Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura

2010, 20 (2) 56-72

 

 

Las  conexiones  grupales  en  los  discursos  inaugurales  de  la  XVI Cumbre Iberoamericana

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Group connections in the inaugural speeches of the XVI Iberoamerican Summit

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Susana Ridao Rodrigo 1

1 Facultad de Letras. Universidad de Murcia (España) Doctora en Filología Hipánica.

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RESUMEN

En este estudio nos proponemos analizar el discurso del acto inaugural de la XVI Cumbre Iberoamericana, celebrada en Uruguay durante los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2006, donde intervinieron  Juan  Carlos  de   Borbón   (Rey de   España),   Tabaré   Vázquez    (Presidente de Uruguay), Enrique Iglesias (Secretario General Iberoamericano) y Kofi Annan (Secretario General de las Naciones  Unidas). La  fundamentación  teórica  la  basamos   en los trabajos  sobre  comunicación  intercultural y pragmática de Bravo (2001) acerca de las conexiones grupales. Así pues, realizamos un análisis de los mecanismos de conexión grupal empleados en tales contextos por los diversos participantes, para lo cual nos fijaremos principalmente en los verbos –en la utilización de la primera persona, en singular y en plural–, en los pronombres –tanto personales como posesivos en primera persona del  singular  y del plural– e incluso en los vocativos. Como resultados   más   importantes    subrayamos que en estos discursos los actores opten con mediana frecuencia por emplear formas verbales de primera persona del singular, por lo que fomentan las categorías de autonomía; si bien es cierto que, en general, hay un mayor predominio del uso de formas verbales de primera   persona   del   plural,   lo   que   implica

afiliación y, por tanto, una conexión grupal alta.

 

Palabras clave: pragmática; discurso; conexión grupal; pronombres; verbos; vocativos.


ABSTRACT

In this study we analyze the inaugural speech of the XVI Cumbre Iberoamericana, held in Uruguay during days 3rd, 4th  and 5th November 2006, which involved Juan Carlos de Borbón (King of Spain), Tabaré Vazquez (President of Uruguay), Enrique Iglesias (General Secretary Iberoamerican) and Kofi Annan (General Secretary of the United Nations). The theoretical framework is based on intercultural communication and pragmatics of Bravo (2001) about the group connections. Thus, we conducted an analysis of group connection mechanisms employed in such contexts by the various participants, for which we primarily will focus on the use of verbs –in first person, singular and plural–, in pronouns –personal and possessive in first person, singular and plural–, and even in the vocatives. As main results emphasize that the actors in these discourses frequently opt  to use verbal forms of the first person singular, so they encourage the categories of autonomy, while it is true that, in general, there is an increased prevalence of the use of verb forms of the first person plural, implying affiliation and,   therefore,    high   group   connection.

 

 

 

 

 

Keywords:   Pragmatics; discourse; group connection; pronouns; verbs; vocatives.


Introducción

En los últimos años se están formando asociaciones supranacionales con el fin de estimular las relaciones entre distintos países, especialmente los asuntos relacionados con la economía. Así, con estos objetivos se

crearon la Organización del Tratado del Atlántico Norte, más conocida con el acrónimo OTAN, o la Unión Europea, cuyas siglas son UE. Por otro lado, desde 1991, todos los años se celebra una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de los veintidós países de América Latina y Europa de lengua hispana y portuguesa; es lo que conocemos con el nombre de Cumbre Iberoamericana. La creación de dicha institución supranacional tuvo lugar en Guadalajara (México). Se trata de un foro de consulta y concertación política con el fin de reflexionar sobre los desafíos del entorno internacional, e impulsar la cooperación, la coordinación y la solidaridad regionales. Los países miembros son –por orden alfabético– Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En estas sesiones de trabajo la lengua más utilizada es el español, aunque los hablantes proceden de países diferentes, por lo que constituye un excelente corpus de comunicación intercultural. En esta ocasión, nos hemos propuesto analizar el discurso del acto inaugural de la XVI Cumbre Iberoamericana, celebrada en Montevideo (Uruguay) durante los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2006, donde intervienen –con este orden– Juan Carlos de Borbón (Rey de España), Tabaré Vázquez (Presidente de Uruguay), Enrique Iglesias (Secretario General Iberoamericano) y Kofi Annan (Secretario General de las Naciones Unidas).

En particular, nuestros objetivos se basan en observar cómo en el discurso emitido por los citados actores se representan las relaciones de conexiones grupales, para ello vamos a observar los verbos –en particular, las formas verbales pertenecientes a primera persona, ya sea singular o plural–, los pronombres –personales y posesivos en primera persona del singular y del plural– e incluso los vocativos que emplean. A través de este análisis nos percataremos de si hacen un mayor uso de formas que implican una conexión grupal alta, o bien, de lo contrario, de formas que implican una conexión grupal baja. Partimos de la hipótesis de que las conexiones grupales que vamos a encontrar en este corpus van a ser elevadas.

La pragmática intercultural

 

Es comúnmente aceptado que la pragmática es una disciplina relativamente reciente, cuyos primeros postulados son atribuidos a las teorías de Austin


(1962) a mediados del siglo XX. Durante sus primeros años fueron los filósofos quienes teorizaron sobre esta nueva disciplina, pongamos por ejemplo las conocidas aportaciones de Searle (1969), sin olvidar, por supuesto, al ya citado Austin; sin embargo, a partir de los setenta se va convirtiendo en un campo de investigación cada vez más empírico. Entre las múltiples definiciones que los investigadores han proporcionado sobre pragmática, vamos a destacar la de Reyes (2000):

La pragmática lingüística estudia esa segunda dimensión del significado [en el párrafo anterior ha propuesto la distinción entre

«¿Qué quiere decir esa palabra?» y «¿Qué quieres decir con esa palabra?»], analizando el lenguaje en uso, o, más específicamente, losprocesospormediodeloscualeslossereshumanosproducimos e interpretamos significados cuando usamos el lenguaje» (p. 7).

Por su parte, Yus (2001: 16) nos recuerda que resulta imposible analizar el lenguaje aislado del contexto en que se cifra y se descifra, siendo precisamente esta cuestión el gran marco investigador sobre el que se ha sustentado la pragmática.

Uno de los campos de estudio por los que se han interesado muchos trabajos sobre pragmática ha sido precisamente los contextos interculturales. De esta manera, en Márquez y Placencia, Current Trends in the Pragmatics of Spanish (2004), podemos consultar distintos estudios sobre pragmática intercultural en español. Junto a ello, en La pragmática intercultural (Sánchez Macarro, Salvador y Gómez Molina, 1998), el análisis pragmático no solo se limita a la lengua española, sino que aparecen otros idiomas, como el inglés o el italiano. El libro que Placencia y García editan en el año 2007 con el título Research on Politeness in the Spanish-Speaking  World recoge contribuciones tan interesantes como «Silence and Politeness in Spanish and Zapotec Interactions (Oaxaca, Mexico)», trabajo elaborado por Schrader- Kniffki. Esta profesora llega a la conclusión de que el comportamiento verbal de la sociedad hispanohablante en América Latina y el prestigio de la lengua española en las interacciones interculturales entre individuos hispanohablantes y personas bilingües de lenguas amerindias, a menudo fuerza a la población indígena a permanecer en silencio, interpretándose como una característica del comportamiento de los hablantes amerindios en el mundo hispanohablante. El silencio, como la cortesía, excede los límites de la pura interacción verbal, por tanto debe ser analizado relacionándolo con los gestos y los movimientos del cuerpo.

Bajo el título La atenuación de las divergencias mediante la risa en negociaciones españolas y suecas (1993), Bravo presenta una comparación cultural entre diferentesformasdenegociarendospaíseseuropeos. Yadesdelaintroduccn indica que tradicionalmente en la enseñanza de lenguas extranjeras no se


estudian las diferencias de comportamiento comunicativo  de  hablantes con legados culturales distintos; en este aspecto el análisis de la risa es muy relevante, pues ha sido un fenómeno que apenas ha llamado la atención a los investigadores de la conversación cara a cara. El corpus utilizado son cinco horas de grabaciones, de las cuales la mitad han sido efectuadas en España y la otra mitad en Suecia. Como conclusión observamos que los participantes de ambos países emplean, casi de forma absoluta, risas interpersonales positivas a la hora de expresar divergencias de intereses con sus oponentes, por lo que, en general, el uso de la risa es atenuador tanto en España como en Suecia. En cuanto al nivel verbal, los negociadores españoles utilizaron atenuaciones en el 28 % de los episodios, mientras que los suecos aumentan dicha cifra al 50 %.

La risa en el regateo. Estudio sobre el estilo comunicativo de negociadores españoles y suecos (1996) es un extenso libro también escrito por Bravo quien, en esta ocasión, se propone describir y explicar las diferencias en los estilos comunicativos entre hablantes nativos de Suecia y España, creando un modelo de análisis donde se interrelacionan los significados verbales y no verbales de la interacción hablada. En el epígrafe dedicado a resultados contrastivos y conclusiones, esta autora afirma que la risa de los suecos puso de manifiesto la preocupación de estos negociadores por mantener un clima social de conciliación en puntos de vista e intereses, atenuando las divergencias mediante el empleo de un estilo comunicativo no asertivo; en los contextos españoles mediante las risas los negociadores procuraron manifestar a los destinatarios de las amenazas su preocupación por recuperar un clima afiliativo de confianza interpersonal.

En «¿No me harías un favorcito?: reflexiones en torno a la expresión de la cortesía verbal en el español de México y el español peninsular» (1998), Curcó indaga en las divergencias de los estilos de interacción verbal entre dos grupos de hablantes de español: los mexicanos y los españoles. Se ha generado una serie de estereotipos al respecto, porque los mexicanos piensan que los españoles son abruptos y descorteses, mientras que los españoles sostienen que los mexicanos se muestran demasiado amables y dulces, y que no suelen hablar con claridad. Concluye con la tesis de que los mexicanos sienten mayor predisposición que los españoles por salvaguardar la imagen positiva de su receptor, de ahí que al realizar peticiones empleen sufijos diminutivos y preguntas interrogativas; en cambio, evitan la utilización de imperativos sin mitigación.

El capítulo titulado «Sobre la transmisión de la información en los contactos interculturales. Un estudio contrastivo  entre  el  español  de  México  y  el polaco» (Nowikow, 2005) aborda datos tan interesantes como que la información se transmite de manera diferente si los grupos lingüístico- culturales son distintos; cuando estas comunidades entran en contacto a


menudo se producen malentendidos e incluso conflictos. En este trabajo se da prioridad a los actos de habla afirmativos y a los negativos. Comenta que en el español que se utiliza en México se intenta por todos los medios evitar una respuesta con un no, mientras que para los suecos el empleo del adverbio de negación es más común. Culmina la investigación explicando que, aparte de tener en cuenta las variables pragmáticas y socioculturales, es necesario apreciar factores semántico-estructurales, tal es el caso de la presencia o ausencia del morfema negativo en la pregunta, o el posible carácter metalingüístico del acto de habla formulado, entre otros aspectos.

Asevera Le Pair en «Spanish Request Strategies: A Cross-cultural Analysis from an Intercultural Perspective» (1996) que se presupone que variables socioculturales como la autoridad, la distancia social y los encuentros situacionales influyen en las estrategias de cortesía utilizadas para realizar actos de habla discretos como las peticiones. Puesto que la influencia de tales variables puede diferir de una cultura a otra, estas variaciones son factores relevantes para la competencia comunicativa intercultural de una persona, vista como su capacidad para comunicarse apropiada y efectivamente en una lengua extranjera. Este estudio expone varias diferencias entre dos grupos: se demuestra que los españoles nativos tienden a usar más estrategias directas que los alemanes no nativos que hablan español. Del apartado de competencia comunicativa intercultural subrayamos la tesis de que un hablante puede indicarnos la manera en que percibe la relación social entre él mismo y su interlocutor, o la forma en que le gustaría que la relación fuera percibida por su alocutario.

En estas líneas nuestros objetivos se han centrado en citar y comentar algunos de los trabajos que nos han  parecido  más  relevantes  que  han sido publicadas sobre pragmática intercultural, si bien  podemos  hallar una ingente producción bibliográfica sobre este tema; a su vez, queremos mencionar la prestigiosa revista Intercultural Pragmatics, la cual comenzó a editarse en el año 2004.

 

 

Las conexiones grupales

Para Bravo (1999, 2001, 2002 y 2003) la imagen está acotada socioculturalmente; es decir, apoya  la  existencia  de  reglas  sobre  el comportamiento social adecuado, las cuales pueden variar en función de las diferencias culturales. Así, pretende dar explicación a los estudios de cortesía desde una perspectiva sociocultural, pues da a conocer un modelo donde quedan reflejadas las diferencias de cortesía existentes entre grupos culturales distintos, con el fin de ahondar en un aspecto que ha sido bastante descuidado por los estudios previos.


Esta autora defiende que en el concepto imagen se dan relaciones entre el ego y el alter, lo cual desde un enfoque sociocultural se ve plasmado en dos necesidadeshumanasfundamentales, comosonla autonomía y la afiliación. Se entiende por autonomía la necesidad que todo individuo siente por percibirse como un miembro único diferente al resto del grupo. En contraposición, la afiliación hace alusión a que el individuo se ve a mismo y es percibido por los demás como parte del grupo. No estamos ante elementos totalmente diferentes, sino que en determinados casos los contenidos de imagen adquieren formas complejas que unen elementos de ambas. Formando parte de la cortesía lingüística, estamos ante categorías virtuales, cuyo contenido dependerá de la cultura que estemos abordando. Las categorías de afiliación y autonomía se deben adaptar a cada cultura del individuo y del grupo que las ocupe; tales categorías están vacías, con el objetivo de abarcar los aspectos que conciernen a la imagen social de más de una cultura, de tal manera que dichas dimensiones deben ser rellenadas por contenidos de imagen propios a cada sociedad o grupo.

Bravo aboga por la relación existente entre el concepto de imagen social y las estrategias de cortesía, defendiendo que la cortesía se expresa a través de comportamientos afiliativos. A su vez, otras actitudes relacionadas con el concepto de autonomía, comosonlaproteccn, la reafirmacnolarecreacn de la autonomía de la imagen social se pueden considerar como cortesía siempre que su finalidad sea proteger o destacar la imagen del receptor o de aspectos de la imagen del hablante en los que el alocutario se halle comprometido. «Por otra parte, no consideramos que podamos establecer categorías a priori que sirvan para identificar los comportamientos corteses sino que a la cortesía habría que considerarla como una función emergente de la contextualización del objeto de estudio» (2002: 142). Dando una visión muy general, en la sociedad occidental se considera que los hablantes tienen un alto nivel de autonomía, en contraposición con la cultura oriental donde la pertenencia al grupo está firmemente establecida.

Sin embargo, en Ridao (2009) defendemos que sería más adecuado ampliar tales contextos, no solo limitarlos a los encuentros interculturales. Nos basamos en el hecho de que en el corpus que manejamos –las mediaciones laborales– los participantes son, en su mayoría, españoles autóctonos, individuos que, según las teorías de Bravo, estarían caracterizados por una autonomía muy fuerte; pese a ello, nos percatamos de que en tales contextos comunicativos la categoría de afiliación predomina sobre la de autonomía, pues en estos encuentros la unión grupal es un aspecto clave: la consecución de un buen acuerdo para todo el grupo conlleva directamente una mejora de las condiciones laborales de cada participante. Además, entendemos que esta situación se puede extrapolar a bastantes contextos de la vida cotidiana en Occidente. Como consecuencia, al comprobar que existen situaciones


donde los lazos intergrupales se afianzan frente a la autonomía personal en la sociedad española actual, preferimos hablar de contextos con conexión endogrupal alta (los lazos de afiliación establecidos son mucho más fuertes que los de autonomía) y de contextos con conexión endogrupal baja (la autonomía predomina sobre la afiliación). Esquematizamos tales ideas en la siguiente tabla:

 

Tabla 1: La imagen social en función de la conexión grupal (Ridao, 2009)

 

Datos y resultados

Como adelantábamos más arriba, utilizamos como corpus el discurso del acto inaugural de la XVI Cumbre Iberoamericana, celebrada en Uruguay durante los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2006, donde intervienen –por orden– Juan Carlos de Borbón (Rey de España), Tabaré Vázquez (Presidente de Uruguay), Enrique Iglesias (Secretario General Iberoamericano) y Kofi Annan (Secretario General de las Naciones Unidas). La duración total de estos cuatro discursos es de cuarenta y tres minutos y cinco segundos; en concreto, las palabras del Rey de España se extienden durante ocho minutos y cincuenta y tres segundos, las del Presidente de Uruguay nueve minutos y veinticinco segundos, las del Secretario General Iberoamericano nueve minutos y doce segundos, y las del Secretario General de las Naciones Unidas quince minutos y treinta y cinco segundos. Nos proponemos llevar a cabo un análisis comparativo de los mecanismos de conexión grupal empleados en tales contextos por los diversos participantes, para lo cual nos fijaremos principalmente en los verbos, en los pronombres e incluso en los vocativos.

Los verbos

 

En este apartado hemos creído conveniente incluir tanto los verbos como las perífrasis verbales, destacando que en este último caso las perífrasis más frecuentes son las de posibilidad. Como decíamos más arriba, nuestro foco


de atención ha sido el análisis de la utilización que han realizado los distintos actores de la primera persona, tanto del plural como del singular, puesto que se trata de un elemento que nos permite observar los mecanismos de conexión grupal. Así, como dice Alarcos Llorach (1999):

El morfema de persona inserto en el verbo hace alusión a uno de los entes que intervienen en un acto de habla. En estos siempre existe un hablante, un oyente y todo lo demás. Se dice que el verbo lleva primera persona cuando el hablante coincide en la realidad con el ente a que hace referencia el sujeto gramatical (1999:174).

 

 

 

 

Tabla 2: Utilización de los verbos.

 

 

De las noventa y tres formas verbales en primera persona que emplean todos estos actores, veinticinco (el 26.8 % del total) son emitidas por Juan Carlos de Borbón, diecisiete (el 18.2 %) por Tabaré Vázquez, veinticinco (el 26.8 %) por Enrique Iglesias y veintiséis (el 27.9 %) por Kofi Annan. Más en concreto, el Rey de España emplea un total de veinticinco verbos en primera persona, de los cuales dieciocho (el 72 %) pertenecen al plural, mientras que siete (el 28 %) son del singular. El Presidente de Uruguay presenta unos porcentajes parecidos, pues este actor recurre en diecisiete ocasiones a formas verbales de primera persona, doce (el 70.5 %) son del plural y cinco (el 29.4 %) responden al singular. Sin embargo, en el Secretario General Iberoamericano hallamos mayores divergencias con respecto a las cantidades porcentuales: de un total de veinticinco verbos en primera persona, trece (el 52 %) son del plural y doce (el 48 %) conforman el singular. El Secretario General de las Naciones Unidas, por su parte, emite veintiséis formas verbales de primera persona, perteneciendo doce (el 46.1 %) al plural y catorce (el 53.8 %) al singular; por tanto, éste es el único participante que recurre con más frecuencia a formas verbales de primera persona del singular que del plural.

Como podemos observar, en general, existe una mayor predilección por recurrir a verbos conjugados en la primera persona del plural –cincuenta y cinco (el 59.1 %)– frente a formas verbales de primera persona del singular


–treinta y ocho (el 40.8 %)–. A estas alturas creemos interesante recordar la diferencia existente entre números reales y cantidades porcentuales. De esta manera, si analizamos la tabla 2 viendo cada uno de los actores por separado, nos percatamos de que Juan Carlos de Borbón, Enrique Iglesias y Kofi Annan utilizan cifras similares del total de verbos en primera persona (veinticinco, veinticinco y veintiséis respectivamente), excepto Tabaré Vázquez (diecisiete), quien recurre a ellos en menor medida. A la par, Kofi Annan emplea más veces las formas verbales en primera persona del singular (catorce), seguido de Enrique Iglesias (doce), Juan Carlos de Borbón (siete) y Tabaré Vázquez (cinco), sometiendo a análisis números reales.

 

 

Los pronombres

En este apartado de los pronombres, pensamos que los más relevantes para el estudio que estamos llevando a cabo son los pronombres personales y los que la gramática tradicional ha denominado pronombres posesivos, si bien Gómez Torrego (2002) los llama determinativos posesivos. Como en el caso de los verbos, consideramos apropiado para este estudio centrarnos en el análisis de las formas de primera persona, tanto en singular como en plural:

 

 

 

 

En total los distintos actores que participan en el discurso inaugural de la XVI Cumbre Iberoamericana recurren en cuarenta y dos ocasiones a pronombres personales de primera persona, tanto en singular como en plural. En particular, el Rey de España pronuncia seis (el 14.4 % del total), el Presidente de Uruguay también seis (el 14.4 %), el Secretario General Iberoamericano diez (el 23.8 %) y Kofi Annan veinte (el 47.6 %). Por tanto, es este último participante quien hace uso con mayor frecuencia de los pronombres personales de primera persona, pues él emite casi la mitad del total.

Resulta curioso que Juan Carlos de Borbón y Tabaré Vázquez coincidan exactamente en la utilización de pronombres personales, tanto en primera persona del singular como del plural. Así pues, ambos actores emiten un total de seis pronombres


personales en primera persona, de los cuales cinco (el 83.3 %) son del plural y uno (el 16.6 %) responde al singular. Por su parte, Enrique Iglesias emplea diez pronombres personales de primera persona, ocho (el 80 %) en plural y dos (el 20

%) en singular. De los veinte pronombres personales de primera persona a los que recurre Kofi Annan, once (el 55 %) responden a formas del plural, mientras que nueve (el 45 %) son formas del singular.

De los datos estadísticos mostrados en la tabla tres deducimos que los hablantes optan con mayor asiduidad por el uso de pronombres personales de primera persona del plural (el 69.04 % frente a las formas del singular (el 30.9 %). No obstante, si nos fijamos en los porcentajes particulares de Kofi Annan, observamos que se diferencian del resto de sus compañeros, pues no hay tanta disparidad entre la cifra de pronombres personales de primera persona del singular (un 45 %) y la de pronombres personales de primera persona del plural (un 55 %).

 

 

 

Tabla 4:  Utilización de los pronombres posesivos

 

 

 

 

 

En esta otra tabla, cuyo contenido son los pronombres posesivos, encontramos que los distintos actores de este acto comunicativo emiten en total cuarenta y ocho pronombres posesivos en primera persona. Así, el Rey de España utiliza veinte (el 41.6 % del total), el Presidente de Uruguay cuatro (el 8.3 %), el Secretario General Iberoamericano dieciséis (el 33.3 %) y Kofi Annan ocho (el 16.6 %). Tabaré Vázquez es el actor que en menos ocasiones recurre a estos pronombres; en cambio, es Juan Carlos de Borbón quien hace mayor uso de este tipo de pronombres. Si profundizamos en estos datos, nos damos cuenta de que el rey de España pronuncia veinte pronombres posesivos de primera personal, de los cuales diecinueve (el 95

%) pertenecen al plural, mientras que uno (el 5 %) responde al singular. De otro lado, Tabaré Vázquez emite tan solo cuatro pronombres personales, todos ellos en plural. Por su parte, Enrique Iglesias usa dieciséis pronombres posesivos en primera persona, quince (el 93.7 %) en plural y uno (el 6.2 %) en singular. Por último, Kofi


Annan emite ocho pronombres posesivos en primera persona, de ellos cinco (el

62.5 %) en plural y tres (el 37.5 %) en singular.

Continuando con los pronombres posesivos, en general, apreciamos una utilización más elevada de las formas de primera persona del plural por los distintos participantes (el 89.5 %), frente a formas de primera persona del singular (10.4

%). Destacamos que Tabaré Vázquez no emita ni un solo pronombre posesivo de primera persona del singular; en cambio, Kofi Annan recurre en tres ocasiones a este tipo de pronombres, en contraposición con cinco veces donde emite pronombres posesivos de primera persona del plural. Por tanto, en los pronombres posesivos se observa una conexión grupal más alta que en los verbos y en los pronombres personales.

 

 

Los vocativos

Como indica Bañón (1993: 12), la posición es uno de los factores básicos para el análisis del vocativo en el nivel sintáctico-constructivo. En el corpus que manejamos, todos los vocativos que observamos se encuentran en posición inicial; esto es, al comienzo del enunciado, excepto en un caso donde el vocativo está inserto en mitad del enunciado. En la siguiente tabla indicamos tanto el número de veces que cada actor recurre a vocativos, como el orden de los mismos, pues en determinadas ocasiones los hablantes emiten una enumeración de vocativos.


 

Tabla 5. Utilización de los vocativos

 

 

 

Loscuatrooradoreseneldiscursoinauguraldela XVICumbre Iberoamericana inician su discurso con un largo listado de vocativos, con el objetivo de que los distintos alocutarios se sientan incluidos, puesto que los están invocando de manera explícita. En dicha enumeración los primeros lugares los ocupan las personas que tienen un importante papel en esta institución supranacional. En cambio, por último emplean un vocativo mucho más genérico (“Señoras y Señores”) el cual, curiosamente, es el más repetido


por el Rey de España. Sin embargo, el Presidente de Uruguay sustituye el citado vocativo por otro mucho más coloquial: “Amigas y amigas”. Por su parte, el vocativo que emplea con más frecuencia el Secretario General de las Naciones Unidas es “Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno”.

Como podemos comprobar, todos los participantes hacen uso de un número muy parecido de vocativos. Subrayamos el tono coloquial con el que Tabaré Vázquez realiza un comentario sobre la anterior Cumbre en el momento que está nombrando al Rey de España. A la par, nos parece digno de mencionar que Kofi Annan en su discurso recurra al vocativo “Enrique”, refiriéndose al Secretario General de las Naciones Unidas, lo que interpretamos como un  uso  coloquial,  ya  que  estos  actores  se  conocían  con  anterioridad.

 

 

Discusión

 

 

Estamos ante un acto bastante corto, cuyos discursos suman unos cuarenta minutos aproximadamente. Así pues, las palabras del Rey de España se prolongan durante ocho minutos y cincuenta y tres segundos, las del Presidente de Uruguay durante nueve  minutos  y  veinticinco  segundos, las del Secretario General Iberoamericano durante nueve minutos  y doce segundos y las del Secretario General de las Naciones Unidas durante quince minutos y treinta y cinco segundos. Todos los actores son iberoamericanos, a excepción de Kofi Annan, quien es de nacionalidad ghanesa; a su vez, también debemos señalar que este participante no habla en español, sino que pronuncia su discurso en inglés, por lo que hay una traducción simultánea. El caso de Enrique Iglesias es bastante peculiar, porque aunque nació en España –en Asturias– su nacionalidad es uruguaya.

Como hemos podido observar en  las  tablas  estadísticas,  hay  un  mayor predominio en el uso tanto de verbos como de pronombres de primera persona del plural frente al singular, lo que implica unos lazos de conexiones grupales fuertes. De esta manera, de las noventa y tres formas verbales de primera persona que encontramos en los discursos inaugurales de la XVI Cumbre Iberoamericana, el 59.1 % sonconjugacionespertenecientesalplural, mientras que el 40.8 % se refiere al singular. En números reales, el Rey de España,elPresidentedeUruguayyelSecretarioGeneraldelasNacionesUnidas presentancifrassimilares; sinembargo, el Secretario General Iberoamericano hace uso de un número inferior de formas verbales pertenecientes a primera persona. En cambio, si observamos las estadísticas de cada actor por separado en cuanto a la utilización de formas verbales de primera persona del singular y del plural, las similitudes porcentuales están entre Juan Carlos de Borbón y Tabaré Vázquez –quienes emplean con una frecuencia alta formas verbales de primera persona del plural– y, por otro lado, Enrique Iglesias y


Kofi Annan –los cuales se caracterizan por utilizar un número similar de formas verbales de primera persona, tanto del singular como del plural–.

En cuanto a los pronombres analizados, encontramos una cifra bastante parecida en números totales, ya que estos actores recurren en cuarenta y dos ocasiones a pronombres personales y en cuarenta y ocho a pronombres posesivos. En particular, el 69.04 % de los pronombres personales de primera persona son del plural y el 30.9 % del singular. En números totales, el actor que emplea más pronombres personales de primera persona es Kofi Annan (veinte), seguido de Enrique Iglesias (diez) y Juan Carlos de Borbón y Tabaré Vázquez (ambos coinciden en seis). El Rey de España, el Presidente de Uruguay y el Secretario General Iberoamericano se caracterizan por utilizar muy a menudo los pronombres personales de primera persona en plural, en detrimento de las formas en singular. No obstante, el Secretario General de las Naciones Unidas presenta unos porcentajes bastante similares en cuanto a la utilización de pronombres personales en primera persona del singular (nueve) y del plural (once).

Sobre los pronombres posesivos, hemos de destacar que acentúan las conexiones grupales altas, pues hay un 89.5 % de pronombres posesivos de primera persona del plural y un 10.4 % del singular. Si hacemos un análisis de los números reales sobre el empleo de los pronombres posesivos en función de cada participante, nos percatamos de que el Rey de España es quien más recurre a su uso (en veinte ocasiones), seguido del Secretario General Iberoamericano (dieciséis), el Secretario General de las Naciones Unidas (ocho) y el Presidente de Uruguay (cuatro). Igual que en el caso de los pronombres personales, en los pronombres posesivos el Rey de España, el Presidente de Uruguay, y el Secretario General Iberoamericano se decantan claramente por usar formas pertenecientes al plural. En contraposición, losdatosporcentualesdel Secretario Generaldelas Naciones Unidassonligeramente diferentes, apreciando un 62.5 % en el uso de pronombres posesivos de primera persona del plural y un 37.5 % del singular. En este apartado es donde apreciamos las conexiones grupales más fuertes, frente a los verbos y los pronombres personales.

En cuanto a los vocativos, por motivos protocolarios, los  actores  en  primer lugar emiten vocativos que se refieren a individuos particulares, y después unos vocativos más generales; en todo momento, tratan de que todas las personas presentes se sientan integradas en sus discursos. A pesar  del  protocolo  que exige el acto inaugural de la XVI Cumbre Iberoamericana, Kofi Annan emite el vocativo «Enrique», al referirse al Secretario General Iberoamericano, que es un claro rasgo de informalidad, si bien le da a su discurso un halo de cordialidad.

En líneas generales, hemos podido observar que Juan Carlos de Borbón, Tabaré Vázquez y Enrique Iglesias tienen cifras estadísticas bastantes similares. No obstante, Kofi Annan presenta ligeras discrepancias: (1) en el caso de las formas verbales hace un mayor uso de la primera persona del singular (53.8 %) que del plural (46.1 %); (2) el número de pronombres personales que emite es bastante


más elevado que el del resto de los participantes (veinte en números reales), de los cuales el 45 % pertenece a la primera persona del singular y el 55 % a la primera persona del plural; y (3) también presenta discrepancias con los porcentajes de los pronombres posesivos, sumando un 37.5 % los de primera persona del singular y un 62.5 % los de primera persona del plural. Recordemos que este actor no es miembro de la Cumbre Iberoamericana, sino que asiste en calidad de Secretario General de las Naciones Unidas.

Conclusiones

 

1.  En nuestra opinión, el acto inaugural de la XVI Cumbre Iberoamericana constituye un magnífico corpus para trabajar la pragmática intercultural, si bien en esta ocasión tan solo hemos abordado el análisis de las conexiones grupales. La lengua más utilizada en estas sesiones de trabajo es el español, estando como asistentes los Jefes de Estado y de Gobierno de los veintidós países  de  América  Latina  y  Europa  de  lengua  hispana  y  portuguesa.

2.    En general, las categorías morfológicas sometidas a estudio –formas verbales de primera persona y pronombres personales y posesivos de primera persona– indican que los participantes de la sesión inaugural optan por utilizar más formas pertenecientes al plural, frente al singular, lo que implica mecanismos de conexión grupal alta. No olvidemos el género discursivo que estamos investigando, la  sesión  inaugural  de  la XVI Cumbre Iberoamericana,  que  es  una  agrupación  supranacional  en la que participan distintas naciones con  el  objetivo  de  alcanzar  fines que  beneficien  a  todos  los  países  que  integran  dicha  organización.

3.    A su vez, en estos discursos los actores se decantan con mediana frecuencia por emplear formas verbales de primera persona del singular (40.8 %), por lo que fomentan las categorías de autonomía; si bien es cierto que, en general, hay  un  mayor  predominio  del  uso  de  formas  verbales de primera persona del plural (59.1 %), lo que significa afiliación y, por tanto, una conexión grupal alta. En el caso de los pronombres también hallamos porcentajes más altos en el uso de la primera persona del plural que del singular; en los pronombres personales el 69.04 % y el 30.9 %, y en  los  pronombres  posesivos  el  89.5  %  y  el  10.4  %  respectivamente.

4.     Kofi Annan es el actor que presenta las conexiones grupales  más bajas; recordemos  que  este  participante  emite  su  discurso  en  inglés, el cual es traducido al español mediante la técnica de la traducción simultánea. Si hacemos  estadísticas  globales,  observamos  un  mayor predominio de formas plurales; pese a ello, los otros oradores destacan por una conexión grupal más elevada. En nuestra opinión, esto puede deberse a la conexión que tiene con el grupo, pues recordemos que Kofi


Annan  no  es  iberoamericano, sino  de  nacionalidad  ghanesa  y  participa en  esta  cumbre  por  ser  Secretario  General  de  las  Naciones  Unidas.

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