor se embriaga, puede ser de forma rápida o lenta.

Tabla 1. Tipología de bebidas según su proceso de elaboración

Fermentos

Destilados

Combinados

biela (cerveza)

chela (cerveza)

frías (cerveza)

ofris (cerveza)

guarapo (fermento de caña)

heladas (cerveza)

pescuezuda (cerveza)

picuda (cerveza)

aditivo (aguardiente)

agua bendita (aguardiente)

agua loca (aguardiente)

blanco (aguardiente)

botella (aguardiente)

draque (aguardiente)

drink (aguardiente)

embellecedor (copa de aguardiente)

filo de red (copa de aguardiente)

golden pech (aguardiente)

gotra (alcohol aguardiente)

jarabe de pico (aguardiente)

pecho suco (aguardiente)

Ronaldo (ron)

tratarse bien (bebidas de alto costo)

wiscacho (whisky)

agua de cushi (contrabando)

entusado (contrabando)

guanchaca (contrabando)

tinto (ron artesanal)

disel (ron artesanal)

pintado (alcohol mezclado)

turbobiela (cerveza mezclada)

vinongo (vino mezclado)

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 2. Caracterización de términos según cantidad de alcohol y su consumo

Contenedor

Persona

buchi (copa de alcohol)

caminera (botella pequeña de alcohol)

chucurilla (botella pequeña de alcohol)

cutula (botella pequeña de alcohol)

fuercita (copa de alcohol)

grande (botella grande de alcohol)

grandiosa (botella grande de alcohol)

guarieléis (botella o copa de alcohol)

guashpete (botella o copa de alcohol)

ley de la gota (residuo de alcohol)

litrera (botella grande de alcohol)

un masculino (copa llena de alcohol)

pata de elefante (botella grande de alcohol)

patucha (botella pequeña de alcohol)

quita penas (botella de alcohol)

taco (copa de alcohol)

tella (botella de alcohol)

tocha (botella pequeña de alcohol)

ultimito (copa de alcohol)

vitamina (botella de alcohol)

bebé de pecho (persona que se embriaga rápido)

jarra (persona que soporta grandes cantidades de alcohol)

pollo (persona que se embriaga con poca cantidad de alcohol)

¡rica plutera! (embriagarse con mucho alcohol)

tanque (persona que soporta grandes cantidades de alcohol)

tieso (persona que soporta grandes cantidades de alcohol)

traguerazo (persona que soporta grandes cantidades de alcohol)

Fuente: Elaboración propia.

Por otro lado, es sabido que el consumo de bebidas alcohólicas sea en pocas o grandes cantidades genera la alteración del estado físico y mental del bebedor (ver tabla 3). Estas pueden ser inmediatas, momentáneas y duraderas. En este sentido, reconocemos dos estados: 1) ebriedad, debido al consumo directo de alcohol; 2) resaca, que denota un cuadro de intoxicación y malestar a causa del alcohol.

Tabla 3. Términos según el estado generado por el consumo de alcohol

Ebriedad

Resaca

abeja (ligeramente ebrio)

hecho avión (totalmente ebrio)

chispiola (ebrio consuetudinario)

cuete (totalmente ebrio)

curado (ligeramente ebrio)

en cuatro (totalmente ebrio)

entonado (ligeramente ebrio)

hecho funda (totalmente ebrio)

fundido (totalmente ebrio)

jalao (ligeramente ebrio)

jalado (ligeramente ebrio)

jalisco (ligeramente ebrio)

japi (ligeramente ebrio)

mariachi (ligeramente ebrio)

pluto (totalmente ebrio)

sorongo (ligeramente ebrio)

timbrado (ligeramente ebrio)

volacho (mareado por efecto del alcohol y otras drogas)

chuchaqui (intoxicación)

cruda (intoxicación)

seca (intoxicación)

Fuente: Elaboración propia.

De la mano del tópico anteriormente descrito, se registran otros términos circunscritos en la acción directa e inmediata de beber y del efecto, también mediato y directo, de malestar físico provocado por la ingesta de excesivas cantidades (ver tabla 4). Así, cuando hablamos de acciones asociadas al consumo, estas, generalmente, se estructuran con verbos o simplemente son palabras verbalizadas.

El último tópico generador de formas lingüísticas concierne a situaciones de servir o brindar alcohol, como por ejemplo “¡achuchalud!”, “dar la vuelta”, “disparar”, “otra dosis”, “pa´ los nervios”. También, se configuran los espacios y acciones concretas para el consumo del alcohol, a través de términos como “chupiza” o “instalarse”.

Tabla 4. Términos según la acción y efectos por el consumo de alcohol

Acción

Efecto

activarse (beber)

ajumar (beber)

irse de amanecida (beber un día completo)

brahamear (beber cerveza)

chumar la cabeza (embriagarse)

chupar (beber)

pegarse un blanco (beber aguardiente)

pegarse unos drines (beber aguardiente)

emplutarse (embriagarse)

guitarrear (embriagarse)

hacerse bestia (totalmente ebrio)

hacerse caballo (totalmente ebrio)

hacerse calzoncillo (totalmente ebrio)

hacerse chancla (totalmente ebrio)

hacerse funda (totalmente ebrio)

hacerse gato (totalmente ebrio)

hacerse jaba (totalmente ebrio)

hacerse jarra (totalmente ebrio)

hacerse lata (totalmente ebrio)

hacerse mierda (totalmente ebrio)

hacerse trapo (totalmente ebrio)

hacerse oreja (totalmente ebrio)

hacerse rata (totalmente ebrio)

hacerse uva (totalmente ebrio)

pegarse unito (beber aguardiente)

pico de botella (beber directamente de la botella)

gustar la teta (gusta de la bebida)

tragar el trago (beber)

vasodilatarse (embriagarse)

vena hinchada (querer beber)

aterrizar (caerse de ebrio)

guacarear (vomitar por efecto del alcohol)

regresar el mote (vomitar por efecto del alcohol)

irse de coles (vomitar por efecto del alcohol)

irse de vianda (vomitar por efecto del alcohol)

irse de wai (vomitar por efecto del alcohol)

Fuente: Elaboración propia.

4.2 Proceso de creación de nuevos significados

Como sabemos, la Semántica permite estudiar los significados de las palabras de forma directa e indirecta. En el caso de la jerga juvenil, el significado otorgado por los usuarios está en relación con las circunstancias sociales y culturales, que demandan un uso específico del léxico. En este sentido, los términos y expresiones jergales se producen, por un lado, a través del empleo de figuras retóricas y lingüísticas, como la metonimia, la metáfora, la hipérbole, la sinécdoque, la aféresis, la apócope, entre otros; por otro, a partir de formas tabúes, que evidencia la presencia de eufemismos. En ambos casos, sus elaboraciones y usos son espontáneos, y provocan el disfrute por parte de los interlocutores, pues es un lenguaje altamente subjetivo, donde prima el doble sentido y, consecuentemente, se aleja de la intelección de los otros grupos generaciones.

Por ejemplo, cuando se dice “Juan es abeja” para referirse a una persona que consume grandes cantidades de alcohol, por metáfora se establece una relación entre el insecto con la persona, por su capacidad de beber alcohol. Del mismo modo, tenemos la presencia de vulgarismos en los niveles fonético, gramatical y lexical, como por ejemplo “Juan está andando jalando la botella”. En este enunciado, se produce un mal uso de algunos términos y formas: “jalar” por halar, en el sentido de “llevar”, del mismo modo que la construcción “andando jalando” se usa en lugar de “lleva”: lo correcto sería decir: “Juan lleva la botella”.

4.3 Análisis léxico-semántico

Para el análisis léxico-semántico de los términos se tomaron, a modo de muestra, diez términos:

a) brava

copa brava loc. (alcohol, tabaco y drogas) Persona que es experta para beber licor. Su significado se circunscribe alrededor del término “brava”, referido a la cualidad de la persona. Ahora entiendo por qué te dicen el COPA BRAVA. Te mandas unos tragos a filo de red.

b) disparar

v. (alcohol, tabaco y drogas) Servir licor. Proviene del metaplasmo entre un arma con el licor, en el que se relaciona el hecho de disparar con servir un trago. ¡DISPARA, Fabián, que esto está muy conversado!

c) drin

1. sust. (alcohol, tabaco y drogas) Beber licor. Préstamo del inglés “drink” que significa beber, de allí el significado de esta acepción. Esos DRINES que nos bebimos ayer me hicieron vomitar toda la madrugada.

2. uan drin loc. (alcohol, tabaco y drogas) Se emplea este término para referirse a la acción de dividir una botella pequeña de aguardiente para el número de personas (3-4) y tomarla en un solo turno. Proviene de “one”, uno y “drink”, beber. Es decir, beber en un solo trago. Hagamos un UAN DRIN con el cuñado del Carlos.

d) embellecedor

sust. (alcohol, tabaco y drogas) Copa de licor. Por los efectos que causa el licor, se emplea por metonimia “embellecedor”, para referirse al hecho de tomar una copa en una fiesta, con el ánimo de desvergozarse o desinhibirse, y sacar a bailar a las muchachas. Tomemos un EMBELLECEDOR para ir a sacarles a bailar a las amigas de tu prima.

e) entusado

sust. (alcohol, tabaco y drogas) Aguardiente de contrabando. Proviene de “tusa”, corazón de la mazorca (DLE), y que se lo emplea para tapar las botellas donde se vende el licor artesanal, por metonimia. ¡Saquemos el ENTUSADO de Santa Chavica para completar la tarde!

f) fuercita

sust. (alcohol, tabaco y drogas) Copa de aguardiente. Proviene de “fuerza”, vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguienque tenga peso o haga resistencia (DLE), y que se emplea por metáfora para referirse al licor que incrementa la fuerza de las personas. Es la cultura cuencana es muy común este término, sobre todo, cuando se realiza alguna actividad que requiere vigor y fortalece. Está de darles una FUERCITA a los maestros para que terminen de fundir la losa.

g) guashpete

1. sust. (alcohol, tabaco y drogas) Licor. Tomemos un GUASHPETE para celebrar el fin de ciclo.

2. irse de guashpetes loc. (alcohol, tabaco y drogas) Libar. VAMOS DE GUASHPETES a la casa del Marcus.

h) hueca

sust. (alcohol, tabaco y drogas) Cantina. Proviene de “hueca”, lugar popular de venta de comida, licor, ropa usada, etc. Generalmente pequeño y conocido por recomendaciones de una persona a otra (Miño-Garcés, 2016). Conozco una HUECA donde venden unos tragos buenos y dejan fumar.

i) jalisco, ca

adj. (alcohol, tabaco y drogas) Persona ebria. Proviene de “jalar”, tr. Cuba. Emborrachar, causar embriaguez (DLE), y que mediante un alargamiento arbitrario del término original se refiere a la persona ebria. Marcelo está JALISCO y solo con biela.

k) jarra

1. sust. (alcohol, tabaco y drogas) Cantidad de trago. Proviene de “jarra”, f., líquido contenido en una jarra (DLE), en este caso el licor, por metonimia. ¿Qué les parece si nos tomamos unas JARRAS donde los maricos de la Vega Muñoz?

2. hacerse jarra loc. (alcohol, tabaco y drogas) Embriagarse. Por metonimia se establece una relación causa-efecto. Juan se HIZO JARRA el viernes en el bar de los mecos.

5. Conclusiones

La sociedad y, por supuesto la cultura, se construyen de manera permanente según los contextos globales, regionales y locales. La comprensión de las diversidades resulta más efectiva si comenzamos a mirar los cambios culturales y sociales, por ejemplo, a través de los usos del lenguaje. En el caso del cantón Cuenca, espacio en el que se realizó esta investigación, la jerga juvenil nos permitió evidenciar los cambios en la mentalidad en una sociedad tradicional y ultraconservadora. Los diferentes términos empleados por los jóvenes en los diferentes ámbitos (amor, amistad, alcohol, drogas, vestido, alimentación, académico, entre otros) dan cuenta de las nuevas formas de percibir, habitar y apropiarse del entorno. Es decir, el lenguaje juvenil se constituye en el dispositivo ideal para evidenciar las dinámicas culturales que se operan en esta generación. Es un lenguaje vivo, pues presenta ese carácter ontológico del ser, que reconstruye y afirma el mundo simbólico desde lo carnavalesco y festivo. Es también un lenguaje que incomoda a los saberes dominantes en los órdenes social, político, cultural y administrativo.

La jerga juvenil en el ámbito del alcohol nos ha permitido evidenciar de qué manera su consumo se ha constituido en parte protagonista de su vida cotidiana. Los jóvenes, varones y mujeres, beben sin control y bajo cualquier excusa, como lo evidencian algunas entrevistas; incluso liban porque “no hay nada que hacer”, para “matar el tiempo”. El alcohol se constituye en una nueva morada de los jóvenes frente al desencanto de las sociedades capitalistas reproducido en las crisis del hogar, el colegio y la sociedad, en general. Por esta razón, los términos del alcohol relacionados con su consumo, clases, estados y efectos marcan un tendencioso desequilibrio social y ponen en riesgo el futuro inmediato.

Agradecimientos y financiamiento

Proyecto ganador del XVIII Concurso de Proyectos de Investigación, convocado por la Dirección de Investigación de la Universidad de Cuenca (DIUC), titulado “Configuraciones culturales e identitarias de los jóvenes de la zona urbana del cantón Cuenca: una mirada sociolingüística”, 2019-2021.

Referencias bibliográficas

Alvar, M. (2004). Diferencias entre dilecto, lengua y habla. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Disponible en: http://www.biblioteca.org.ar/libros/300194.pdf

Álvarez, A., Martínez, H. & Urdaneta, L. (2001). Actitudes lingüísticas en Mérida y Maracaibo: Otra cara de la identidad. Boletín Antropológico, 20(52). http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/18404/1/alexandra_alvarez.pdf

Beinhauer, W. (1986). El español coloquial. Madrid: Gredos.

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