Características psicosociales y densidad argumentativa en adultos mayores

Psychosocial characteristics and argumentative density in elderly people

Cristián Noemi

Universidad de La Serena, Chile

cnoemi@userena.cl

Sebastián Rossel

Universidad de La Serena, Chile

srossel@userena.cl

Resumen: El trabajo ha pretendido develar la relación entre características psicosociales, agrupadas bajo el concepto de marco argumentativo (Hample, 2005), y el grado de densidad discursiva (Noemi, 2013; Hammer y Noemi, 2015) que alcanza una muestra de 243 adultos mayores en la producción de discursos argumentativos. A fin de especificar cuáles son las principales características psicosociales de los sujetos de la muestra, se empleó el test Hample (Pizarro y Rodríguez, 2013). Para evaluar densidad argumentativa se solicitó todos a los participantes un ensayo en torno a una situación controversial derivada del Dilema III del Cuestionario D.I.T. (Rest, 2013). El cruce de información entre ambos instrumentos permitió establecer una relación significativa entre la forma en que los adultos mayores enmarcan la realidad y los productos discursivos que la comunican.

Palabras clave: Densidad argumentativa - Enmarcamiento - Marcos argumentativos - Adultos mayores

Abstract: This work pretends to unveil the relationship between the psychosocial features grouped under the argument frame concept (Hample, 2005) and the degree of discursive density (Noemi, 2013; Hammer y Noemi, 2015) that is reached by a sample of 243 older adults in the production of argumentative discourses. In order to specify the main psychosocial features of the sample’s subjects, the Hample test (Pizarro y Rodríguez, 2013) was employed. In order to evaluate argumentative density, all of the participants were asked for an essay about a controversial situation derived from the Dilemma of the D.I.T. Questionnaire (Rest, 2013). The information crossover between both instruments allowed the establishment of a significant relationship between the way in which the older adults frame reality and the discursive products through which it is communicated.

Keywords: Argumentative density - Framing - Argument frames - Older adults

1. Introducción

Debido al descenso de la fecundidad y al aumento de las expectativas de vida de la población mundial, numerosos gobiernos se han visto enfrentados en los últimos años a la necesidad de diseñar políticas públicas orientadas a la integración social a fin de permitir que los grupos etarios de mayor edad contribuyan y se beneficien del sistema socioeconómico en uso.

En el caso de Chile, de acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas INE (2017), se estima que la actual proporción de la población mayor de 64 años vaya progresivamente en aumento. En conformidad con sus proyecciones, se espera que la actual cifra del 12% de la población perteneciente a este grupo etario, se duplique el año 2050 y alcance en consecuencia a un cuarto de la población total. En la década de los noventa, en el país había 21 adultos mayores por cada 100 niños; para el 2030, se espera que el porcentaje de adultos mayores sobrepase ligeramente al de los menores de quince años.

Si bien se prevé que el envejecimiento de la población sea acelerado y que se acentúe a medida que se progresa en el siglo XXI, hasta ahora se desconoce el nivel de competencia lingüística con el que los adultos mayores habrán de enfrentar su participación social, habida consideración de las modificaciones de las condiciones económicas, sociales y culturales derivadas del cambio del contexto social.

Este escenario impone a las ciencias del lenguaje un imperativo ético a fin de aportar conocimiento que pueda expresarse en políticas que faciliten la interacción del adulto mayor con el contexto dinámico. Lograr una descripción y aproximarse a una explicación de la competencia discursiva implicada en la conducta de argumentar contribuirá en esta iniciativa, toda vez que el adulto mayor progresivamente estará expuesto a la necesidad de alcanzar acuerdos provenientes de discusiones que exigirán mantener un adecuado nivel de participación argumentativa.

En este sentido, el trabajo procura especificar aspectos de la eventual relación existente entre las características psicosociales presentes en adultos mayores expresadas a través de la noción de ‘marco’ y el nivel de densidad argumentativa alcanzada en sus productos discursivos, aspecto que a la fecha prácticamente no ha sido estudiado.

En efecto, si bien hay abundante evidencia respecto de otros grupos etarios, particularmente niños, jóvenes universitarios y adultos (van Eemeren, Garssen & Meuffels, 2009; Migdalek, Santibáñez y Rosemberg, 2014), la información respecto de adultos mayores es precaria.

En el caso del contexto hispánico la insuficiencia es aún mayor, en efecto la mayoría de los trabajos se han focalizado en escolares y universitarios. En este sentido Peronard (1991), por ejemplo, ha mostrado evidencia sobre discurso argumentativo en niños chilenos, durante los primeros 4 años de su vida. En un sentido similar, Crespo (1995) exploró el enriquecimiento argumentativo en niños de 5 a 6 años de edad. De otra parte, Jélvez (2008), procuró establecer los esquemas argumentativos más frecuentes de un grupo de estudiantes pertenecientes a tercer año de enseñanza media en Chile. En una línea similar, Meza (2008) trabajó en torno a los aspectos dialécticos y retóricos que emergen en las interacciones argumentativas de estudiantes de tercer año de enseñanza media. Marinkovich (2007), por su parte, estableció algunos perfiles de la competencia de escolares chilenos en la producción del discurso escrito. En un sentido similar, Padilla y López (2011) describieron el grado de complejidad argumentativa en estudiantes universitarios del área de humanidades en Argentina. Por su parte, con el propósito de aportar al conocimiento de los procesos de comprensión y producción del texto argumentativo en alumnos de educación básica y media en Chile, Parodi (2000) elaboró una propuesta para la evaluación del discurso argumentativo.

A fin de aproximarse a los objetivos del trabajo, en la sección Marco Teórico se refieren y discuten las nociones de marco argumentativo y densidad argumentativa. En la sección Metodología, se da cuenta del tipo de diseño del trabajo y se caracteriza la muestra del corpus. En el apartado Análisis se explica el procedimiento seguido en la aplicación del test Hample et al. (2009) y del instrumento Dilema III del Cuestionario D.I.T. (Rest, 2013). En la sección Hallazgos se presentan y comentan las principales tendencias que se observan luego del análisis del corpus, y finalmente en el apartado Conclusión se refieren los principales alcances y limitaciones del trabajo.

2. Marco teórico

2.1 El concepto de ‘marco’

La noción de marco, mutatis mutandis, es de larga tradición y se puede rastrear desde el corpus doctrinario de la teoría retórica clásica. En la tradición aristotélica, por ejemplo, la noción se solapa con el concepto de topos (Aristóteles, 1990), ya sea considerado como depósito desde donde pueden extraerse los argumentos, o bien como un punto de vista desde el cual evaluar una determinada conclusión.

Contemporáneamente el concepto de marco ha sido tratado básicamente desde dos perspectivas; en primer lugar, asociando la noción al concepto clásico de topos, i.e., una aproximación de orden más bien cognitivo, o bien desde una perspectiva basada en un dominio de naturaleza pragmática.

Hastings, por ejemplo, desde la primera óptica describe nueve modos de razonamiento que agrupa en tres clases: procedimientos verbales y semánticos; conexiones causales; y argumentos soportados ya sea en conclusiones verbales o causales (Hastings, 1963). En un sentido similar, Perelman concibe la noción de topos, ya como premisas de argumentos o bien como depósito de argumentos que agrupa en categorías tales como lugares de la cantidad, de la cualidad, del orden, de lo existente, de la esencia, o de la persona (Perelman, 1989). Kienpointner (1987), en esa misma línea, propone una clasificación de esquemas de argumentos en relación con reglas de generalización, a partir de opiniones socialmente aceptadas.

Desde una perspectiva pragmática, Walton et al. (2008), por otro lado, proponen una categorización de esquemas en contextos conversacionales específicos, a partir del establecimiento de posibles falacias, las que en su opinión no se determinan simplemente de la información vehiculada proposicionalmente, sino también y fundamentalmente por la situación contextual y dialogal específica, tal cual es el caso, por ejemplo, del argumento de autoridad (Walton, 1997).

Con independencia del modo de aproximación, ya sea se conciba que la noción de marco guarde relación con un grupo proposicional o con un acto de habla complejo, ambas posturas coinciden en que, cualquiera sea el caso, suponen estructuras de inferencia (textuales o pragmáticas) que modelan la estructura de tipos comunes de argumentos (Walton, 2005). Desde la primera perspectiva se propone que las inferencias basadas en el lenguaje se generan más bien de manera automática, y que éstas son funcionalmente independientes del conocimiento previo del lector (Graesser et al., 1994). Desde la segunda, se sugiere que el conocimiento previo del sujeto interactúa con el procesamiento del lenguaje a través de inferencias que dependen del conocimiento del mundo que el sujeto posea (van Eemeren, 2012).

2.2 Marcos argumentativos

Hample (2005) entiende por marco argumentativo aquellas preconcepciones que tienen los sujetos acerca de los intercambios argumentales. La noción, basada en la idea de marco de Goffman (2006), se concibe como una suerte de dispositivo psicosocial que rige la interpretación de una situación argumentativa, y el grado de involucramiento por parte del sujeto en la misma. De esta manera, los marcos funcionan con una serie de reglas interpretativas y, consecuentemente de acción, que son elaboradas socialmente y utilizadas por los sujetos para comprender la interacción intersubjetiva que se realiza mediante el lenguaje (Hample, 2005).

Debido a su característica dinámica, cada sujeto enmarca una situación argumental de diversas perspectivas (Hample, 2005), razón por la cual el fenómeno argumental no puede ser estudiado desde una simple concepción objetivista de la realidad. Hample (2005) sostiene que aun cuando el argumento es un fenómeno social, es comprendido y experimentado subjetivamente por cada individuo; es decir, cada sujeto, enmarcará una situación de manera particular (Hample, Han & Payne, 2010).

Por limitaciones de espacio, y con el propósito de contribuir a la legibilidad del trabajo, sólo se refieren en esta ocasión los marcos de identidad, dominancia y civilidad, habida consideración de su pertinencia con el grupo etario evaluado. Para una revisión detallada véase Hample (2005).

Según Hample et al. (2009), el marco identidad asoma cuando las personas se abocan argumentativamente en una discusión a fin de proyectar su identidad propia o ajena, de forma que el argumento constituye un vehículo de mostración de la misma. De este modo, el sujeto n°21, enfrentado al dilema de si corresponde o no denunciar al protagonista del conflicto (Rest, 2013) sostiene su punto de vista a través del argumento de identidad: Sí porque sale que es una persona que puede hacerle daño a la sociedad, mediante el cual conforma la figura de aquel como propio de un estereotipo negativo para la sociedad.

De acuerdo con Hample et al. (2009), lo común del marco de dominación se asocia con la idea de que discutir implica competencia, orientaciones hacia ganar o perder y afirmación de poder, a partir del cual sostener el punto de vista (Hample et al., 2009). En este sentido, el sujeto n°67 ante la opción de denunciar o no al protagonista del dilema, fundamenta su punto de vista con un argumento de justicia: Sin embargo, el sr. González debería denunciarlo porque no tiene que tapar lo malo que López hizo, con arreglo al cual la norma debe prevalecer por sobre consideraciones personales.

Civilidad, finalmente, da cuenta de la contribución que realizan las personas al bienestar social mediante el mecanismo verbal asociado a la interacción (Hample et al., 2009). Al respecto el sujeto n°69 frente al dilema responde utilizando un argumento de reciprocidad: No debería denunciar González a López porque este se recompuso y ahora es útil para la sociedad. Así como existe gente que no tiene condena y es un mal para la sociedad o no aporta, mediante el cual contribuye a la pacificación de las relaciones a través del reconocimiento del otro.

2.3 Densidad argumentativa

A través del concepto de densidad argumentativa, se ha pretendido referir el producto discursivo al cual es capaz de llegar un determinado hablante, en lo que con concierne al nivel macroestructural del mismo.

Asumimos que -en dependencia del tipo de estrategias psicosociales que active un determinado hablante- se conformará un tipo de discurso con mayor o menor grado de coherencia global determinada por la estructura textual del mismo y las relaciones de sus partes, potencialmente medible en términos de densidad de la textura argumental del entramado discursivo.

Se han supuesto, en consecuencia, variables normativas para el establecimiento de la densidad argumentativa del producto. Tal cual se pretende representar en la Figura 1, con un ejemplo de fantasía, se sugieren como marcadores de la densidad argumentativa (Noemi, 2013; 2014; 2017): el tipo de inferencia y el número de (P)roposiciones por secuencia; el tipo de inferencia y el número de support por secuencia; el tipo de inferencia y el número de explain por secuencia; y el tipo de inferencia y número de justify por secuencia.

(P)roposición, representa el contenido semántico de una oración y, por tanto, constituye la unidad del nivel inferior de la macroestructura. Support representa un apoyo argumental de la (P)roposición, por lo que supone por parte del hablante mayor compromiso inferencial/representacional y una función discursiva característica. Explain constituye una explicación extraída a partir del estado de mundo discursivo expuesto por la (P)roposición y avalada por support; supone en consecuencia actividad cognitiva de mayor envergadura y una función discursiva propia. Justify, finalmente, representa una justificación extraída a partir del mundo discursivo generado por (P)roposición, support y explain, y supone el mayor esfuerzo inferencial asociado a este tipo de discurso.

Figura 1. Representación de niveles de densidad argumentativa

3. Metodología

El trabajo se basó en los resultados que arrojó una muestra conformada por adultos mayores chilenos de las Regiones de Coquimbo, Metropolitana y Bío-Bío.

Los resguardos éticos de los entrevistados se observaron por medio de respectivos consentimientos informados. A fin de disponer de datos de sujetos cognitivamente sanos, se aplicó en primer lugar el examen cognoscitivo Mini-Mental State Exploration (Revillas, 2014), lo que permitió obtener de una muestra conformada por 243 adultos mayores.

El trabajo siguió una metodología mixta, cuantitativa y cualitativa, con un tipo de diseño descriptivo y explicativo. Desde el primer enfoque, se aplicó el test Hample (Pizarro y Rodríguez, 2013) a fin de identificar los marcos argumentativos recurrentes de los sujetos muestrados, los que fueron procesados utilizando en el software SPSS 23.

Desde el segundo, se les solicitó todos a los participantes un ensayo en torno a una situación controversial derivada del Dilema III del Cuestionario D.I.T. (Rest, 2013). Los discursos fueron luego transcritos, fragmentados y analizados semánticamente utilizando el software cualitativo Polimnia 50, a fin de describir el nivel de densidad argumentativa alcanzado.

Ambos instrumentos de recolección de información son de carácter colectivo y autoadministrable. Durante una misma sesión se procedió a aplicar, en primer lugar, el Test Hample e inmediatamente se procedió a solicitarles a los participantes un ensayo a partir del Test Dilema III. La aplicación total de ambas pruebas demandó aproximadamente una hora y media de atención.

4. Instrumentos

Como se esbozó, a fin de identificar los marcos argumentativos psicosociales de los adultos mayores considerados normales en lo que respecta a sus operaciones cognitivas, se aplicó el test Hample. Este instrumento consiste en un cuestionario con preguntas cerradas, en combinación con método de escalamiento Likert, que permite medir la función atribuida a los argumentos de acuerdo a marcos culturales asociados a la práctica argumentativa. Si bien el instrumento incluye otras dimensiones tales como edición cognitiva y rasgos de personalidad, este trabajo focalizó la atención en conceptos y dimensiones de alcance psicosocial, tales como: Identidad, Dominación y Civilidad (Hample, 2005).

Para completar el análisis, se incluyeron las variables sociométricas de nivel educacional, estrato socioeconómico y rango etario. Para referir el estrato socioeconómico, se utilizó el código basado en el sistema de clasificación demográfica del Reino Unido que corre de mayor a menor desde A hasta E, correspondiendo ABC1 a clase media. Para dar cuenta del rango etario, se arbitró la clasificación: Rango 1 para el tramo 65-70 años, Rango 2 para 70-75, Rango 3 para 75-80, y Rango 4 para más de 80 años.

Finalmente, con el propósito de facilitar la interpretación de la información cuantitativa, procesada en el software SPSS 23, se cruzaron los datos con los resultados cualitativos del análisis textual procesados en el software Polimnia 50.

5. Resultados

En términos generales, es posible observar que la densidad argumentativa de los sujetos de la muestra decrece significativamente como consecuencia del envejecimiento, desde 38.2% en el primer rango etario, hasta13.6% en el rango de mayor edad (ver Tabla 1), lo que hace suponer deterioro gradual de la competencia psicosocial asociada a este tipo de conducta discursiva. Del mismo modo, se observa baja competencia y consecuentemente disminución de densidad argumentativa en relación con la naturaleza de las inferencias implicadas en la producción de este tipo de discurso, las que si bien muestran un valor mayor en el nivel de support, bajan a la mitad en el nivel de explain y disminuyen ostensiblemente en el último nivel de justify (ver Tabla 1).

Rangos de edad

65 a 69

70 a 74

75 a 79

Más de 80

Densidad Argumentativa

Nº de P

4,8%

3,9%

3,1%

1,3%

Nº de Support

25,9%

16,7%

13,6%

8,8%

Nº de Explain

7,0%

5,7%

2,6%

3,1%

Nº de Justify

0,4%

2,2%

0,4%

0,4%

Total

38,2%

28,5%

19,7%

13,6%

Tabla 1. Densidad argumentativa y edad

Por otra parte, en lo que atañe al empleo general de marcos por los sujetos estudiados, se observa que con respecto al marco identidad, la mitad de la muestra se distribuye en nivel medio (52.2%), seguido de nivel bajo (41.6%) y alto (8.2%). Es notorio, tanto la dominante del porcentaje medio, como el bajo porcentaje de nivel alto, lo que probablemente obedezca a una característica psicosocial propia del segmento etario analizado (ver Figura 2).

Respecto del marco dominancia, resulta notorio el bajo porcentaje del nivel alto (3.3%), como la significativa recurrencia del nivel bajo (59.7%). Como una característica psicosocial del grupo etario, se dibuja, en términos generales, una tendencia a baja dominancia y baja identidad entre los adultos mayores muestreados (ver Figura 2).

En atención del mismo hecho psicosocial, no resulta sorprendente que en el marco civilidad el nivel alto alcance un 18.9%, mientras que la tendencia dominante sea el nivel medio, con un 54.7% (ver Figura 2).

Figura 2. Ocurrencia de marcos. Azul: Bajo - Verde: Medio - Amarillo: Alto

A partir de los datos, resulta posible comprobar que un 13.2% de los hablantes sólo genera discurso a partir de P(roposición), porcentaje que se incrementa a un 64.8% en el nivel de support. Si bien resulta notorio el bajo nivel de densidad argumentativa a nivel de explain, 18.5%, la tendencia resulta aún más significativa al observar el comportamiento discursivo en el nivel de justify, con sólo un 3.5% de la muestra (ver Tabla 2).

Nivel Educacional

Densidad Argumentativa

Total

Nº de P

Nº de Support

Nº de Explain

Nº de Justify

Enseñanza Básica

3,5%

26,9%

4,0%

0,0%

34,4%

Enseñanza Media

2,6%

16,7%

4,4%

0,9%

24,7%

Enseñanza Superior

7,0%

21,1%

10,1%

2,6%

41,0%

Total

13,2%

64,8%

18,5%

3,5%

100,0%

Tabla 2. Densidad argumentativa y nivel educativo

Al entrecruzar este comportamiento con la variable ‘nivel educacional’, se comprueba que a medida que existe mayor escolaridad aumenta la densidad argumentativa, particularmente en el nivel de P(roposición) en Enseñanza Básica con un 3.5%, hasta Enseñanza Superior, con un 7.0%, como también el nivel de explain, con 4.4% en Enseñanza Media y 10.1% en Enseñanza Superior, respectivamente. Esta tendencia se proyecta en el nivel de densidad de justify, con 0.0% en Enseñanza Básica y 2.6% en Enseñanza Superior.

En términos generales, se observa una curva de densidad argumentativa que parte en P(roposición), se incrementa significativamente en el nivel de support, y cae abruptamente en explain hasta casi desaparecer en justify.

La variable estrato socioeconómico no parece ser significativa. Los estratos más altos tienen mejor comportamiento en el nivel de P(roposición), situación que se revierte en el nivel de support, 64.7%, 63.8%, y 74.2% en los estratos C2, C3 y D, respectivamente. Aunque el estrato ABC1 supera la media, la conducta se torna más pareja en el nivel de explain y sobre todo en el de justify, si bien en este caso no se sobrepasa el 3% de la muestra.

Estrato sociocultural

Densidad Argumentativa

Nº de P

Nº de Support

Nº de Explain

Nº de Justify

ABC1

20,0%

46,7%

28,9%

4,4%

C2

17,6%

64,7%

14,7%

2,9%

C3

10,6%

63,8%

21,3%

4,3%

D

10,1%

74,2%

14,6%

1,1%

Total

13,5%

64,7%

19,1%

2,8%

Tabla 3. Densidad argumentativa y Estrato sociocultural

En lo respecta a marcos argumentativos propiamente tales, se observa que el marco identidad arroja un comportamiento parejo en su relación con densidad, a excepción del nivel de marco alto en el nivel de (P)roposición, que alcanza la mitad de lo mostrado en nivel de marco bajo y medio, respectivamente.

La distribución de densidad alcanza un porcentaje ligeramente superior a 10 puntos en el nivel de P(proposición), superior a 60 en support, cercano a 20 en explain y próximo a 3 en justify (ver Tabla 4). Resulta, en este sentido, llamativa la considerable densidad argumentativa observada en support y explain, en cualquiera de los niveles de identidad, y la ausencia de discurso en justify, en el nivel de identidad alto.

Densidad Argumentativa

Nº de P

Nº de Support

Nº de Explain

Nº de Justify

Marco Identidad

Bajo

13,5%

63,5%

19,8%

3,1%

Medio

13,8%

64,7%

17,2%

4,3%

Alto

6,3%

75,0%

18,8%

0,0%

Total

13,2%

64,9%

18,4%

3,5%

Tabla 4. Marco identidad y densidad argumentativa

Categoría Edad

De 65 a 69 años

De 70 a 74 años

De 75 a 79 años

Más de 80 años

Marco Identidad

Bajo

41,6%

27,7%

18,8%

11,9%

Media

35,2%

32,0%

19,7%

13,1%

Alto

45,0%

20,0%

20,0%

15,0%

Total

38,7%

29,2%

19,3%

12,8%

Tabla 4a. Marco identidad y edad

Es interesante notar, por otra parte, que el marco identidad disminuye con la progresión de edad, de 38.7% a 12.8%, lo que podría explicar la ausencia baja densidad (ausencia de justify) en marco identidad alto antes descrito. Al considerar esta variable, se observa un comportamiento aún más parejo en cada uno de los niveles, con una ligera distancia del nivel de identidad medio en el rango etario de 65 a 69 años (35.2%) y en el de nivel alto en el rango 70 a 74 años (20.0%) (ver Tabla 4a).

Densidad Argumentativa

Nº de P

Nº de Support

Nº de Explain

Nº de Justify

Marco Dominnacia

Bajo

14,5%

61,6%

20,3%

3,6%

Medio

10,8%

69,9%

15,7%

3,6%

Alto

14,3%

71,4%

14,3%

0,0%

Total

13,2%

64,9%

18,4%

3,5

Tabla 5. Dominancia y densidad argumentativa

En el caso del marco dominancia, los porcentajes de densidad argumentativa se muestran parejos en los niveles P(roposición), support, y explain. Sin embargo, en el nivel de justify, se comprueba ausencia de generación discursiva en el nivel alto de dominancia, lo que presumiblemente podría deberse a que los sujetos que manifiestan alto nivel en la dimensión se caracterizan psicosocialmente por centrase en sí mismos, sobreponiendo sus intereses por sobre los colectivos, de forma que no requieren legitimar discursivamente su punto de vista (ver Tabla 5).

Se observa igualmente que los sujetos que emplean este tipo de enmarcamiento detentan, en general, baja densidad argumentativa, alcanzando preferentemente el nivel de support (64.9%), estado discursivo en el que probablemente, debido a sus características psicosociales, encuentran satisfacción. La densidad argumentativa se reduce abruptamente en los niveles de explain (18.4%) y justify (3.5%), con una gradiente desde bajo a alto, aparentemente en virtud de que quien detenta este marco no percibe necesidad de justificación discursiva.

Al considerar la relación entre la variable edad y el marco dominancia (ver Tabla 5a), es posible observar cierta tendencia inversa toda vez que los adultos del rango 65 a 69 marcan una cifra próxima a 50 % entre las categorías bajo (42.8%) y medio (33.3%), en oposición a los adultos del rango 75 a 79, quienes manifiestan una cifra cercana a 40 % en el nivel alto (37.5%) y un 20.0% en el bajo, lo que pareciera sugerir que existe un continuo de decrecimiento del marco desde las edades menores hasta las mayores.

Categoría Edad

De 65 a 69 años

De 70 a 74 años

De 75 a 79 años

Más de 80 años

Dominancia

Bajo

42,8%

27,6%

20,0%

9,7%

Medio

33,3%

32,2%

16,7%

17,9%

Alto

25,0%

25,0%

37,5%

12,5%

Total

38,7%

29,2%

19,3%

12,8%

Tabla 5a. Dominancia y edad

Respecto del marco civilidad, se observa que los porcentajes resultan similares en los niveles P(roposición) y support, y tienden a distanciarse en el nivel de explain. Resulta significativo que en el marco alto no se alcance densidad suficiente para acceder al nivel de justity, y que por el contrario se alcance este nivel en las categorías medio (3.8%) y bajo (5.0%) (ver Tabla 6). Esto refuerza la observación del marco dominación, en el sentido de que también en este marco existe una relación inversa: a menor percepción de civilidad mayor necesidad de legitimar su punto de vista a través de mayor densidad argumentativa. Se reitera, igualmente, la observación precedente en el sentido de que los sujetos muestran baja densidad argumentativa, particularmente en explain y justify. Resulta igualmente notorio comprobar que marco alto en civilidad no genere discurso en el nivel de justify, lo que podría deberse a que una buena autopercepción en tal sentido no requiere justificación discursiva.

Densidad Argumentativa

Nº de P

Nº de Support

Nº de Explain

Nº de Justify

Marco Civilidad

Bajo

8,3%

61,7%

25,0%

5,0%

Medio

15,4%

66,2%

14,6%

3,8%

Alto

13,2%

65,8%

21,1%

0,0%

Total

13,2%

64,9%

18,4%

3,5%

Tabla 6. Civilidad y densidad argumentativa

Al considerar la relación entre la variable edad y el marco civilidad (ver Tabla 6a), se comprueba cierta tendencia en el sentido de que el marco civilidad decrece en la medida que se avanza en el rango etario, cualquiera sea su nivel. Sin embargo, esta tendencia se hace aún más evidente en el caso del nivel alto, aspecto que podría explicarse en términos de que quien se encuentra en términos de percepción en un nivel bajo, requiere de mayor esfuerzo discursivo para lograr el mismo resultado de legitimación discursiva.

Densidad Argumentativa

Nº de P

Nº de Support

Nº de Explain

Nº de Justify

Marco Civilidad

Bajo

39,1%

25,0%

18,8%

17,2%

Medio

39,1%

27,1%

21,8%

12,0%

Alto

37,0%

41,3%

13,0%

8,7%

Total

38,7%

29,2%

19,3%

12,8%

Tabla 6a. Civilidad y edad

6. Conclusión

En términos generales, comparados con otros grupos etarios (Hammer y Noemi 2015; Noemi 2017), resulta posible sostener que los productos textuales de los adultos mayores muestreados presentan baja densidad discursiva argumentativa, hecho que se manifiesta particularmente en la ausencia de función discursiva significativa asociada a los niveles funcionales de explain y justify.

Dadas las características socioculturales en que se desenvuelven los sujetos de la muestra, la disposición de los mismos a involucrarse argumentativamente parece dentro de la norma, lo que representa una conducta esperable de socialización por parte de los adultos mayores estudiados.

Como se dijo, a medida que aumenta el nivel de escolaridad, igualmente aumenta la tendencia de participación dialógico discursiva y consecuentemente el nivel de densidad argumentativa. Es posible notar, sin embargo, que la disposición argumentativa disminuye a medida que aumenta la progresión de edad de los sujetos muestreados. Según parece, la variable estrato socioeconómico no parece ser mayormente significativa en términos de densidad argumentativa.

En general, los sujetos de la muestra no tienen suficiente percepción de su identidad, situación que puede asociarse con el grado de marginalidad social contextual específico de su condición etaria. Aparentemente, existe una relación inversa entre autopercepción de identidad y densidad argumentativa. Los niveles de percepción medio y bajo, respectivamente, muestran mayor densidad argumentativa, particularmente en el nivel de justify. Esto orienta la interpretación en el sentido de que un sujeto con baja identidad debe justificar su conducta verbal, mientras que un sujeto con alta identidad no lo requiere. Como parece obvio, la identidad se refuerza en la medida en que aumenta el nivel educacional, y disminuye cuando se avanza en rango etario; la percepción de identidad en el primer tramo (65-69) resulta cuatro veces superior a la del último grupo analizado (más de 80 años).

Dado el rol social del grupo etario estudiado, se explica probablemente que el enmarcamiento a través de dominancia resulte medio bajo, tendencia que se incrementa a medida que disminuye el nivel socioeconómico y aumenta el rango etario. Dominancia muestra asociación con densidad particularmente en la función discursiva de justify en los estratos socioeconómicos bajo y medio, probablemente en atención a que un sujeto de este grupo etario que manifieste alta dominancia no requiere justificar mayormente el mundo discursivo generado a partir de sus P(roposiciones). La percepción de dominancia en el primer tramo de la categoría edad (65-69) resulta ser más del doble que la del último grupo descrito (más de 80 años).

Los sujetos de la muestra enmarcan a través del dominio civilidad de forma más bien moderada, situación que puede explicarse por la marginalidad del grupo etario en relación con las funciones sociales predominantes del contexto específico en que se encuentran. La tendencia, sin embargo, mejora igualmente en la medida en que aumenta el nivel educativo y decae al considerar mayor edad de la muestra. Civilidad vincula con densidad en la función de justify, y de forma más clara con la de explain, lo que pudiera deberse tanto a la necesidad del grupo a justificar sus conductas verbales debido a presión social, como también a la fuerte socialización soportada en razón de la edad. Aparentemente los sujetos con baja percepción del marco civilidad requieren mayor justificación argumentativa y viceversa.

La noción de marco argumentativo parece una categoría adecuada para develar características psicosociales asociadas a actos de habla argumentativos. Como han observado Noemi y Rossel (2017), si bien con otros grupos etarios, se comprueba que a medida que la muestra exhibe mayor escolaridad, aumenta consecuentemente el nivel de densidad argumentativa, situación que en este caso se hace particularmente notorio en los niveles funcionales de support, y explain, que caracterizan particularmente a los sujetos con educación superior.

Con atención al hecho de que ha sido posible mostrar correlación entre capacidades inferenciales y densidad argumentativa (Hammer y Noemi, 2015) en muestras de estudiantes universitarios, las conductas discursivas de los adultos mayores estudiados alerta respecto de su competencia discursiva, aspecto que pone en duda su adecuada proficiencia, cara a las demandas argumentativas que el actual contexto social les impone.

Financiamiento y agradecimientos

Este trabajo se enmarca en el proyecto de investigación FONDECYT N° 1170492 y DIDULS PR16211

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